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El sector de la chirla sale a faenar para calibrar si las nuevas cotas son rentables

Uno de los barcos que se dedica a la pesca de chirla en el puerto de Isla Cristina (Huelva).

Fermín Cabanillas

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Voto de confianza del sector pesquero de la chirla del Golfo de Cádiz a la Junta de Andalucía. Los pescadores han decidido volver a faenar este martes a pesar de no estar de acuerdo con los 120 kilos por día y barco que se les ha impuesto para mantener el caladero, peo mantienen que regresar al trabajo es una medida provisional, en tanto que siguen negociando el aumento de esa cuota.

Lo han decidido este lunes representantes de los puertos pesqueros de Punta Umbría, Isla Cristina, Lepe y Ayamonte (Huelva) y de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Tras una reunión en Punta Umbría han tomado la determinación de intentar aprovechar lo poco que pueden capturar, después de nueve meses de parada biológica.

Para ello, ha sido determinante la petición de la consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, que les pidió hacer un esfuerzo para iniciar la actividad para poder probar la situación del caladero.

En este asunto, es claro el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, que asegura que superar los 120 kilos diarios de chirla en el Golfo de Cádiz “es condenarnos a cerrar en el mes de diciembre, tener que cerrar próximamente el caladero”, y recuerda que esta cantidad de producto se fijó en la mesa de negociación con el sector y de acuerdo a los informes del Instituto Español de Oceanografía (IEO).

Una reunión de balance

De momento, los pescadores han decidido dar el citado voto de confianza a las autoridades andaluzas, aunque han consensuado en el documento emitido tras la reunión pedir a la administración una reunión una semana después del reinicio de la actividad. Con ello, piden que haya un encuentro de control el próximo martes para “tratar y evaluar la situación actual de viabilidad económica, a tenor de los resultados producidos en la primera semana de trabajo con pruebas objetivas en cuanto a beneficios/gastos”. Esto es que los pescadores quieren realizar una primera valoración de los beneficios que les produce faenar en las condiciones que ahora se les imponen, y según el resultado de ese encuentro seguir adelante o parar definitivamente.

De esta forma, “si los resultados de la primera semana son viables y en el caso de que la pesquería continúe, se pueda ampliar en dos horas más del tiempo de trabajo efectivo a partir del mes de noviembre, pasando de cuatro a seis horas, y pedimos que se revise la asignación de kilos a los rastros remolcados, teniendo en cuenta la total inviabilidad de esta modalidad a la que la Consejería tiene que buscar una solución, explica el mismo documento.

Por su parte, fuentes de Ecologistas en Acción consultadas por esta redacción consideran “lógica” la reacción de la Junta a la hora de limitar las capturas, teniendo en cuenta que “se trata de preservar el caladero”, aunque aclaran que los grupos ecologistas no han sido parte de la actual negociación, a diferencia de temas concretos en el litoral, como la disputa del pasado verano para extraer arena de la desembocadura del Guadalquivir para la regeneración del litoral de Huelva y Cádiz, que en este caso sí se opusieron desde el primer momento.

“La relación es constante”

La Junta de Andalucía, por su parte, no ve con malos ojos la opción de mantener reuniones periódicos de control. De hecho, el consejero defiende que la relación con el sector es “constante” y que se seguirán manteniendo reuniones con sus representantes y con el IEO, así como que si “las circunstancias del caladero mejoran, la Consejería cambiará lo que hay ahora mismo”.

Sánchez Haro indica que conoce “las circunstancias sociales que están viviendo muchas familias y lo que queremos con esta apertura del caladero, porque no olvidemos que se abre al 59 % de sus posibilidades”.

De momento, los pescadores han levado anclas, aunque entienden que las cantidades de capturas máximas diarias previstas en la Resolución de apertura, y que son 150 kilos por barco y día (pero sólo cuatro días), “no son suficientes para que los barcos, o lo que es igual, las empresas, habida cuenta de la experiencia en anteriores campañas”.

En una semana habrá un primer balance de la situación del sector. De momento, esta semana habrá chirlas frescas en los mercados.

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