Tres años y medio de prisión por estafa tras doce meses esperando el indulto

Una joven vecina de Moguer (Huelva), identificada como N.G. y con residencia en Madrid, tendrá que ingresar en prisión la próxima semana por una condena por estafa, y lo hará voluntariamente, a pesar de afirmar que es inocente y haber solicitado un indulto. La petición le consiguió una prórroga de un año pero no el indulto final.

Así que la Audiencia Provincial de Huelva ha ordenado el ingreso en prisión de esta mujer, madre de dos hijos de 7 y 5 años. Su condena, de tres años y medio fue suspendida en marzo de 2015, cuando comenzó un proceso en el que se dirigió al Consejo de Ministros para pedir el indulto definitivo. Pero no ha obtenido respuesta a su demanda. Ahora, la sección segunda de la Audiencia Provincial ha emitido con fecha del miércoles 13 de abril la orden de ingreso en prisión, que tiene como límite el 20 de abril, y con instrucciones para que ingrese en la cárcel de Alcalá Meco, en Madrid.

N.G. fue condenada por sentencia de esta misma Audiencia ratificada por el Tribunal Supremo (que recoge en la misma sentencia que no existen pruebas inculpatorias hacia la parte acusada pero sí una suma de indicios) a 3,5 años de cárcel y a la devolución del importe íntegro utilizado para la emisión de vuelos en una agencia de viajes que regentaba, incluyendo intereses por descubierto del Banco Santander, una cantidad que asciende a 730.000 euros. El capital inicial era de 525.000 euros, pero la cuenta generó unos intereses hasta la cantidad final, de la que sólo ha podido pagar unos 90.000 euros, fruto de un embargo de su propia cuenta. Paradójicamente, cuando salga de la cárcel solo habrá pagado su pena de prisión, y le seguirá debiendo unos 640.000 a la entidad bancaria que la denunció y que ha terminado metiéndola en la cárcel.

Billetes fraudulentos

Los sucesos arrancaron el 2009, cuando abrió una agencia de viajes en Moguer, y algo más de un año después, como afirmó en el juicio, fue víctima “de un estafador que compraba billetes de avión con tarjetas de crédito de origen fraudulento”. La joven argumentó que, ante las elevadas demandas por parte de este cliente, fue a hablar con su banco y ellos le tranquilizaron y le dieron las pautas a seguir para que el uso del TPV (Terminal Punto de Venta, conocido como datáfono) fuese de la forma más diligente posible. El banco, asegura, le proporcionó las herramientas y documentación necesarias para poder operar y de tal manera trabajar de forma segura.

Sin embargo, a los cuatro meses de estar trabajando con este cliente, el Banco de Santander la acusó de ser partícipe de un robo, ya que todas las operaciones realizadas con su cliente procedían de tarjetas fraudulentas. Y le avisaron de que se empezarían a hacer retrocesiones por las cantidades cargadas en la cuenta de la empresa.

En el juicio, en septiembre de 2013, aseguró que había localizado al estafador en Costa de Marfil, y pidió que las pesquisas se dirigiesen hacia él, pero todas las pruebas terminaron inculpándola. Ha sostenido siempre que si se hubiese investigado a fondo, se habría llegado hasta la persona que provocó el agujero en la cuenta corriente.

Ahora, ha dicho a eldiario.es/andalucia que va a acudir voluntariamente a ingresar en prisión el 20 de abril. “Será una pausa en mi vida. Lo tomaré como una lección de vida y espero que pase pronto el tiempo que voy a estar allí”, ha explicado. Una vez que salga, ha asegurado, seguirá luchando por demostrar su inocencia y conseguir el indulto, aunque no haya llegado a tiempo para evitar su paso por la cárcel.