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Andrés Trapiello, Chaves Nogales y la equidistancia entre la “revolución fascista o comunista”

El periodista Manuel Chaves Nogales.

Juan Miguel Baquero

“Pero la estupidez y la crueldad se enseñoreaban de España”, escribe Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944) en su novela A sangre y fuego. Sobre la figura del periodista queda construida la segunda edición de 'Letras en Sevilla'. Y en ese espacio, el escritor Andrés Trapiello ha sacado su arsenal más reconocido: equidistancia y la tercera España.

Para Trapiello, la España que conoce Chaves Nogales está rota en “los que estaban ilusionados con una revolución fascista” o de tinte soviético. “Bandos irreconciliables” de la que nace un “relato literario” también antagónico. Un país que no explica su historia y permite que sea igual decir “no lean a Álvaro Cunqueiro porque es fascista o no lean a Miguel Hernández porque es comunista”, asevera equiparando ambas figuras literarias.

Quién más sufre esta zanja ideológica que parte la nación es la “tercera España”, según Trapiello. Esa gente obligada “a punta de pistola” a estar “en un bando o en otro”. La misma que representa “la Transición” como “el triunfo de la tercera España”, cuando las otras dos “transigen con todo lo que las ha llevado a la guerra civil”. “Y no somos independentistas catalanes, quiero que me expliquen la España completa”, subraya.

Por eso, en opinión de Andrés Trapiello, “cuando estalla la guerra en el 36 todos saben lo que tienen que hacer, tanto la Falange y los sublevados y como los comités revolucionarios republicanos”, dice Trapiello. Léase “aniquilar” al rival ideológico, según sus palabras. El mapa de fosas comunes oficial del Gobierno de España desmiente esa equiparación del terror aplicado al conflicto bélico.

“Nadie era demócrata” en la República

“Me fui cuando tuve la íntima convicción de que todo estaba perdido y ya no había nada que salvar, cuando el terror no me dejaba vivir y la sangre me ahogaba”, escribía el periodista sevillano en 1937. “Chaves Nogales es un escritor que todos necesitamos”, apunta Trapiello.

Chaves subtitula el prólogo de A sangre y fuego como La (imposible) tercera España. Y en ese terreno intenta labrar Andrés Trapiello, excandidato de UPyD al Senado y polémico miembro del Comisionado de Memoria Histórica del Ayuntamiento de Madrid a propuesta del grupo municipal de Ciudadanos.

Utiliza una retórica equidistante para unos y en un relato “ecuánime”, según él mismo. Por eso habla de que para fraguar la “ahora tan denostada Transición” se ponen de acuerdo “la España de republicanos, anarquistas y comunistas” con la formada por “fascistas, de extrema derecha, de la CEDA”. Como pasa en Cataluña, bromea, donde “todos los que han votado la independencia encontrarán la manera de salir del paso”.

Porque “cada generación llega a la vida literaria y política de un país con la necesidad de revisar los cánones establecidos”, comenta. Y Chaves Nogales reivindica “la democracia en un momento en que nadie era demócrata”, asegura Trapiello.

Porque el “descubrimiento” de Chaves Nogales facilita “darle otro sentido a la literatura, dejar de un lado al bando al que cada uno pertenece o al que a cada uno metieron”. Porque rompe “la politización del arte” para hacer suyo el periodismo, partiendo “de los hechos”. Por eso Trapiello reclama poder leer y reivindicar “a Cunqueiro sin necesidad de que me acusen de ser fascista”.

Chaves Nogales y el genocida Queipo

Al final, en el turno de preguntas al público, una cuestión comprometida en Sevilla. La tumba del genocida Queipo de Llano en la Basílica de la Macarena. Interpela el político y exalcalde de Coria del Río Carlos Yáñez-Barnuevo, familiar de represaliados por el franquismo.

¿Qué opinaría Chaves Nogales del asunto? “No lo sé”, responde Andrés Trapiello. “Yo sí”, reclama el primero. “Pues tendrá usted la güija”, dice el escritor. ¿Podría imaginar qué opinaría un defensor de los derechos humanos como Chaves Nogales de un militar golpista que es el máximo responsable de la matanza y asesinato de más de 50.000 personas en Andalucía?

El escritor ha realizado las declaraciones en el ciclo 'Letras en Sevilla' con una conferencia titulada “Chaves Nogales, o la cenicienta”. Las jornadas mezclan historia y literatura y están dedicadas este año a homenajear “el valor de la obra y de la vida de Manuel Chaves Nogales”. Una persona cuya obra periodística y narrativa es “fundamental para entender la historia de Europa en el siglo XX, la guerra civil española y la II Guerra Mundial”.

La cita anual “con los grandes temas de la literatura” está patrocinada por la Fundación Cajasol y coordinada por Arturo Pérez-Reverte y Jesús Vigorra. En la presente convocatoria ha contado con la participación de otras figuras como el escritor Juan Eslava Galán o el director de cine Agustín Díaz Yanes.

Además de los expertos en “la obra periodística y narrativa” del homenajeado, el encuentro trae a la ciudad hispalense a los “herederos” de Chaves Nogales, “su hija Pilar Chaves y su nieto Antony Jones”. La primera convocatoria del ciclo trató en mayo de 2017 la guerra de España con Almudena Grandes, Ian Gibson o Sento Lobell, entre otros.

O el actor Juan Echanove, que ha dado voz a uno de los escritos “que con mayor agudeza y rigor retratan a los españoles: el prólogo del libro A sangre y fuego”, señala la organización de 'Letras en Sevilla' en un comunicado. Que “en la guerra”, deja escrito el periodista en su obra, “no se administra el sentimiento con la misma ligereza que en la paz”.

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