Manu Sánchez: “Aspiro a ser un 'showman 360' americano con tintes de lolaflorismo”

Lo dice Paquita Salas, lo dice Manu Sánchez... y lo decía Lola Flores: hay que ser un artista que hace de tó. Cada uno, claro está, lo afirma de su particularísima manera. El gran fenómeno de Netflix habla de artista 360, el genio sevillano de showman americano y la Faraona mantenía aquello de: “ni canta ni baila, pero no se la pierdan”. “Aspiro a ser showman 360 americano con tintes de lolaflorismo”, sentencia el siempre divertido Manu Sánchez.

Sus palabras no se las lleva el viento: televisión, ensayo, baile, teatro... y lo que le echen. Pero siempre con humor. Incluso en las entrevistas con los periodistas. “Estoy todos los martes Bailando con las estrellas en el programa de televisión. He descubierto mi faceta de bailarín a los 32 años. Estoy echándole horas para ponerme las pilas: es un proceso divertido y enriquecedor. Creo en el showman a la americana, 360, que abraza el lolaflorismo: ni canta ni baila, pero no se lo pierdan”.

Este viernes, Manu Sánchez se sube por primera vez a las tablas del Teatro Cartuja Center con su monólogo El buen dictador, dirigido por Fernando Fabiani. Lo hace respaldado por una temporada que ha llevado a los patios de butaca a más de 33.000 espectadores de toda Andalucía.

“Es la tercera pata de nuestra trilogía sobre el poder, que pone frente al espejo de la comedia a la monarquía (El rey solo), la Iglesia (El último santo) y el Estado (El buen dictador). Este viernes podremos anunciar que no hay billetes en el Cartuja Center”, afirma el cómico sevillano. Se trata de una sátira sobre “la divinidad y el poder como instrumento de control sobre el ser humano”. Como ha hizo en las dos ocasiones anteriores, Manu Sánchez se planta solo en el escenario para enfrentarse a su público. Y lo hace con éxito.

Teatros llenos “hasta la bandera”

“Estamos encontrándonos los teatros llenos hasta la bandera, el público nos ha bendecido El buen dictador. Las tres obras son independientes, pero son la aplicación de una misma fórmula teatral. Tenemos la sensación de que parte del éxito de El buen dictador es que gustó El último santo (55.000 espectadores). Y que parte del éxito de El último santo es que gustó El rey solo (80.000 espectadores). Y que cada vez vienen a vernos los que ya nos vieron y los que se suman por el boca a boca. Es el público el que nos dice que vamos por el buen camino”.

El actor confiesa que “hay pocos subidones” como el de un estreno, pero que prefiere la emoción de subirme al escenario ahora, con el texto bendecido por la gente, testado, encajado. Un producto testado y que ha caído de pie hace que los nervios se lleven de otra manera“.

Manu Sánchez baila los martes en televisión, se sube a los escenarios los fines de semana y, mientras tanto, escribe, produce y distribuye teatro con su compañía 16 escalones. “Estrenamos Infarto, para Santi Rodríguez. No solo la distribuimos, sino que hemos participado en todo el proceso creativo. Andamos en 10.001 jaleos, mientras seguimos firmando y presentado mis dos libros, Surnormal profundo y Confesiones de un ateo cofrade. Todo esto nos ocupa bastante, ya sea con Manu dando la cara o conmigo detrás de las cámaras y los focos”, asegura. En cualquier caso, a este actor 360 le gusta que “la gente se vaya reída y pensada a casa”.