García Montero: “Baeza y Antonio Machado fue determinante para que Lorca se hiciera poeta”

El catedrático de Literatura Española de la Universidad de Granada y poeta, Luis García Montero, ha aprovechado este martes su ponencia en 'Antonio Machado y Federico García Lorca, 1916-2016. Baeza, lugar de poesía y encuentro', seminario que él mismo dirige y que está encuadrado en los cursos de verano de la UNIA que esta semana se han desplazado a Baeza (Jaén), para destacar la gran importancia que tuvo la ciudad de Baeza y el poeta Antonio Machado en el abandono de Federico García Lorca de su carrera musical y la apuesta del autor granadino por lo que sería mundialmente conocido, la poesía.

García Montero ha recalcado que en el encuentro, del cual este año se cumplen cien años, de Lorca con el poeta sevillano que surgió como una excursión universitaria organizada por el profesor del poeta de Fuente Vaqueros, Martín Domínguez Berrueta, supuso el primer paso “del deslizamiento de Lorca a la poesía”, ya que le permitió no sólo adentrarse en esa poesía impregnada de realismo rural sino que “pudo comprender la poesía como un punto de encuentro, no sólo con el resto de las personas, sino con uno mismo”.

Antonio Machado amigo personal de Berrueta al que tenía como gran pedagogo por entonces era profesor de francés en el Instituto de Bachillerato que se encontraba instalado en la Antigua Universidad baezana y defendía a los jóvenes como los “garantes de reformar cultural y políticamente España”, algo que, a su juicio, explica su interés por Lorca, como se demuestra un año más tarde, en 1917, cuando ambos poetas se encuentran de nuevo en Baeza, en el Casino de los Artesanos, donde Machado recita 'La tierra de Alvargonzález' y Lorca toca el piano obras clásicas y composiciones propias de marcado carácter andaluz.

Para el docente granadino, el encuentro con Antonio Machado, unido a algunos acontecimientos, como la negativa de los padres de Lorca a pagarle estudios de música en París y la muerte de su profesor de piano, Antonio Segura, serán los que le inciten a sustituir la música por la poesía, como queda reflejado en la obra de su hermano Francisco García Lorca, 'Federico y su mundo' que señala que desde ese encuentro de 1916, empieza a escribir de una manera ávida.

También Baeza sería motivo de inspiración de Lorca por decantarse por la poesía ya que como ha recordado García Montero en el primer libro que escribe Lorca en 1918, 'Impresiones y paisajes' la ciudad jiennense y su patrimonio arquitectónico son una figura recurrente como muestra del “paradigma simbolista que caracterizaba al poeta granadino en esa época”, donde Baeza es una ciudad bella “por su melancolía que se opone a la vorágine industrial de otras ciudades como la Granada de entonces.”