Rulo y la Contrabanda: “Me veo como un keniata de los duros en una maratón”

Después de un lustro “desfondándose” para convertir Rulo y la Contrabanda “en una marca” con el peso de su pasado en La Fuga, Raúl Gutiérrez decidió respirar y “vivir con mayúsculas” durante un tiempo para volver a la música con fuerzas renovadas y con su primer disco de temas inéditos en cuatro años.

“Si te tomas la música como los 100 metros lisos y vas de Usain Bolt, pensarás siempre que estás perdiendo. Yo me veo más como un keniata de esos durísimos en una maratón”, afirma el músico cántabro en una entrevista con Efe a propósito de cómo ha decidido tomarse su carrera y la grabación de su tercer álbum de estudio.

Dos años, los transcurridos desde la salida al mercado del álbum en directo “Una noche en el castillo”, dedicó a componer desde la calma “El doble de tu mitad” (Warner Music) y, de ellos, dos meses para grabar y maquetar las nuevas canciones en su primera experiencia junto a Carlos Raya.

“Me planté en su casa con la guitarra yo solo. Le dije: 'Funciono por corazonadas en la vida y en la música y quiero que seas tú el productor'. No es del tipo que quiere lijar y pintar, sino el que da el último barniz, el que produce a Quique González y consigue que huela a Quique González”, subraya Gutiérrez, que se permitió lujos como aplazar sesiones si la voz no estaba bien ese día.

La necesidad de dejar que el álbum agotara sus tiempos y de buscar las mejores canciones posibles le llevó incluso a posponer la salida del disco en mayo y a cancelar nada menos que 30 conciertos cerrados para este pasado verano.

“Me gustan los discos con esquinas, no esos en los que a la sexta canción ya has perdido la cuenta”, afirma el músico, que en los últimos pasos de la grabación se encontró con cortes como “Mi vida contigo era un blues” o “Me quedo contigo”, un tipo de canción nuevo en su producción, con un estribillo muy Alarma que considera su “humilde homenaje” al malogrado Manolo Tena.

Exceptuando las “sombras” que imponen “Tu alambre” y “Días dorados”, justo las piezas que lo abren y lo cierran, este “El doble de tu mitad” se caracteriza por un mayor “punto de luz y frescura”, sobre todo en las siete primeras, frente al “poso” de las cuatro del final.

“No son exactamente canciones que celebren el amor, porque hay mucha guerra dentro, al fin y al cabo esas dos cosas son lo mismo. A todos nos gusta que nos metan caña”, considera sobre este trabajo dedicado “a M con devoción”.

Y aunque se declara poco amigo del concepto de “single”, reconoce la importancia de cortes como “Noviembre”, su preferida, o de “La reina del barrio”, que es “la más emocionante” para el público.

Este “carpintero de canciones” rehúsa llamarse a sí mismo escritor, aunque en la actualidad prepara un libro que no tiene fecha de salida y que llevará por título “Días de rock and roll (un alto en el camino)” y que aspira a ser “una radiografía de la música con un pelín de humor”.

“Es un poco pretencioso llamarlo autobiografía con 37 años, pero también es cierto que llevo 23 de ellos cantando”, señala.

Feliz y apabullado por sus seguidores, que agotaron todas las entradas de su próximo concierto en La Riviera de Madrid el 17 de diciembre, dos meses antes de su celebración, aguarda ahora con más nervios la nueva fecha en la capital, el 23 de marzo en el formato Box del Barclaycard Center (antiguo Palacio de Deportes).

Agotadas también están las entradas para el concierto del 4 de noviembre en la sala Rock City de Valencia, inicio de esta gira en la que recuperará el toque “eléctrico” y “la cara A” de su repertorio. Le seguirán otras paradas importantes en Barcelona (sala Barts, 5 de noviembre), Bilbao (sala Santana, 11 de noviembre) o Sevilla (sala Custom, 19 de noviembre).