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Francisco de la Torre (PP): “Mariano Rajoy tiene un déficit de contacto con la calle”

Francisco de la Torre.

Olga Granado / Fernando Vicente

Gobierna la sexta ciudad por población de España y es, de hecho, el único alcalde que conserva el PP en municipios de más de 500.000 habitantes tras su debacle en las elecciones municipales de 2015. Francisco de la Torre lleva desde 2000 como alcalde de Málaga y como tal quiere seguir después de haber rechazado la oferta del presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno, para encabezar la candidatura al Congreso de los Diputados por la provincia. Se resiste a ceder el testigo en el momento en que está saboreando los frutos de tantos años de gestión, como deja entrever con orgullo durante esta entrevista en la redacción de eldiario.es/andalucia.

Rechazó la propuesta de su líder. ¿No midió bien Juan Manuel Moreno lo que le estaba ofreciendo?

Dije que no, efectivamente, a una propuesta que me honra mucho, pero mi compromiso con la ciudad es muy firme y para cuatro años. Si la salud y el afecto de los malagueños me acompañan, cumpliré ese compromiso. Trato de ser coherente con lo que dije.

Pero, ¿era consciente de que la negativa iba a ser leída en términos de desautorización hacia Juan Manuel Moreno, cuando además su liderazgo parece cuestionado?

No. Yo reconozco el honor por la propuesta, pero soy coherente con mi compromiso. El partido no cabe duda de que tenía un problema. Tenía que cubrir el número 1 tras la salida de José María García Urbano [alcalde de Estepona], y por eso me lo propuso. No hay más cuestión. Está ya resuelto perfectamente con Carolina España.

En una conferencia reciente en Sevilla a Juan Manuel Moreno le pidieron que quitara a “las camisas viejas” del partido. ¿Se considera usted camisa vieja?

No sé en qué contexto se dijo. No puedo pronunciarme. En un partido tiene que haber todo tipo de edades y de generaciones. Lo importante es que la gente sea preparada, comprometida, honesta... La edad es lo de menos.

Es usted un poco el último mohicano, ¿no? El único de los alcaldes del PP en las grandes ciudades que perdura. De hecho, precisamente por las listas de las elecciones generales del 20 de diciembre, renunciaron los de Almería y Jaén.

¡Que le gustan a los periodistas esas cosas! Esos alcaldes optaron por las Cortes Generales. Es una opción y la respeto.

Era quizá lo que el presidente del PP-A esperaba también de usted, ¿no?

[Elude la pregunta] Venimos de un recorrido en el que hemos saneado las arcas municipales. Pagamos a los proveedores en 20 días. Es cierto que es distinto ser alcalde sin mayoría absoluta. Pero estamos impulsando la ciudad a espacios de prestigio y de vanguardia. En estos últimos meses Financial Times la consideraba una de las más interesantes del mundo para invertir en ella. En el New York Times aparecía como uno de los 52 destinos -uno por semana- para visitar en 2016. En el Eurobarómetro somos la única ciudad española en el ranking de las 10 primeras por satisfacción de sus habitantes... Cuando todo eso se está produciendo...

Digamos que entonces es como decir “con todos estos logros, ¿cómo me voy a ir?”

No. No es tanto eso. Sino simplemente es que estamos en condiciones de no tener que estar luchando para pagar a los proveedores, sino de emprender nuevas estrategias que consoliden la marca Málaga como una ciudad referente en cultura, innovación... Es que nos llueven los ejes [ríe]: el eje Sevilla-Málaga, se suman Córdoba y Granada...

No hace mucho dijo que era “casi imposible” que volviera a ser candidato a la alcaldía en 2019. ¿Por qué “casi”?

Ya llegará el momento de verlo más claro. Es difícil. En principio no lo veo, pero es un tema en el que hay factores que no dependen tanto de tu voluntad. Depende de si te sientes bien y útil. De cómo te vea también la gente. Yo no estoy en esa posición mental de que pueda serlo entonces. Mi compromiso son estos años.

Estamos en precampaña y Mariano Rajoy volvió a Andalucía hace unos días, incluyendo en la agenda la visita a Málaga, en un momento de tensiones tras haber cortado usted nuevamente las expectativas de Elías Bendodo (presidente provincial del partido) de relevarle en la alcaldía. ¿Fue a lidiar con eso?

No hay tensiones. Conmigo no habló de esas cuestiones. Fue una visita con una componente empresarial importante. Hay que sumarle a esto que Mariano Rajoy tiene un déficit de contacto con la calle. Vino a Málaga a compensar precisamente ese déficit.

De ahí precisamente que se esté pensando en hacer una campaña muy de calle ¿no?

Me parece acertado. Haya o no haya campaña. En la tarea del político debe haber una tendencia natural de contacto con la gente, aparte de la tarea de despacho. Eso es fundamental.

¿Entonces ha sido un error de Mariano Rajoy no tener esta perspectiva?

Yo creo que sí. Más sobre todo cuando tienes que tomar medidas que son difíciles y duras. Más todavía hay que hacerlo. Tanto Mariano Rajoy como los ministros y diputados. Toda la estructura de Gobierno.

¿Nos hemos pasado con la austeridad como dice José Manuel García-Margallo, o está usted más con Luis de Guindos?

No hay que perder de vista que estamos en un contexto europeo. Hay que hacer una política mixta. Con la austeridad necesaria, porque es insostenible una deuda que en poco tiempo sea el doble del PIB. Pero al mismo tiempo hay que tener un margen de movimiento, para aprovechar momentos estructurales e inyectar actividad en la economía. Es un tema complejo.

En todo caso, no siempre es cierto que un déficit excesivo sea una losa imposible de superar. En EEUU el déficit que dejó Ronald Reagan era tremendo y con la llegada de Bill Clinton se acabó y se llegó al superávit...

Pero la economía de EEUU tiene una capacidad de reacción y de funcionamiento del sector privado que en Europa no se da. Tenemos en cambio unas ventajas, como un estado de bienestar mejor organizado, pero claro que es más pesadote, permítanme esa expresión.

¿Ha actuado Mariano Rajoy demasiado a espaldas de los demás partidos? Se le ha achacado su incapacidad para negociar grandes políticas. Un ejemplo claro es la educación.

Si hablamos de educación tendríamos que remontarnos a los años 80. Esos primeros años en los que se daba ya por terminada la transición. Fueron claves y se tenía que haber abordado un Pacto de Estado por la Educación. Íbamos a entrar en Europa. Y luego hicimos moneda única. Si no éramos competitivos en educación, tampoco como país. Y eso es lo que no ha pasado. Tenían que haberse dado cuenta de que España, cuando iba a entrar en Europa, tenía que haberse puesto a los niveles de los socios de ese club, que nos llevaban una distancia tremenda en educación, emprendimiento, innovación... Había también que hacer un ejercicio de ética y transparencia en la política.

Sí, pero ¿se ha trabajado Mariano Rajoy su aislamiento por no intentar consensuar con otras fuerzas?

Supongo que Mariano Rajoy lo intentaría. Estaba haciendo unas políticas consensuadas con Europa, que marcaba unas pautas. El ejemplo de lo que hacía Europa debió ayudar en ese consenso. Pero el PSOE no estaba aquí manteniendo la misma postura que su análogo en Europa.

¿No vamos a ver el 26J con un panorama como el de esos meses pasados?

Los partidos históricos tienen que evaluar en qué medida son responsables de que, de dos, hayamos pasado a cuatro fuerzas. Tras el 20 de diciembre, el pacto natural e inmediato era PP y PSOE. Si el resultado se repitiera en junio, hago la misma reflexión: si la causa de que tengamos emergentes, como C's y Podemos, es consecuencia de fallos de la gobernanza del PP y el PSOE, pues tienen la responsabilidad de dar la estabilidad que necesita el país. ¿Se puede sumar otra fuerza? Si encaja, pues sí, pero la responsabilidad es de los primeros.

Reclama permanentemente más competencias para las administraciones locales, pero ninguno de los dos grandes partidos ha asumido nunca este tema.

La descentralización local también tenía que haberse abordado hace años. Soy un adalid de este tema sin éxito ninguno. Lo he intentado con los tres últimos presidentes de la Junta de Andalucía, y con todos me he estrellado. No nos han cedido una sola competencia. Es de sentido común. Tenemos las ciudades más débiles de Europa desde este punto de vista.

¿Habla sólo de Andalucía?

Es que aquí tiene más sentido que en ningún otro sitio. Tenemos ciudades con una capacidad absolutamente desaprovechada y no sólo me refiero a las capitales de provincia. Miren, en Málaga, sin tener competencias en vivienda, hemos hecho 5.000 en 10 años. La Junta de Andalucía ha hecho 50. Lo pongo como ejemplo de cómo se desaprovecha la capacidad de las ciudades para mejorar las cosas si tuvieran más autonomía.

¿Cuál es su opinión de toda la corrupción que está salpicando a su partido?

No tengo elementos de juicio para ver por qué se da este rosario de noticias: si la justicia es lenta, si es casual... Lo que es evidente es que ha habido mal gobierno. Pero sigo reclamando que la política es la tarea más noble, y que la mayoría de los políticos son honestos.

Ha dado por roto el protocolo de intenciones para el Metro de Málaga firmado con la Junta de Andalucía en 2013 ¿Cómo se explica eso?

La contestación vecinal es muy fuerte. Violencia verbal, tela, y violencia física no, pero bordeándola. Cuando se firmó el protocolo de intenciones, fue precedido de unas declaraciones de Susana Díaz en las que dijo claramente que no se harían trazados “sin consenso vecinal” [pone el audio en el que están las palabras de la presidenta]. Pero aparte no coincide con nuestro PGOU (Plan General de Ordenación Urbana). Pero se han olvidado de la línea 4 y plantean una prolongación de la 2. Eso es desde el punto de vista legal... bordeando... no sé. Los informes del Consejo Consultivo de Andalucía son muy duros en este sentido. Por eso hemos planteado que la prolongación de la 2 se haga con el metrobús, una plataforma que ocupa mucho menos espacio y causa menos daño en la calle que un tranvía. El metrobús es una oportunidad mucho más barata y que se está implantando con éxito en Europa.

Las huelgas en Limasa han sido una constante los últimos años. Ha dicho que está dispuesto a municipalizarla si su plantilla se baja el sueldo. ¿Quién va a aceptar eso?

Los vecinos saben que el personal de Limasa tiene una situación salarial superior a la media de los empleados públicos. Yo les haré ver las ventajas que tiene la municipalización. Si entrara un privado y decidiera ajustes, eso pasaría por reducción de plantilla, pero también de sueldo. Con la municipalización, en cambio, habría una garantía para esa plantilla. La manera de equilibrar el privilegio que se daría a una gente que está ganando más, metiéndola en la estructura pública por la puerta de atrás, por decirlo de alguna manera, es que haya un guiño de ellos a los demás empleados municipales, y a la ciudadanía que paga los impuestos.

El gran éxito de Málaga los últimos años está siendo la cultura...

Responde a una estrategia en la que colaboramos todos. La Junta de Andalucía también ha puesto su parte. Creo en los objetivos compartidos y que la gente crea en ellos para hacer una ciudad atractiva. También para que vea que Málaga ofrece algo que hace que valga la pena trabajar en ella, no sólo visitarla.

¿Cómo va el eje Málaga-Sevilla, que precisamente firmó cuando había un alcalde del PSOE en la capital hispalense pero no fue capaz de hacerlo con el del PP?

Tengo las cartas que mandé a Juan Ignacio Zoido pero no las he sacado a pasear por ahí. Lo que pasa es que le cogió en tránsito y no le dio tiempo a firmarlo. El eje será bueno para las dos ciudades por igual. Juntos seremos más potentes en el turismo y vamos a probarlo con una primera experiencia en una feria de turismo en Japón.

Para terminar, ¿debería irse Braulio Medel también de la Fundación Unicaja?

No tengo elementos de juicio para ese tema. Y si pudiera opinar, mi opinión no tiene ningún valor. Es un tema de las autoridades regulatorias de estas cuestiones.

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