El PP sale a la calle para acabar con el “injusto” impuesto de sucesiones y donaciones

“Hoy el PP sale a la calle para evitar que 1.000 familias malagueñas al año tengan que renunciar a su herencia por culpa de la voracidad de la Junta de Andalucía”, ha apuntado Bendodo, quien ha acudido a un expositor situado en la calle Larios acompañado por la parlamentaria andaluza Esperanza Oña y numerosos militantes de la formación para firmar en contra del citado impuesto.

En este sentido, Bendodo ha subrayado que es un impuesto “injusto” y ha rechazado el argumento de los socialistas de que sólo afecta a los ricos. En concreto, ha puesto como ejemplo que si una familia hereda un piso de 100 metros cuadrados, de características normales y valorado en 180.000 euros, “para poder quedárselo tendrá que pagar a la Junta de Andalucía 25.000 euros”.

“En Madrid y en otras comunidades habría que pagar cero, pero aquí, por el fruto del trabajo de una familia que ha trabajado toda su vida, la Junta te cobra, y muchas de ellas se ven abocadas a renunciar a su herencia”, ha criticado Bendodo, al tiempo que ha lamentado que esta “voracidad recaudadora” del Gobierno andaluz se destine a “mantener un sistema absolutamente inflado”.

Los ingresos que recibe la Junta fruto de cobrar este impuesto alcanzan los 400 millones de euros al año, lo que supone una pequeña parte de los 33.000 millones de euros anuales de presupuesto con los que cuenta el Gobierno andaluz, por lo que es “un impuesto completamente prescindible”.

Por todo ello, Bendodo ha recalcado que se inicia esta campaña con el objetivo de sumar 200.000 firmas en toda Andalucía “para que la presidenta andaluza, Susana Díaz, deje de mirar a la comunidad con arrogancia y levante el pide del cuello de la economía de los andaluces”.

Asimismo, Bendodo ha considerado que esta campaña también va a servir para “que la Andalucía real llegue a la Andalucía oficial del PSOE, que vive alejado de la calle y de sus reivindicaciones”.

Por último, ha indicado que la propuesta que hace el PP andaluz para la eliminación de este impuesto es progresiva, con la intención de no generar un desequilibrio presupuestario en las cuentas andaluzas, de tal forma que para 2016 se reduciría un 25 por ciento, al igual que en 2017 y 2018, para llegar a 2019, con una reducción del 24 por ciento y que quedara un uno por ciento residual ante la imposibilidad de eliminarlo al cien por cien.