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Opinión - El pueblo es quien más ordena todavía. Por Rosa María Artal

¿Cómo se convirtió un pequeño pueblo de Málaga en símbolo del Orgullo LGTBI?

Cedida por Antonio Carlos Alcántara

Néstor Cenizo

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De la noche a la mañana Villanueva de Algaidas, un pequeño pueblo de poco más de 4000 habitantes al norte de la provincia de Málaga se ha convertido en el símbolo del Orgullo LGTBI, cuyo día internacional se celebra este domingo. El motivo son un buen puñado de banderas que engalanan las calles del pueblo. Los vecinos las colgaron en respuesta a la retirada de la que se había colgado en el ayuntamiento. Villanueva de Algaidas es el pueblo que bajó la bandera arco iris de su ayuntamiento para subirla a los balcones.

¿Cómo pudo un pueblo tan pequeño sacar tantas banderas? ¿Las tenían los vecinos en sus casas? La respuesta la tiene Antonio Carlos Alcántara, 33 años, natural del Villanueva y residente en Torremolinos, donde regenta una tienda y un bar. Este lunes recibió la llamada de su hermana: el ayuntamiento había aceptado la queja de tres vecinos del pueblo para que se retirase la bandera arcoíris. El consistorio se iba a quedar desnudo de este símbolo, por primera vez desde 2018, y el joven reaccionó rápido.

Alcántara acumulaba cerca de 400 banderas de las que había hecho acopio para la celebración del Día del Orgullo en Torremolinos, donde suele poner un stand de venta. Pero de nada le servían sin celebración (cancelada por la pandemia), así que optó por darles otro uso. Entró a la cuenta de Facebook del ayuntamiento, vio las quejas de muchos vecinos por la retirada y actuó: “Se me ocurrió poner un comentario diciendo que todos los que quisieran poner una bandera me lo dijeran, y que yo el miércoles las llevaría”. La respuesta fue abrumadora.

El joven explica que tendría unas 340, y que ya no tiene ninguna. Pasó la tarde del miércoles repartiendo banderas, con la ayuda de otro chico del pueblo que sabe dónde vive cada vecino. También pusieron dos puntos de recogida. Estuvieron entregando hasta la madrugada. Cuenta que también se han agotado las que tenía el bazar del pueblo, que ha hecho un nuevo pedido. “Me están pidiendo más, y hasta quieren pagarlas, pero ya no tenemos”, comenta Alcántara, que calcula que ahora mismo hay desplegadas más de 500 banderas arcoíris. En los balcones, en las tiendas… Villanueva de Algaidas es ahora un pueblo multicolor.

Retirada del ayuntamiento por la denuncia de tres vecinos

Juan Cívico, el alcalde (PSOE) está encantado. Como Alcántara, lleva toda la mañana del viernes atendiendo a medios de comunicación. Hasta de Argentina les han llamado. “Esto es muy bueno para el pueblo, prefiero que sean estas noticias a que sean desagradables”, dice el alcalde. Cuenta que fue una pareja de la Guardia Civil la que le comunicó que tres vecinos del pueblo se habían personado en el cuartel para pedir que retirase la enseña arcoíris del balcón, donde llevaba tres días puesta.

Estas tres personas habían alegado que existe una sentencia del Tribunal Supremo, conocida hace unos días, que establece que no pueden utilizarse banderas no oficiales “en el exterior de los edificios públicos”. Dice el Alto Tribunal que esto no es compatible con la Constitución y con “el deber de objetividad y neutralidad de las Administraciones Públicas”.

Pocos días después, el concejal no adscrito presentó una queja similar, y el alcalde cedió. Cívico consultó con “los organismos públicos del Estado competentes” (no aclara cuáles), que le recomendaron retirarla: “Para qué te vas a complicar… Ante la duda lo quité. No queremos polémica, no pasa nada, hay que acatar la ley y procedimos a retirarla”, relata.

Pocos minutos después de comunicar la noticia de la retirada en el muro de Facebook del ayuntamiento, los vecinos ya anunciaban su particular boicot: serían ellos quienes pondrían las banderas en sus balcones. “Se lía la polvareda, porque las redes sociales corren que da gusto. Para eso son muy buenas… y también pueden ser muy malas. A los cinco minutos ya estaban con que habíamos quitado la bandera”, cuenta el alcalde.

“Yo me siento orgulloso de que el pueblo levante la voz ante la intolerancia, desigualdades y la injusticia. Esto no hace mal a nadie. Siempre dentro de la ley”, señala el alcalde, consciente también de que esta acción, espontánea y sin impulso oficial, ha colocado al pueblo en decenas de medios internacionales con una imagen muy positiva. Ya el año pasado los vecinos eligieron por votación popular una portada del cuadernillo de la feria que mostraba a dos mujeres de la mano, vestidas con un traje folclórico y con una pulsera con los colores de la bandera arcoíris.

El alcalde invita a conocer el lugar, muy alejado del turismo de sol y playa con el que se asocia a la provincia de Málaga. Villanueva está a una hora de Torremolinos, precisamente una de las semillas del movimiento LGTBI en España. “Este es un pueblo acogedor, tenemos mucho encanto, y las personas de aquí somos muy hospitalarias para acoger a quienes quieran venir”, dice.

Gracias a este asunto, también él ha conocido mejor a sus vecinos: “Nos hemos dado cuenta de que este es un pueblo solidario, que levanta la voz ante las injusticias”. “Te das cuenta de que el pueblo es tolerante, abierto, y respetuoso con la diversidad”, remata Alcántara, el joven que consiguió que todo el pueblo se volviera arcoíris.

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