Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El PSOE apura por cerrar el voto positivo de Ciudadanos a Susana Díaz

El PSOE de Andalucía acepta el pacto anticorrupción de Ciudadanos

Manuel Ramos

Nicolás de Maquiavelo, en la biblia de la que se ve no tan vieja política que es El Príncipe, sentencia: “Una regla general que rara vez o nunca falla: que el que ayuda a otro a hacerse poderoso causa su propia ruina”. Frank Underwood, el maquiavélico protagonista de la serie House of Cards que dicen adorar los de la nueva política, afirma: “Si te quieres ganar mi confianza, entonces tendrás que ofrecerme la tuya a cambio”. El temor a fortalecer al rival y la desconfianza. En esos dos parámetros parecen haberse movido los partidos andaluces en estos 75 días desde que se celebraron las elecciones autonómicas y en los que no encontraron aún la vía para posibilitar la formación de un gobierno.

Todo podría cambiar en las próximas 48 horas después de que el PSOE, en las últimas semanas, haya acercado posturas con Ciudadanos para conseguir el Sí a la investidura de Susana Díaz. En cualquier caso, la presidenta en funciones sigue sin tenerlo amarrado y ha lanzado a todos sus interlocutores un ultimátum, o se cierra un acuerdo en la próxima semana o dará por concluidas las negociaciones. El PSOE dejará entonces que se agoten los plazos para acudir a nuevas elecciones en septiembre.

El PSOE, con 47 diputados, a nueve de la mayoría absoluta pero 14 más que el siguiente grupo (PP), comenzó esta negociación convencido de que podría gobernar en solitario si obtenía la abstención del resto de los grupos. El discurso de investidura de Susana Díaz, con 135 medidas y ofertas para al resto de los grupos, ha marcado la hoja de ruta socialista.

Querían bailar con todos y de momento siguen sin salir a la pista de baile. Pero todo apunta a que en la próxima semana se verá un cambio en esta estrategia y se terminará de plasmar el 'Sí' de Ciudadanos. Interlocutores del PSOE y Ciudadanos han estado intercambiando impresiones en las últimas semanas. Susana Díaz y Juan Marín han mantenido un contacto telefónico y a través de mensajes en los últimos días. Un diálogo directo que la presidenta en funciones no ha tenido con el resto de los grupos.

Ciudadanos siempre fue la primera opción de la candidata socialista, desde la campaña electoral cuando dijo que no pactaría ni con Podemos ni con PP. El gran escollo, desde el inicio de las conversaciones, sigue siendo cómo solucionar la rápida salida de Manuel Chaves del Congreso de los Diputados, exigencia de la formación de Albert Rivera.

Juan Marín ya expuso en el debate de investidura que su grupo “no será una piedra en el camino”. El acuerdo, al menos por la abstención, se daba casi por cerrado entonces, solo a falta de la firma del pacto anticorrupción. El problema es que a la misma hora en que Marín hablaba en el Parlamento ese 5 de mayo Albert Rivera endurecía su discurso desde Barcelona, volviendo a reclamar el acta de diputado del expresidente Manuel Chaves. Es lo que exige, sostienen, la firma de su decálogo anticorrupción: “Separar de inmediato de cualquier cargo, público o de partido, a imputados por corrupción política hasta la resolución completa del procedimiento judicial”.

El desconcierto en el PSOE les llevó a decir que el pacto anticorrupción no se firmaría hasta después de la investidura. Desde el 12 de mayo no ha habido nuevas reuniones entre ambas formaciones, aunque el PSOE insistió en todo momento que mantenían contactos.

En plena campaña por las municipales, Juan Marín dejaba entrever una solución para salvar el acuerdo, una resolución rápida del Tribunal Supremo que aclarara la situación judicial de Manuel Chaves. Pero esta no llega y el tiempo se agota. En sus últimas declaraciones, de este viernes, Marín ya apunta a otra vía, un compromiso por escrito de que Susana Díaz pedirá el acta de diputado al expresidente: “Si garantiza por escrito que le va a pedir el acta sería un obstáculo menos porque ya no sería sólo una declaración de intenciones”. Una vez más la dirección nacional del partido volvió a matizar el discurso de Marín diciendo que el acuerdo no está, ni mucho menos, tan cerca.

Ciudadanos se mueve tras las elecciones municipales y autonómicas en el difícil equilibrio del que tiene la llave para abrir mandatos, de uno u otro color, en múltiples plazas.

Un diálogo estancado con PP y Podemos

Mientras, las líneas rojas del resto de partidos también han ido variando en su grosor frente a un PSOE que exige un pronunciamiento público en sus posiciones ante la investidura.

El PP ha mantenido un mantra desde la primera reunión con Susana Díaz el 24 de marzo: dejar gobernar a la lista más votada en todas las instituciones. Las negociaciones empezaron mal, culparon al PSOE de castigarles en la formación de la Mesa de la Cámara otorgándoles un representante menos del que entendían que les correspondía.

Pero el discurso popular también ha ido suavizándose una vez pasadas las municipales. El 13 de mayo suspendieron una reunión con el PSOE en el Parlamento andaluz tras publicarse un auto judicial en el que se cuestiona la adjudicación de la explotación de la mina de Aznalcóllar. Entonces mantuvieron que no habrá nuevos encuentros hasta que Susana Díaz explicara en la Cámara lo ocurrido. Aún no se ha producido. Juan Manuel Moreno, presidente del PP-A se puso en contacto con Susana Díaz tras perder la mayoría absoluta en todas las capitales andaluzas el 24 de mayo. Poco ha prosperado este intento de acercamiento. Moreno matiza que debe respetarse la lista más votada en los ayuntamientos de “al menos en algunas ciudades” pero pone un precio alto, entre ellas, Sevilla. Exige además una reforma fiscal y un paquete de medidas para activar la economía, en parte incluidos ya en el discurso de investidura de Díaz.

Podemos resume su relación con los socialistas en la táctica de la “zanahoria y el palo”, unas veces todo parece cerca, otras todo se aleja. De la “música me gusta” de Teresa Rodríguez en el pleno de investidura se ha pasado a un acuerdo casi imposible. El gran escollo está en su petición de que la Junta retire las cuentas bancarias de bancos que practiquen desahucios. El PSOE mantiene que la medida es ilegal y acusa a Podemos de incongruente asegurando que las medidas aintidesahucios propuestas por Susana Díaz en Andalucía son similares a las de Ahora Madrid y Guanyem Barcelona. Podemos reclama al menos tener el listado de las cuentas y su secretario de organización rebajó un punto la exigencia esta misma semana. Sergio Pascual matiza a los bancos “no desahucien a los residentes en Andalucía”.

Etiquetas
stats