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El lado oscuro de la ciudad que sonríe

Cádiz oculto.

Francisco J. Jiménez

Una casa palacio de noche, instrumentos musicales que suenan cuando nadie los está tocando, un mayordomo inquietante que recibe a los visitantes… Un ambiente ideal para escuchar historias de miedo y más aún si tienen como protagonistas a lugares y personas de Cádiz. Algo cercano que está siendo todo un éxito en la capital gaditana.

Se trata de ‘Cádiz Oculto’, una de las rutas teatralizadas que ofrece la empresa de gestión cultural De Ida y Vuelta, que se ha encargado de poner en valor lugares emblemáticos de Cádiz como el Castillo de San Sebastián o de divertir a la vez que se instruye en eventos como el Bicentenario de la Constitución de 1812. Ahora, cada viernes y por tiempo indefinido, ofrece ahora los misterios y leyendas de Cádiz.

Y lo hace basándose en el ‘Cádiz oculto’ del escritor gaditano José Manuel Serrano Cueto, que reunió en dos libros algunas de las historias de terror que circulan por la Tacita desde hace décadas. Casas encantadas, fantasmas, alienígenas, monstruos marinos, milagros… “Yo no he tenido que supervisar nada porque en el fondo hablan de leyendas muy conocidas en Cádiz. De hecho han tenido la deferencia de citarnos como fuente, pero podrían no haberlo hecho porque las historias son populares. Consiguen una atmósfera muy de peli Hammer o de relato de Poe, algo clásico. No es terror a base de golpes de efecto”, destaca Serrano Cueto.

De Ida y vuelta es una empresa gaditana que cumplió diez años de vida en 2014 y que está triunfando con esta iniciativa. Las hermanas Ana María y Paula Del Corral ya disfrutaban contando historias de miedo con sus amigos y ahora lo hacen para el gran público. “Contamos historias de misterio, leyendas de Cádiz. Se hace un recorrido por la distintas habitaciones del palacio de los Aramburu, contando y recreando algunas de sus historias, que los gaditanos tienen en su imaginario. Las visitas tienen mucho éxito y hay que destacar que no se van a encontrar la casa del terror, pero sí una atmósfera inquietante. Van a conocer todas las historias de Cádiz”, ensalza Ana del Corral.

“Queremos que sea el plan perfecto por Cádiz para conocer esas historias después de merendar o antes de tapear con los amigos. Huimos del susto. Preferimos crear una atmósfera especial que envuelva al visitante, que evoque o recree al Cádiz de los siglos XVIII y XIX”, añade Paula. La Casa Aramburu es una de las históricas fincas del casco antiguo de la ciudad. Un palacio de estilo isabelino que se levanta desde el siglo XVIII en la plaza de San Antonio. Un escenario inmejorable para crear la atmósfera adecuada.

Serrano Cueto destaca lo mágico que hay en Cádiz. “Estamos lejos de poseer la mitología del norte y curiosamente el mar no está muy explotado como generador de monstruos, pero sorprende la gran cantidad de fenómenos que parecen ocurrir aquí, aunque muchos sean realmente endebles. En el apartado ufológico sí que estamos en una provincia agraciada, sobre todo en el Campo de Gibraltar. Dicen que es una zona caliente. De todos modos, yo creo que una ciudad como Cádiz, llena de luz y gracias, tiene otro reverso, más oscuro y tenebroso. De ahí pueden surgir verdaderos monstruos”.

“Cualquier ciudad tiene decenas de historias de este tipo, pero lo que las hace especial en Cádiz es precisamente su marco. Es curioso que una ciudad tan alegre, divertida, con ese punto siempre positivo, esconda ese otro lado oscuro, oculto, de fantasmas... Es una ciudad viejita y, lógicamente, ha dado para muchas leyendas. Todas las casas antiguas, sean palacios o no, son proclives a las leyendas. Si son edificios históricos más aún, ya que tienen pasado y a veces el pasado se distorsiona en este sentido. En esos edificios es muy fácil sugestionarse”, reconoce el autor.

Y lo más curioso es que se trata de un escéptico: “Mis dos libros, Cádiz oculto y Cádiz oculto 2, están cargados de humor y distanciamiento. Soy más cineasta que escritor de lo paranormal y a mí me interesan estas historias como meros relatos, mera ficción”.

Las ánimas de la Casa Cuna destaca en el primero de sus libros. Trata sobre cómo unos niños que vivían en un hospicio de la ciudad fueron víctima de la gran explosión que sacudió Cádiz en 1947. Cuenta la leyenda que, años después, los llantos de los niños seguían oyéndose por la noche.

Es sólo un ejemplo porque De Ida y Vuelta guarda con celo lo que va a suceder en cada sesión teatral. No se dan pistas ni trascienden imágenes. Todo encaminado a que sea una sorpresa y que el visitante se vea envuelto por la magia de un lugar especial y por unas historias que ponen los pelos de punta. Pero con el más puro estilo gaditano.

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