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Donde los murciélagos reciben al visitante

La Cueva de los Murciélagos cumple 25 años abierta al público. (Foto. Turismo de la Subbética)

Carmen Reina

Fue el 21 de marzo de 1991, hace ahora 25 años, cuando quedó abierta al público una de las cuevas más particulares de Andalucía, la Cueva de los Murciélagos en Zuheros (Córdoba), que lejos de ser una mera oquedad en los montes de la Subbética cordobesa, aúna un notable valor de tipo natural, así como de carácter antropológico e histórico ya que estuvo poblada desde el Paleolítico hasta la Edad de Bronce. Su visita, no obstante, está delimitada por los anfitriones que le dan nombre, ya que en las salas más profundas de la cueva habitan diversos tipos de murciélagos, los pequeños mamíferos inquilinos de esta cavidad que forman parte de una especie protegida.

Declarada Monumento Natural, la Cueva de los Murciélagos se encuentra a cuatro kilómetros del pueblo de Zuheros y está situada en la parte más alta de los montes de su entorno que pertenecen al Parque Natural de las Sierras Subbéticas. Su historia se remonta al Paleolítico medio, fecha en la que se inició su ocupación por el ser humano que la utilizó hasta la época romana. Según los estudios, su origen se debió a una gran fisura y desplome de la roca, donde el discurrir del agua por materiales calizos propios de la zona originó pequeños lagos y espectaculares formaciones kársticas en su interior.

Esta cueva constituye un yacimiento de gran importancia al ser el primero en Andalucía con arte del Paleolítico superior, lo que propició su declaración también como Bien de Interés Cultural (BIC). El visitante puede adentrarse en este espacio en un recorrido por una cueva que llega a tener casi mil metros de altura. Allí, se ofrecen a primera vista las formaciones kársticas, estalactitas y estalagmitas, donde destaca una gran estalactita que popularmente se conoce como ‘el espárrago’, además de la ‘sala del órgano’, con una pared repleta de llamativas figuras rocosas.

La visita discurre así por varias salas y corredores donde se pueden observar pinturas representativas de caballos, osos y ciervas del Paleolítico, además de figuras de personas y cabras esquemáticas que datan del Neolítico. De aquella presencia humana, en la cueva también se encontraron vestigios como útiles varios, huesos y cerámica roja de almagra, que actualmente se pueden ver en el Museo Arqueológico de Zuheros, junto al castillo de esta localidad.

Este museo permite tener contacto con la realidad histórica y natural de la Cueva de los Murciélagos. Allí, a través de paneles y reconstrucciones de varias zonas del interior de la cueva, se ofrece la historia de la misma, acompañada de una exposición permanente de los restos arqueológicos que fueron hallados en su interior y que sirven para ilustrar el modo de vida de los humanos que habitaron la cueva desde la Prehistoria. Y, junto a ello, el visitante encontrará la interpretación específica sobre el origen del karst y las formaciones rocosas, además del modo de vida de los murciélagos, unos peculiares seres que habitan entre las grietas de las rocas, dotados de un sistema especial que les permite ver en la más absoluta oscuridad.

La situación de la cueva en lo alto del monte, además, permite desde su exterior unas vistas privilegiadas del entorno en la Sierra Subbética, junto al castillo de Zuheros, una pequeña localidad de estampa blanca con apenas 800 habitantes que figura en el listado oficial de ‘Los pueblos más bonitos de España’.

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