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Los partidos perfilan sus estrategias ante el inminente adelanto electoral en Andalucía

Asistencia dispar en los puntos de votación de L'Hospitalet de Llobregat

Olga Granado

La cuenta atrás para las elecciones autonómicas parece estar a punto de empezar, toda vez que se espera que el lunes se anuncie la convocatoria para el 22 de marzo, prácticamente un año antes de lo previsto y después de que el pacto entre el PSOE-A e IU sólo haya conseguido aprobar en el Parlamento de Andalucía dos de las 28 leyes que prometieron en el mismo: la Ley de Transparencia y la Ley de Transexualidad mientras que otra mitad está en tramitación. En este contexto, el Gobierno de la mayoría de izquierdas que se pactó como garantía para mantener el estado de bienestar de los andaluces hace ahora aguas. La única que puede autorizar y decidir del adelanto electoral, la presidenta Susana Díaz, será también el “enemigo” a batir, especialmente para el PP-A y Podemos, pero también para una IU que asegura estar “decepcionada”.

Los tres candidatos de los partidos con representación en el Parlamento de Andalucía se enfrentan por primera vez entre ellos y al voto de los andaluces y andaluzas. Susana Díaz parte como favorita según las últimas encuestas; Juan Manuel Moreno como presidente del PP-A todavía parece no haber solucionado los problemas de liderazgo en su partido y de conocimiento de su persona; y Antonio Maíllo, igualmente poco conocido según las encuestas, tendrá que tirar del sello que IU ha puesto a esta legislatura. En medio, un elemento que puede distorsionar el escenario: Podemos, obligado a montar una candidatura con prisa en la que todavía no está garantizado que vaya encabezarla Teresa Rodríguez, que es la que había dado el primer paso para la secretaría general. 

Si ya estaban todos calentando para la precampaña por las elecciones municipales de mayo, y pretendían explotar el 28 de febrero Día de Andalucía, este volantazo en el calendario va a obligar a los partidos en liza a repensar los tiempos y perfilar sus discursos para pasar a la ofensiva. En este contexto, dentro de muy poco, casi siempre en febrero,se dará a conocer el Estudio General de la Opinión Pública de Andalucía (Egopa) de invierno que elabora el Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía, que arrojará la radiografía más cercana en fecha a los posibles resultados autonómicos. Nadie cree que vaya a dar mayoría absoluta a ningún partido, pero el PSOE-A confía en mantener el nivel que le dio el Egopa de invierno de 2014, cuando era la primera fuerza en intención de voto, por delante de un PP-A desinflándose y una IU manteniendo el tipo. Aunque entonces aún no había datos de Podemos. 

El paro y la corrupción se perfilan como elementos recurrentes de la campaña, en la que, a grandes rasgos, el PSOE-A justificará el adelanto electoral en la “inestabilidad” e intentará proyectar la imagen de su opción como garantía del estado del bienestar capaz de hacer resistir a Andalucía como una isla en medio de tanto recorte en el resto del país.

El PP-A incidirá en el mensaje de que a Susana Díaz no le importa Andalucía sino que ha calculado la fecha en función de sus interesas de partido; también se espera que utilicen las próximas declaraciones en el marco del caso ERE en el Supremo, si se llegan a producir.

IU es previsible que haga pivotar su campaña sacando pecho de las políticas más avanzadas de esta legislatura, pese a unos socios a los que no consideran dignos de su confianza y a los que harán responsables de la ruptura.

Todos salen a ganar. Es lo que dicen oficialmente. Pero todos saben que la mayoría absoluta es más difícil que nunca. Estas son las claves en los cuatro a los que todas las encuestas dan representación:

PSOE-A

Susana Díaz es su baza. Díaz ha conseguido construir un pefil fuerte como la primera mujer presidenta de Andalucía, la que se echa el partido a sus espaldas, la que habla como la gente de la calle. Si hay un adelanto electoral es porque las encuestas les dan mayoría -no absoluta- y un resultado por rentabilizar para las posteriores elecciones generales. Da igual que el PSOE-A pierda votos con respecto a 2012. Si es el que gana, colocará a Susana Díaz dentro y fuera de su partido en una importante posición de poder. En contra: lo que algunos analistas consideran la debilidad de su mensaje para romper con IU, y sobre todo la corrupción con la sombra de los ERE (y más si se producen declaraciones nuevas) y el caso de los Fondos de Formación, que van a utilizar sus rivales para minar su apuntalada figura. Además será la primera ocasión de medir en las urnas el efecto podemos.

La idea es defender que durante esta legislatura se ha hecho mucho pero que se podría haber hecho más con una mayoría absoluta y con el apoyo del Gobierno Central: lo primero es lo que van a pedir a los ciudadanos, para garantizar la recurrente “estabilidad”; lo segundo, servirá para afianzar el discurso nacional del PSOE y para intentar transmitir la ya usada otras veces imagen de la Andalucía castigada. En esta línea, el tema del empleo se expondrán los últimos datos en los que Andalucía lidera el crecimiento, pero sin triunfalismos, porque todavía no se ha conseguido bajar de la cifra del millón de parados. Pero se vinculará esto con los planes puestos en marcha en la era Susana Díaz, con más de 1.000 millones de euros invertidos, frente a un Gobierno de la Nación que sigue negando el plan especial de empleo a la comunidad autónoma.

Precisamente, sobre el PP y el Gobierno de la Nación caerán buena parte de sus dardos. Ya lo decía este jueves el portavoz parlamentario del PSOE-A, Mario Jiménez: los populares tiene “miedo” a un adelanto electoral. “En tan sólo 48 horas han salido a la palestra seis ministros del Gobierno de la Nación y dos presidentes de comunidades del PP-A para criticar” el posible adelanto electoral. Podemos también se perfila como objeto de las críticas, con un discurso cuya munición ya tienen tras la visita de Pablo Iglesias: “otro que viene a insultar a los andaluces”, decía Mario Jimenez.

LA CIFRA: 8 de cada 10 euros del presupuesto autonómico de 2014 son para políticas sociales.

PP-A

En el partido más votado en 2012 reconocen que su fuerza principal no es tanto su presidente, como en sus alcaldes (que gobiernan en las ocho capitales de provincia y en la mayoría de las grandes ciudades) y es una carta que van a usar. Su presidente sabe que es difícil mantener el logro de Javier Arenas -el mejor resultado de su historia- pero creen que perderán menos diputados que el PSOE-A. Renegarán también de un adelanto electoral que los populares daban por hecho para el otoño de 2013 y que pedían con insistencia en el de 2014. En contra, claramente tendrán que sufrir el primer envite del voto de castigo por las políticas de Mariano Rajoy.

El PP-A centrará su ofensiva en la, a su juicio, nula gestión de estos tres años de legislatura, incidiendo especialmente en el periodo de Susana Díaz, que entienden como más de lo mismo de estas tres décadas de PSOE-A en el poder. La corrupción y el diferencial de paro de la comunidad autónoma con el resto del país serán los ejes para sostener este discurso, unido al mensaje de una presidenta que se prepara para huir de Andalucía. En positivo presentarán, como no puede ser de otra manera, el compromiso del Gobierno de la Nación con Andalucía. Y cuentan con un votante disciplinado y fiel que no tiene muchas opciones en su franja ideológica.

Lo decía este jueves el presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno Bonilla, quien vinculaba la “huida” de la presidenta con un intento por “evitar su fracaso en las políticas de empleo”. Quiere hacer llegar a los andaluces que la presidenta los usa “como moneda de cambio” para otras pretensiones. Que se hayan conocido este jueves los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) le ha servido a Carlos Rojas, portavoz parlamentario del PP-A, para reforzar el mensaje de vacío a la hora de gestionar lo que más preocupa a los andaluces y le ha recriminado que se  estén “tirado los trastos a la cabeza” con su socio “mientras el paro está como está”.

LA CIFRA: Andalucía ha recibido casi 20.000 millones de euros a través del FLA (Fondo de Liquidez Autonómica) y del plan de pago a proveedores de Mariano Rajoy.

IU

Se enfrentan a unos pronósticos que los presentan como los más damnificados por la irrupción de Podemos, que entraría en el Parlamento de Andalucía. Se une a esto un candidato que todavía tiene que trabajar en su proyección y las consecuencias de las diferentes lecturas que se van a hacer de su paso por el Gobierno de Andalucía: han demostrado que tienen experiencia de gestión más allá de la escala municipal, pero ha dañado el discurso de ser alternativa. En contra: pérdida de peso como referencia de la izquierda osus contradicciones internas.

Con este panorama, IU tampoco huirá de conectar con los intereses personales de la líder del PSOE-A el hecho de que haya adelanto electoral. Lo ha dejado claro Antonio Maíllo, para el que “no hay razones objetivas” para una ruptura que califica de “irresponsabilidad tremenda”.

La coalición de izquierdas incidirá en que las políticas más avanzadas del Gobierno de Andalucía en esta legislatura han llevado su sello: desde la Ley de la Función Social de la Vivienda a la de Memoria Democrática (todavía en fase de anteproyecto), pasando por la de banca pública, también a medias. Y señalarán como culpable al PSOE-A y como freno para medidas como el banco de tierras, la renta básica o la garantía de mínimos vitales (luz y agua). Tendrá que marcar, como ya ha hecho en los últimos meses, sus señas de identidad frente a un Podemos al que se acusa de “indefinición”; y definir cuál va a ser su política de acuerdos pos electoral cuando el voto de izquierdas se augura fragmentado.

LA CIFRA: la intermediación de la Consejería de Fomento y Vivienda ha evitado casi 4.000 desahucios por año en Andalucía. 

Podemos

Para la nueva formación, que todavía no tiene cabeza de lista claro pese a que podría ser Teresa Rodríguez, el contrincante a batir es el PSOE-A, y especialmente su líder. Contra ella descargarán previsiblemente toda su artillería. En contra: no han definido todavía sus políticas para Andalucía y el adelanto electoral en la comunidad autónoma les pilla con el paso cambiado. El mensaje de Podemos, del que comenzaron a dar un avance el pasado fin de semana, se centra en que tras más de 30 años de gobiernos del mismo color, no puede haber democracia en Andalucía. Ellos se presentarán como garantes del empoderamiento de los ciudadanos, y en los próximos días prometen ir desvelando el programa electoral para Andalucía, donde un cambio en la economía se atisba como clave. 

LA CIFRA: más de 55.000 inscritos a este partido en Andalucía (más que afiliados -estos con cuota- tiene el PSOE-A). 

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