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La producción de aceite aumenta, entre el temor a la caída del precio y la esperanza de crear empleo

La producción andaluza de aceite de oliva "se normaliza" con 1,3 millones de toneladas, según el aforo de la Junta

Concha Araújo

Jaén —

1.611.026 toneladas de aceite de oliva es la producción estimada para España durante la próxima cosecha. En el mundo, según el Consejo Oleícola Internacional, será de unos 3 millones de toneladas. En Andalucía, se molturarán 1.312.244 de esas toneladas, cuyo valor se ha estimado en 2.240 millones de euros. Esos son los datos del aforo de la cosecha elaborados por los técnicos de la Consejería de Agricultura a partir de los muestreos realizados en toda la comunidad durante el mes de septiembre. La cifra andaluza es ligeramente inferior, un 3,76%, a la campaña récord de 2011-2012. A la cabeza de la producción está Jaén, con 715.000 toneladas –más de la mitad de la cosecha andaluza y casi el 45 por ciento de la nacional-, seguida de Córdoba (273.774 toneladas) y Granada (132.267)

Los datos los ha dado a conocer la consejera de Agricultura, Elena Víboras, quien ha evitado los alardes para limitarse a constatar que “la cosecha se regulariza y se normaliza la producción de aceite”, después de una campaña, la 2012-2013, con una caída de producción superior al 60 por ciento en Andalucía.

En la medida que suben las expectativas sobre la campaña aumenta también el temor sobre el desplome de los precios. De ahí que ninguna organización agraria haya admitido que las previsiones para Jaén -que supera en cerca de 5 puntos la producción de la campaña 2011-2012, catalogada como histórica- puedan considerarse un récord. El aforo admite un margen de error del 10 por ciento y a él se han aferrado todas las organizaciones. COAG incluso apunta una cifra de producción nacional que no va más allá de 1,3 millones de toneladas. Apelan al retraso en la maduración del fruto que reducirá el rendimiento graso -que ahora los técnicos sitúan en el 22,15%- si no llueve antes de la recolección.

Los productores refieren un mismo dato: el aceite almacenado a 30 de septiembre apenas superaba las 300.000 toneladas. Un “enlace ajustado”, en palabras del director-gerente de FAECA, Rafael Sánchez de Puerta, que intentarán utilizar a su favor para que los precios no caigan en picado. Desde su punto de vista no hay que perder la perspectiva de que la cosecha en países competidores del entorno (Grecia, Italia, Túnez o Turquía) se prevé inferior, por lo que los productores españoles deberían “aprovechar la buena cosecha para ver si podemos defender los precios”.

En ese camino, organizaciones como UPA, en la misma línea que el gobierno andaluz, apuestan por la concentración de la oferta. La atomización de la oferta y la concentración de la demanda hacen que sea la segunda la que imponga los precios “no obedeciendo a las cifras de aceite en el mercado, que van a ser menores que las de hace dos campañas, y sí a sus políticas de intereses comerciales, que utilizan el aceite como un producto reclamo” al venderlo por debajo de su precio de producción, ha dicho Agustín Rodríguez, secretario general de UPA-Andalucía para apelar a la fusión de almazaras en grupos de venta.

Que se cumplan las leyes de la oferta y la demanda

Para COAG esa es una salida pero también reclama, a corto plazo, “que Competencia haga sus deberes y que se cumplan las leyes de la oferta y la demanda, que no se están cumpliendo”, ha dicho Juan Luis Ávila, secretario de la organización en Jaén. El gerente de ASAJA en Jaén, Luis Carlos Valero, ha reclamado del tribunal que persiga “a los grandes defraudadores, por concentración de la demanda, que no lo hace; se atreve solo con el sector agrario, que debería estar exento por ley”. También ha insistido en que la alta producción pondrá a prueba si los mecanismos de regulación que permite Bruselas -el almacenamiento privado, es decir, las subvenciones para retener aceite cuando el precio cae por debajo del coste de producción- son suficientes.

Una esperanza para el empleo

La recuperación de la cosecha abre, por otra parte, una esperanza para el empleo: 23,5 millones de jornales en Andalucía, el 40 por ciento del empleo agrario que se genera en la comunidad vendrá de la mano de la campaña de aceituna. Sólo en la provincia de Jaén se generarán 6,7 millones de peonadas. Tanto UGT como CC OO valoran lo que significan esos datos en la provincia que ostenta la mayor tasa de paro del Estado. Sin embargo, advierten del peligro que puede entrañar que haya “mucha mano de obra disponible, porque cuando esto sucede, algunos empresarios lo utilizan para bajar las condiciones sociales y salariales”, ha subrayado Antonio Marcos, de UGT.

CCOO explica que de una cifra de jornales como la prevista en Jaén (cercana a los 7 millones) deberían deducirse casi 4 millones de “jornales efectivos” porque una parte se considera “de buena vecindad”, es decir, trabajados por el entorno familiar del empresario y no sujetos a cotización. Sin embargo, la experiencia dice que las peonadas efectivas suelen ser menos. Este sindicato va a proponer un acuerdo entre los ayuntamientos, la Diputación Provincial, la Guardia Civil y la Inspección de Trabajo para asegurarse del “cumplimiento estricto de la normativa laboral”, ha señalado Mariano Chinchilla, de CC OO-Jaén.

En esa línea insistirán en que se crucen datos entre Hacienda y la Seguridad Social para ver si existe concordancia entre las cosechas declaradas por los empresarios y los jornales que declaran, porque “hay trabajadores que echan 40 ó 50 jornales, pero sólo los dan de alta 10 ó 15. Ese es el verdadero fraude”, sentencia Chinchilla.

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