La reconstrucción 2.0 del futuro profesional a los 50

“Yo no me había planteado nunca el futuro porque ya lo tenía. Me encontraba desorientada, totalmente perdida.”. María José Márquez, delineante, había trabajado 33 años en empresas de la construcción con una estabilidad laboral que nunca le había hecho pensar en que un día todo cambiaría y se vería en paro. La burbuja inmobiliaria le estalló en medio de su vida sobrepasados los 50 años. Cuando muchos comienzan a hacer planes para su jubilación, a ella le tocó empezar de nuevo, reconstruir su vida y ese futuro que nunca se había planteado.

María José es hoy una de las usuarias de la Lanzadera de Empleo Andalucía Emprende que el Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE) tiene en Córdoba. Hasta allí llegó después de rehacerse del golpe de perder su empleo tras la quiebra de la empresa de construcción en la que trabajaba y –cuenta- empezó a marcarse su nuevo camino.

“Yo me he encontrado con los límites de mi edad y con mi experiencia en un sector (la construcción) que ahora mismo tiene unas perspectivas nulas”, relata sobre su punto de partida. Pero después de analizar esas debilidades, supo ver también las fortalezas personales y de su experiencia profesional de las que sacar partido para un proyecto de futuro. María José ha apostado por renovarse en el campo donde le avalan más de tres décadas de trabajo, dándole un giro a su perspectiva laboral y haciéndose fuerte en el trabajo a través de internet.

“He aprendido a utilizar las redes sociales desde el punto de vista profesional, a montar un negocio online y por ahí voy a enfocarlo todo”. María José habla con seguridad del proyecto que ha dado a luz durante los seis meses de su labor en la Lanzadera de Empleo y en el que está volcada ahora.

Y es que esta delineante que ahora traza los planos de su futuro profesional, va a poner en marcha –utilizando las herramientas de un blog- una herramienta donde volcar y ofertar toda su vida profesional. “Delineantes sigue habiendo y siguen trabajando. Pueden necesitar la experiencia que yo tengo y yo les voy a ofrecer la información y conocimientos que mis treinta años de trabajo me han dado”, dice ilusionada.

Solidaridad e intercambio de conocimientos

Lo cuenta mientras maneja el ordenador donde trabaja en sus ideas, donde hace consultas y va configurando su proyecto que liga ahora a internet, como algo que no existía en su vida profesional cuando comenzó a trabajar y que, ahora, sin embargo, es su apuesta para que se convierta en su tabla de salvación laboral.

María José anda ahora metida de lleno en los últimos flecos de su proyecto profesional mientras apura su estancia en la Lanzadera de Empleo. De allí, valora “la solidaridad y el intercambio de conocimientos” recibido de sus compañeros, el aprendizaje personal para poder virar el rumbo de su vida profesional y, sobre todo, saber que, pese al límite de sus 53 años, no se ha encontrado sola para buscar su nuevo camino.

Las competencias y habilidades desarrolladas en este tiempo le valdrán ahora para poner en marcha su proyecto de autoempleo. Tiene claro que su estos meses le han servido para “aportarme ideas nuevas y abrir puertas para otras posibilidades de empleo, como emprendedora”, aunque, como recuerda, no se cierra a trabajar en una empresa ajena “pero la cosa está muy mal” en su sector.