Donación de órganos: récord de generosidad

Monumento a las donaciones de órganos en el Hospital Virgen del Rocío

Carmen Pérez Acal

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El recibidor del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla está a rebosar. En él se congregan las decenas de personas que han sido protagonistas, de una manera u otra, de la donación de órganos. El motivo de esta reunión es la celebración del Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos que celebra la generosidad a estas personas.

Son receptores, donantes y familiares de donantes. Junto a ellos hay un árbol pintado que ocupa una de las paredes laterales del hall del hospital general. Es un monumento a los donantes y, en este caso, la intención es llenarlo de hojas (una por cada donación). A él se acercan personas de todas las edades para pegar la suya. Unos lo hacen con alegría y orgullo, otros notablemente emocionados y algunos prefieren hacerlo acompañados de los enfermeros que han estado junto a ellos en todo su proceso hospitalario.

El equipo médico, que también ha acudido al acto y que va a ser galardonado por su labor por las distintas asociaciones de trasplantados, se abraza a los familiares entre aplausos y lágrimas.

Luís Martín es el Coordinador de Trasplantes de Sevilla y Huelva. Es uno de los autores del protocolo andaluz de donación en asistolia, que consiste en realizar trasplantes de órganos provenientes de personas que tienen una parada cardiaca. En su labor como médico en este área ha podido observar cómo el número de donaciones se ha incrementado exponencialmente. Por eso presume de que, en lo que llevamos de año, en la provincia de Sevilla se han asistido 45 donaciones de órganos, un dato que está muy por encima de la media nacional y que sitúa al hospital en el primero de la comunidad y en uno de los que están a la cabeza en España en donaciones de órganos. Según afirma el coordinador, “nueve de cada diez sevillanos dicen sí a la donación y nosotros no podemos hacer otra cosa mas que dar las gracias por esto”.

Junto a él se encuentran Manuel Molina, Director Gerente del Hospital Virgen del Roció; Felipe Pareja, Director Médico, y Rocío Pérez, Directora de Enfermería. Todos ellos destacan la “magnífica formación de los profesionales” y el papel tan importante que tienen los donantes en “su labor altruista”, sin quienes no sería posible este logro. Además, hacen hincapié en la reseñable labor de los enfermeros y enfermeras que realizan los cuidados integrales de los pacientes y que los lleva a crear un vínculo especial con ellos.

“Hacer una vida normal”

El trasplante de órganos es la sustitución de un órgano enfermo por uno sano que procede, habitualmente, de un donante que ya ha fallecido y al que se conoce, en la jerga médica, como “donante cadáver”. En otras muchas ocasiones, como en las donaciones de riñón, hay donantes vivos que deciden ceder su órgano a quien lo necesite (por lo general, un miembro de su familia). Este tipo de operaciones depende directamente de las leyes de cada país, siendo más populares en unos lugares que en otros.

Los primeros trasplantes de órganos en humanos datan de la primera mitad del siglo XX y desde entonces se han venido haciendo con mejores resultados cada vez, siendo España uno de los países que está a la vanguardia en este ámbito. La donación no está exenta de polémica. De hecho, un ejemplo es la reciente decisión del Gobierno holandés de obligar a toda la población a ser donante que suscitó rechazo entre la oposición porque consideró que el Estado no puede decidir sobre el cuerpo de los ciudadanos.

Sin embargo, en España, a tenor de las cifras récord de donación voluntaria, no parece que la polémica incida en la intención de los votantes. Es más, las personas implicadas en una donación no tienen mas que palabras de elogio. Es el caso de Eva Toro Valiente, madre de dos gemelas de 16 años, que donó su riñón hace 8 años a una de sus hijas. Desde entonces las dos pueden hacer una vida completamente normal con la única particularidad de que la adolescente debe tomar una pastilla diaria (inmunosupresor) para evitar que su cuerpo rechace el nuevo riñón. Eva se considera católica y se posiciona completamente a favor de la donación de órganos. “Yo sancionaba a quienes están en contra porque no se han visto en la situación en la que nos vimos nosotros”.

A su lado se encuentra Mercedes Eslava de Gines, que le donó el riñón a su hijo cuando éste tenía 28 años (ahora tiene 32), después de que su cuerpo rechazara el órgano de un donante cadáver. Cuenta que a su hijo le detectaron la enfermedad cuando tenía tan solo 9 meses y que hasta los 11 años no lo pudieron trasplantar. Aunque ya por aquel entonces ella querría haberle dado su riñón, no era una práctica tan habitual con donantes vivos, por eso fue trasplantado desde un donante ya fallecido. “Después de morir, el órgano no sirve y esto no solo mejora la vida del paciente sino la de su familia entera”.

Como ellas también están Catalina Veracruz, que con alegría y orgullo dice que le ha regalado su riñón a su hermano pequeño, o Mario Sánchez, que pudo recibir este mismo órgano de un donante cadáver cuando tenía 24 años. “La enfermedad provoca agotamiento y es duro no poder beber más de medio litro de agua al día, pero gracias a que me trasplantaron hace 15 años he podido hacer vida normal”.

En la actualidad, la mayoría de los trasplantes que se llevan a cabo en Sevilla y Huelva son de tipo renal: 42 el años pasado, una cifra que se prevé que aumente para diciembre de 2019. Y con ella, el número de personas agradecidas porque cada vez haya más donantes; una generosidad que va a convertir en frondoso el árbol del Hospital Virgen del Rocío.

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