Alcalá del Río reclama que se cumpla la ratio de policía local ante la “oleada” de robos

Efectos del robo en 'El rincón del sabor', en Alcalá del Río

Agustín López Vivas

Alcalá del Río —

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Alcalá del Río no tiene suficiente policía local. Es lo que opinan las empresas de la localidad y muchos de sus vecinos, que este martes se concentran delante de Ayuntamiento a las 12.00 horas para protestar por la “oleada” de robos que, aseguran, sufre el municipio. Desde 2017, según una nota de prensa del Ayuntamiento, “se han convocado cuatro plazas”. De estas, “tres se han marchado junto con otro agente que también obtuvo plaza en Sevilla” a causa, en cierto modo, de la Ley de Coordinación de Policías Locales. Esta normativa “permite la movilidad de agentes entre aquellas localidades o ciudades en las que hayan obtenido plaza”.

Así que, ahora mismo, Alcalá del Río cuenta con un oficial jefe, siete agentes —uno de ellos se encuentra en prácticas— y tres agentes guardas. Estos tres últimos son funcionarios de carreteras que disponen de unas limitaciones tasadas. Es decir, su función principal es la de velar por la seguridad en la pedanía correspondiente, pero igualmente se suman otras como la coordinación de las emergencias o la vigilancia a la entrada y salida de los centros escolares. Las cifras de agentes de esta localidad no cumplirían las recomendaciones de la Federación Española de Provincias y Municipios (Femp) que aconseja que en los municipios haya un agente local para cada 667 residentes. La población actual de Alcalá del Río, según el Instituto Nacional de Estadística, es de 12.264 personas; por lo que la plantilla de policía local incumple claramente la recomendación de la FEMP (debería rozar la veintena de agentes). En 2011, según el B.O.P de Sevilla Nº 78, se respetaba con un subinspector, 15 policías, un cabo y 3 agentes guardas. Sin embargo, este equipo, en una década, entre jubilaciones y no reposiciones, se ha visto reducido hasta llegar a la situación actual. Una situación que se agrava porque este municipio cuenta con cuatro pedanías alejadas entre sí. De hecho, fuentes municipales aseguran que los requerimientos se cifran hasta en 40 en tan solo un turno de un día cualquiera de la semana. La exigencia es alta para una plantilla reducida.

“No sé cuántas veces llamé a la policía local”

El detonante de la protesta de este martes, se puede encontrar en la historia de Juan Antonio López. Juan Antonio sufrió un robo en su establecimiento ‘Cárnicas Primores’ situado en la calle Pimienta, el 9 de noviembre, sobre las 04.36 horas. “Por las imágenes de la cámara, los ladrones sabían a lo que venían”, dice López. En apenas cinco minutos, birlaron 30 jamones, embutidos y el dinero de la caja. Para llegar a su interior, “reventaron la puerta”.

Nada más llegar, tras recibir la llamada al móvil de su mujer de parte de una vecina, lo primero que hizo fue ponerse en contacto con la local. “Una vez, dos, tres y sin recibir respuesta. No sé cuántas veces intenté llamarlos”. No le quedó otra que dirigirse a la Guardia Civil. Rápidamente, se personaron desde La Algaba en el lugar de los hechos. De mismo modo, “la Judicial también estuvo para tomar muestras que el individuo dejó a su paso”, añade el gerente. En cuanto a los municipales, “hasta las once de la mañana no llegaron”.

Este varapalo ha caído como un jarro de agua fría sobre Juan Antonio, puesto que su negocio apenas lleva tres meses abierto. “Todos son gastos al principio y un mazazo como este, que ronda los cinco mil euros, me ha roto todos los esquemas”, manifiesta. Ahora se encuentra colocando una nueva puerta de seguridad y una cancela, lo que se traduce en “más desembolso”. “Compruebo la inestabilidad que hay, me siento indignado. Parece que todos los días sucede algo, sino pinchan las ruedas de los coches o roban los catalizadores de estos, entran en una casa”, remarca.

Siete robos

El de López no ha sido el único caso. Tamara Díaz y su familia todavía recuerdan el incidente del pasado 12 de octubre, cuando un hombre quiso entrar en la cafetería ‘El Rincón del Sabor’ sobre las cinco de la mañana.

“Con una machota golpeó la puerta para así, posteriormente, forzar la cerradura y entrar hasta dentro”, recuerda la propietaria. La misión no llegó a buen puerto, puesto que la pastelería está frente a la carretera A-8006 (Avenida de la Constitución), donde el reguero de vehículos no cesa ni siquiera a esas horas. Quince minutos le supo a mucho al ladrón y decidió no terminar el robo, aunque sí dejó numerosos desperfectos.

No era la primera vez, sino que con esta ya van siete. En cinco ocasiones consiguieron llegar hasta el interior para llevarse el dinero y otros enseres como “ordenadores, botellas de alcohol o un televisor de 60 pulgadas”, explica Díaz. Además, “nos han empotrado coches en el escaparate y nos han roto la puerta con la tapadera de una alcantarilla”, verbaliza la encargada con un nudo en la garganta. Bastantes veces y “esto nos genera desprotección y nos hace sentir ninguneados”.

Esta inquietud le persigue a su familia, no saben cuándo volverá a ser la próxima. “Nunca hemos obtenido respuesta. Ni en una sola ocasión han estado las fuerzas de seguridad municipales. Hemos tenido que esperar a la guardia civil de los pueblos colindantes”, dice la joven. En el menor tiempo posible se han presentado para así atenderlos. “La local nunca ha acudido y por parte del Ayuntamiento tampoco se ha tomado medidas”.

Concentración frente al Ayuntamiento

El enfado de los comerciantes, como el de los ciudadanos, ha llevado a la concentración que se celebra este martes, 29 de noviembre, a las puertas del Ayuntamiento a partir de las 12.00 horas. Esta cita se ha convocado por parte de la Asociación ISIS de Empresarias y Empresarios. “Llevamos bastante tiempo demandando más seguridad, por lo que nos hemos visto en esta obligación para que haya un efecto inmediato”, dice Mari Carmen Terriza, presidenta de la entidad.

A renglón seguido, Terriza añade que se “aumente la plantilla”, lo que llevaría a cubrir todos los tramos de horario que hoy en día quedan vacíos por falta de personal. También con la Guardia Civil, “que ya no tenemos y esto ya pasa a competencias de la Subdelegación del Gobierno”.

Por último, subrayar que este déficit de material humano se repite en otros puntos de la Comarca de la Vega. Ejemplo es Villaverde del Río, con 7.811 habitantes (INE), donde hay 8 agentes y de los que tres están de baja y uno en prácticas. Burguillos, con 6.902, dispone de cinco. En el caso de la Algaba (16.648), la situación mejora porque ascienden hasta los 15 y, según ha podido saber este medio, hay “idea de ampliar”.

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