Un altar en un bar de Sevilla, homenaje del local a la fallecida Isabel II

Vaya por delante que el local de la calle Boteros 26 de Sevilla no deja indiferente a nadie con su decoración habitual. Pero, en esta ocasión, ‘El Garlochí’ ha dado una vuelta de tuerca más para sorprender a sus habituales y a los que no lo son tanto.

Cuando ya ha pasado una semana después del entierro de la monarca, un impresionante altar dedicado a la ya difunta reina Isabel II se está llevando la palma en estos días en el local cercano a la plaza de la Alfalfa a la hora de que los clientes hagan fotos a su decoración.

Los comentarios no cesan en las redes sociales, y los hay para todos los gustos, así como las fotos y vídeos que llenan las redes sociales desde la pasada semana. Desde los que critican el “servilismo” a los que lo ven como una “broma” muy propia del local.

“Poco nos pasa”, explica una de las internautas que ha reaccionado a la publicación, mientras que otro ironiza con que el altar merece que el féretro acuda a la ciudad de Sevilla para ser “paseado”. De hecho, varios memes han circulado en las últimas horas en las redes sociales con el ataúd de Isabel II “paseando” por distintas calles de la ciudad de Sevilla.

“Me gusta hacer estas cosas”

Miguel Fragoso, el gerente del local, ya está acostumbrado a que se hable de su bar por este tipo de cosas. Todavía recuerda cómo hubo comentario sobre el altar que dedicó a la duquesa de Alba cuando falleció, y sobre este explica que a sus clientes les ha gustado la idea. “Yo lo he hecho, simplemente, porque Isabel II es parte de la historia de Europa”.

Para lograr el efecto deseado, quitó las flores que tenía un San Juan Bautista del local, “grapé la lámina, cogí una bandera británica e hice el marco”, y el resultado han sido los cientos de fotos que sus clientes se han hecho con ese altar.

Ha recordado, además, que conoció a Isabel II en su única visita a Sevilla en los años 80, porque fue monaguillo y seise y pudo entrar en la catedral, “y la tuve al lado, igual que a los reyes de España y a su marido”.

Para Miguel, se trata de un pasatiempo más, que no tiene significado político alguno, sino que es su forma de dedicar un homenaje a personajes ilustres en su local del centro de Sevilla.