“Bomba de aire” para Antonio: paralizado el desahucio de un joven de Sevilla

El joven, esperando en la terraza del piso a que se resolviera el lanzamiento de la vivienda previsto para este viernes

Javier Ramajo

0

“Antonio, hoy se ha suspendido el desahucio, pero tú eres consciente de que te tienes que ir. Tienes que hacer bien los papeles. Hemos conseguido una bomba de aire”. Pasadas las 10.15 horas, el amigo abogado que le ha acompañado estos días de incertidumbre le daba la noticia de última hora por teléfono. Asomado a la terraza del primer piso del número 14 de la calle Fray Tomás de Berlanga, en el corazón del barrio sevillano de Triana, el joven de 25 años lo celebraba con prudencia. Sabe que no hay vuelta atrás, que el lanzamiento de la vivienda que habita solo desde hace unos años, previsto a raíz del procedimiento judicial de desahucio por falta de pago, será una realidad tarde o temprano.

Antonio se veía en la calle apenas unas horas antes en conversación con este periódico. Indignado con el inminente desahucio, aplazado hasta la celebración de un juicio rápido, explicaba que trabaja “cuando puede” en el sector de la hostelería y que no puede hacer frente solo a un alquiler, denunciando que haya “fondos de inversiones detrás de la especulación inmobiliaria” y personas como él “se tengan que quedar en la calle”. “Yo no quiero dar pena, es que no encuentro un piso que pueda pagar, no es que no quiera pagarlo”.

Desde primerísima hora, cuatro furgonetas de la Unidad de Intervención Policial y al menos una docena de agentes custodian la entrada a los pisos. Los vecinos tenían la consigna de no abrir a nadie durante la mañana. Una veintena de personas y vecinos, también jóvenes del colectivo Frente Obrero y del 15M de Mairena del Aljarafe, se habían dado cita en la fría mañana para apoyar a Antonio. Los ánimos estaban calmados, a la espera de que la llegada de la comisión judicial hiciera su labor a instancias del Juzgado de Primera Instancia número 28 de Sevilla, desde donde a primera hora ya se advertía que “salvo que las partes hayan llegado a un acuerdo, el lanzamiento sigue previsto porque no hay causa legal para la suspensión”, explican fuentes judiciales.

Ese acuerdo llegó en forma de juicio rápido. La conversación entre el procurador de la propiedad de la vivienda (la entidad Propco EOS S.L, constituida en 2019, dedicada al desarrollo inmobiliario) y el representante de Antonio, su amigo Antonio Barrera, concluyó con la paralización amistosa del lanzamiento. Trabajadoras sociales del Ayuntamiento de Sevilla también hablan con el letrado para trasladarle que el joven tendría que personarse en las oficinas de Triana para completar el informe de por situación de vulnerabilidad, que ya tiene solicitado. Paralelamente, el Colegio de Abogados tendrá que responder a la petición de asistencia jurídica gratuita que solicitó hace ya varios días.

El abogado le ha llevado el papeleo estos días en los juzgados, aunque papeles hay pocos. Todo ha ocurrido “en cuestión de una semana”, apunta a este medio. “No ha dado tiempo a recurrir, porque la solicitud para asignarle un abogado de oficio no ha paralizado el lanzamiento como en otros casos”. Hace apenas nueve días, el procurador del propietario del inmueble tuvo el “gesto” de hacerle saber al joven que iba a ser desahuciado. La notificación del juzgado de Primera Instancia que se encarga del asunto llegó más tarde si cabe, “sin tiempo para casi nada”.

Los jóvenes de Frente Obrero se comprometen a acompañarle a que haga ests mismo viernes las gestiones oportunas para que todo esté en regla antes del previsible desenlace: tendrá que abandonar el piso, donde ya tenía sus cosas empaquetadas por si el lanzamiento se ejecutaba finalmente. La movilización popular había sido “la última bala” para Antonio y su amigo abogado. “¿Hasta qué punto la justicia es justa?”, se preguntaba el jueves el letrado, que asegura que en el decanato de los juzgados no había ningún procedimiento en contra del joven. “Ni un papel, solo el lanzamiento”, se extrañaba, añadiendo que a la hermana de Antonio, quien le había dejado el piso, “no le había llegado ninguna notificación”. La razón para residir en que las notificaciones de advertencia se les habrían remitido a su hermana, propietaria del piso y de la que apenas sabe nada ya que vive en otra ciudad.

Fuentes municipales aseguran que los servicios sociales del Distrito Triana estaban siguiendo de cerca el caso de Antonio, de cuya situación tienen conocimiento “desde el pasado 13 de enero”. En ese sentido, tiene ofrecido un hostal para que pueda dormir mientras se le tramita su entrada en un piso por situación de exclusión social, una vez complete pertinentemente su solicitud de ayuda. El joven asegura que la primera noticia le llegó a finales de septiembre cuando “el responsable del fondo” le avisó de que tenía que pagar el 20% de la hipoteca para poder seguir viviendo en su casa.

Etiquetas
stats