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Semana Santa eterna: Sevilla vive un año de récord de procesiones

Más de 220.000 personas presencian en Sevilla el regreso del Gran Poder a su Basílica.

Juan Miguel Baquero

De todo hay en la viña del señor, dice el refranero. Y a fe que no toda Sevilla comparte idéntico fervor religioso. En tiempos de récord cofrade, el generoso despliegue de imaginería por las calles ha sumado cientos de procesiones extraordinarias. Es la marca del poderoso reflejo místico en la ciudad de la Semana Santa eterna.

Unos 400 eventos religiosos sumaba la ciudad solo en el primer semestre de año, como desvelaba ABC de Sevilla. El ritmo continuó, entre cruces de mayo, romerías, velás, procesiones y actos diversos. Hace ya unos días, el insistente programa citaba a más de 220.000 personas en el casco antiguo, según las cifras oficiales.

¿Y a quién hay que agradecer tal profusión mística? Al papa Francisco y su convocatoria del denominado Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Un año que acaba de expirar, este pasado 13 de noviembre, y que en Andalucía ha sido aprovechado a conciencia con sucesivas salidas procesionales especiales en cada capital.

En Sevilla, a partir de ese día, las exaltaciones cofrades han pasado página. A otra historia. Pero el tránsito de imágenes religiosas a destiempo por las calles céntricas ha causado controversia. Cortes de tráfico, vías atestadas, itinerarios alternativos para acceder a viviendas, suciedad, ruido de las bandas musicales y lanzamiento de material pirotécnico… “Molestias”, según IU, derivadas del “exceso” aunque el Ayuntamiento hispalense considera que no “sobran” procesiones.

Un Año de la Misericordia por todo lo alto

El sector capillita está que levita. Tuerce el gesto el que no es semanasantero. Así se corta el paño en una ciudad dual, bipolar, con dos caras para casi todo. Pero no se vayan todavía, aún hay más.

Que el remate del Año de la Misericordia es por todo lo alto. Varios templos de la Archidiócesis de Sevilla abieron sus puertas el pasado día 13. Caso de la Catedral, el Gran Poder o la Macarena. Y también en pueblos como Espartinas o Utrera. Y las autoridades eclesiásticas pidieron peregrinaciones acordes a las posibilidades de cada parroquiano.

Para muestra del despliegue cofrade, un botón: 50 eventos religiosos solicitaron autorización el último fin de semana del pasado mes de mayo. Recibieron permiso la mitad. Las unidades de protección ciudadana no dan abasto, como reconocía el Centro de Coordinación Operativa (Cecop) –que integra los servicios que planifican las operaciones en situaciones de grave riesgo colectivo, catástrofe o calamidad pública–, desbordado. El organismo pedía entonces previsión al Consejo de Cofradías y Hermandades.

¿Sobran procesiones en Sevilla?

Si IU señala “que sobran procesiones en la ciudad, pues este equipo de Gobierno no camina conjuntamente con estos deseos o con esas ideas”, apunta el concejal delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, el socialista Juan Carlos Cabrera. El edil se muestra partidario, en todo caso, de “minimizar al máximo” cualquier acto que perturbe la convivencia vecinal.

La percha de estas declaraciones ha sido la petición de la federación de izquierdas –que presenta en la Junta Municipal del Distrito Casco Antiguo– sobre medidas encaminadas a “minimizar las molestias derivadas de la proliferación de procesiones extraordinarias y de los múltiples eventos cofrades que se vienen produciendo en los últimos tiempos en el centro de la ciudad”. Ayuntamiento y Consejo de Cofradías deben abordar el asunto y “hacer compatibles los derechos de todos los ciudadanos”.

Que se regule el fenómeno cofrade y las actividades celebradas “fuera del periodo de Semana Santa perjudiquen lo menos posible a los vecinos del entorno”, dijo IU en un comunicado. Debate cimentado sobre el “sentido común” que suscite un “amplio consenso ciudadano”. Pero no “sobran” procesiones, subraya Cabrera, aunque desde la Archidiócesis y el Consejo cofrade hayan deslizado su “preocupación” por un derroche religioso “que se está yendo de las manos”.

Las voces críticas señalan también el coste de la cobertura municipal obligada para estos eventos. Dispositivos especiales de seguridad y limpieza que movilizan cientos de efectivos policiales, sanitarios, de recogida de basuras, Protección Civil… y que cuestan, por tanto, un pellizco cada vez a las arcas públicas.

Amén del patrimonio cultural, monumental y artístico, y junto a la Feria de Abril, la Semana Santa es uno de los grandes atractivos turísticos de Sevilla. Los hosteleros sevillanos anunciaban tras la última un balance de ventas que caía un 10% con respecto a 2015. Pero hace unos días, casi un cuarto de millón de personas copaba el centro histórico –con casi 100 autobuses fletados– para presenciar el regreso de Jesús del Gran Poder a su Basílica. Es la realidad de la ciudad del fervor cofrade eterno.

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