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“No queremos ni una menos”, el grito feminista se alza en Sevilla contra la violencia machista

Manifestación a las puertas del Ayuntamiento de Sevilla en repulsa de todos los feminicidios

Carla Rivero

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“Hartas, estamos hartas”. Es la indignación lo que ha movido a cientos de mujeres, hombres, niños y niñas a concentrarse alrededor del Ayuntamiento de Sevilla como respuesta a los actos de violencia machista conocidos en las últimas horas. La manifestación, acelerada y extendida por las redes, convocó en distintas ciudades españoles a miles de personas que clamaban por el fin de esta lacra que se ha cobrado la vida de la joven Rocío Caíz en un pueblo sevillano, de la niña Olivia encontrada en Tenerife y, coincide con la entrada a prisión de Juana Rivas.

Hacia las 21.30 horas de este viernes la multitud ya se iba arremolinando en la Plaza Nueva hispalense. Aún con el calor persistente de estas latitudes, las camisetas negras y los detalles morados fueron manchando la calzada con personas de todas las edades. En el centro, un cartel que pendía sobre una ofrenda de velas encendidas exclamaba “¡Basta ya!, ¿quién se hace responsable?” y, entre el gentío, Beatriz Suárez, de las Juventudes Feministas, y su amiga María Cumplido observaban y coreaban los cánticos.

Este último mes ha sido horroroso, y eso que lo es cada año al empezar de cero con el recuento de mujeres asesinadas, y sus niñas y niños, pero lo de este mes ha sido horrible”, declaran, “deberíamos de salir más y hacer mucho más ruido, no estamos dormidas aunque lo importante es estar aquí para hacer ver que esto es un problema social y no son cuatro monstruos”. María hace referencia al calificativo de “loco” que se le encasqueta a los machistas cuando no se entiende que esto se trata de una cuestión estructural.

Ellas vinieron de forma espontánea, gracias a los grupos organizados de Telegram, y María García y Mariam Pérez, compañeras de la zona y de Cádiz, acordaron venir juntas. En ellas hay una sensación de premonición, como de hartazgo, sobre todo cuando las noticias se repiten con un patrón similar a través de las 1.096 víctimas mortales de violencia de género que hay registradas desde 2003.

“Me esperaba, en gran parte, esas noticias, y me ha dado un coraje tremendo saber que había pasado”, confiesa Mariam, “me ha dolido profundamente tener razón al ver cómo le hacían daño a una madre, al ver cómo una niña tan joven sufría de esa manera...”, no alcanza a terminar. Si hoy gritan es también para “apoyar a las que aún están sufriendo y tienen que salir”, afirman aludiendo a aquellas mujeres que conviven con estas prácticas. Sienten que, si las ven a ellas presentes, podrán hacerlo más pronto que tarde.

“Me han partido el corazón”

“No son muertas, son asesinadas”, “no es un buen padre un maltratador”, “no son arrebatos, son asesinatos”, “sois los terroristas, vosotros, machistas”, eran las frases vitoreadas. Allí estaban congregadas varias asociaciones feministas, como el Partido Feminista de España, el área violeta del Partido Comunista o la Plataforma unitaria de auxiliares de ayuda a domicilio sevillana, desde donde se denunciaba la discriminación laboral ejercida sobre las las trabajadoras. Aparcaron sus diferencias por un momento. Sin embargo, dicen que en toda gran familia habita una disputa interna, y el movimiento feminista no es menos.

La línea transexcluyente intentó arengar a la masa, pero el colectivo empezó a silbar las intenciones, mientras que la pancarta de “Montero dimisión” duró unos segundos, ya que la mayoría contestó al unísono: “Hoy todas juntas”. Las intenciones estaban claras. Por ello, volvieron a ser una cantando “Sin miedo”, una letra para, como comentaron en el círculo abierto, “unir nuestras voces para llorar, para gritar, para exigir que basta ya, porque si matan a una hermana, nos matan a todas”.

Marta Castillo y Pavlova Santelices se conocieron esta noche. Pavlova, de Chile, había ido a la manifestación reivindicando el carácter necesario de este acto: “Me han partido el corazón, cada vez que escucho que han matado a una mujer me da ese agotamiento vital y me siento muy sola”, revela, “y el feminismo salva a nuestras conciencias de esa soledad, ya que nos hace sentir acompañadas, y es que estoy muy harta, estoy hasta el coño”. Se disculpa por la palabrota, pero Marta la apoya cuando añade que sufre al ver “que las situaciones se siguen repitiendo en el día a día”.

Hasta el momento son 18 mujeres asesinadas por violencia machista, a falta de confirmar el caso de Rocío Caíz, y siete los huérfanos por este motivo. El 016 atiende a las víctimas las 24 horas del día y en 52 idiomas diferentes, además, la atención a través de correo es 016-online@igualdad.gob.es, en WhatsApp es al número 600 000 016 o solicitando la “Mascarilla 16” en las farmacias.

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