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Los sanchistas se movilizan en Sevilla, donde creen poder controlar seis de las 11 agrupaciones de la cuna de Susana Díaz

Gómez de Celis, incorporado al equipo de Pedro Sánchez, augura que "habrá dos listas a la Secretaría General del PSOE-A"

Fernando Vicente / Olga Granado

La estratégica elección por parte de Pedro Sánchez del director de la Agencia de Puertos de Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, para organizar su grupo en Andalucía, comienza a dar sus frutos en su objetivo principal, la movilización de militantes en la cuna de Susana Díaz. Este martes, reúne en Sevilla a medio centenar de integrantes de las distintas agrupaciones de la capital hispalense, para abordar la campaña del precandidato a la secretaría general y testar sus apoyos en las bases.

Los cálculos que manejan los sanchistas es que pueden ganar en Sevilla capital. En concreto en seis de las 11 agrupaciones auguran que pueden conseguir una mayoría de apoyos a favor de Pedro Sánchez, sobre todo frente a la, todavía no confirmada, candidatura de Susana Díaz, y a la del otro aspirante, ya anunciado, Patxi López. El control de las mismas es clave en la provincia de Sevilla, que en su conjunto es la mayor agrupación del PSOE en España, con unos 10.000 afiliados, de los que una cuarta parte militan en la capital hispalense y el resto en los municipios del considerado granero de votos de los socialistas.

Los sanchistas se basan en que el comportamiento de esos 2.500 militantes de la capital hispalense “sea como en un municipio de igual población, donde medio millar serían susanistas sí o sí, porque entre otras cosas le deban cargos orgánicos o institucionales al aparato”, mientras que el número de descontentos sería el doble, precisamente por aspirar a un puesto y no haberlo conseguido. Habría que sumarles “los que por otros motivos se dejen convencer por el proyecto de Pedro Sánchez”, y restar los que “no vayan a votar por descontento o apatía”, según apuntan.

Es más, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis entiende que su propia situación personal, puede servir de ejemplo y acicate para convencer a los militantes no integrados en el aparato de la secretaria general del PSOE-A. Si él, que como director de la Agencia de Puertos de Andalucía ocupa un puesto en el Gobierno de Susana Díaz, se va con el equipo rival, arriesgando su futuro laboral al apostar por Pedro Sánchez, también lo pueden hacer otros, especialmente aquellos descontentos que no tengan cargos que perder en este sentido. Este martes se ha podido ver a muchos de ellos en la reunión en la sede de Nervión-San Pablo, la del propio convocante.

La oferta de Patxi López que rechazaron

En cualquier caso, pese a que los sanchistas ven muy igualada la pugna en Sevilla y en el resto de Andalucía, su temor sigue estando en el daño que fuera les pueda hacer Patxi López, robándoles votos. Un integrante del equipo de Pedro Sánchez confirmaba recientemente que hasta que el vasco anunció que optaría a liderar el PSOE, le ofreció al exsecretario general un pacto: el que reuniera más avales, que es la primera radiografía de apoyos que pueden tener los aspirantes, se los pasaba al otro, renunciando, por tanto, a presentarse. “Pero Pedro Sánchez lo rechazó porque estaba decidido a presentarse, y no quería ese juego. Patxi López se ha equivocado”, apuntaba, recordando nuevamente que el capital político del exsecretario general “es intransferible”.

Sea como fuere, Pedro Sánchez cree tener un talismán en Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, el hombre que en su día metió en el PSOE a Susana Díaz, y que de ser su amigo pasó a ser su crítico más conocido e incombustible. Y es que el que fuera vicealcalde en el Ayuntamiento de Sevilla y diputado en el Parlamento de Andalucía, siempre ha ganado sus apuestas por la secretaría general del PSOE: desde la última en la que fue de los primeros que apostó por Pedro Sánchez, hasta la vez que lo hizo por un todavía desconocido José Luis Rodríguez Zapatero, pasando por el congreso que eligió a Alfredo Pérez Rubalcaba, en cuyo equipo de interventores estaba frente a una Susana Díaz que quería a Carme Chacón y perdió. Ella, a la que no le gusta “perder ni al parchís”.

Pero sí erró Alfonso Rodríguez Gómez de Celis en su apuesta por la secretaría general del PSOE-A cuando se alineó con Luis Planas frente a Susana Díaz. Finalmente, Luis Planas se quedó , por muy poco, corto de avales, como el tercero en liza (José Antonio Rodríguez) y dejó a Susana Díaz el camino despejado para llegar al liderazgo por aclamación. Claro está que entonces no tenían el censo y eso les hizo fallar en los cálculos. Pero esta vez están convencidos de que han aprendido suficiente de aquella experiencia para no cometer los mismos errores.

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