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AGUA

El Gobierno andaluz se compromete a relanzar el Plan de la Fresa que el indulto a regadíos en Doñana iba a dinamitar

El consejero de Medio Ambiente, Ramón Fernández-Pacheco (centro), con el presidente del Consejo de Participación, Miguel Delibes, a su izquierda.

Antonio Morente

14 de diciembre de 2022 22:20 h

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El PP continúa su giro para marcar distancias con la polémica proposición de ley que, hace casi un año, presentó con Ciudadanos y Vox para indultar regadíos ilegales en Doñana. A la puesta en hibernación del proyecto, con el argumento de que la prioridad ahora es la lucha contra la sequía, se une la reiteración del Gobierno andaluz de que no presentará ninguna iniciativa en esta línea, una afirmación refrendada en el Consejo de Participación de Doñana celebrado este miércoles. Un foro en el que, además, se ha dado un paso más con el compromiso de relanzar el Plan Especial de Ordenación de la Corona Forestal de Doñana, popularmente conocido como Plan de la Fresa, aprobado en 2014 para delimitar las zonas de regadío y que precisamente iba a dinamitar una proposición de ley que recientemente volvía a registrar Vox en solitario en el Parlamento andaluz.

El compromiso ha sido asumido por el viceconsejero de Medio Ambiente, Sergio Arjona, después de que un técnico de este mismo departamento presentara el informe de seguimiento de este plan y señalara que no se ejecuta ni en la manera ni en los plazos debidos ante la escasez de recursos. No hay ni fondos económicos ni personal, incidió, una situación que el Ejecutivo de Moreno ha achacado en parte a la inacción de los gobiernos socialistas (el plan se aprobó sin un presupuesto ni una infraestructura propias) y que ahora se compromete a corregir.

Este cambio de registro ha sido celebrado por el presidente del Consejo de Participación, el biólogo Miguel Delibes, que incide en que la proposición de ley “dinamitaba de arriba a abajo” este Plan de la Fresa que ahora se quiere potenciar. “El paso todavía no se ha dado, pero sería magnífico porque supondría creerse este plan”, que delimita las zonas de cultivo en las que se puede regar y en las que no.

El reconocimiento de un problema

El anuncio también ha sido bien recibido por la organización ecologista WWF, cuyo coordinador de la Oficina de Doñana, Juanjo Carmona, resalta la “valentía” del técnico de Medio Ambiente para denunciar esta situación. “El Plan de la Fresa no se ejecuta porque no hay recursos”, y esto se traduce en que cinco años después de su aprobación sólo se habían desarrollado el 17% de las medidas recogidas, de ahí la insistencia en que para su impulso se cree una oficina técnica con un coordinador al cargo. “Si la Junta de Andalucía quiere hacer sus deberes e igualar lo que está haciendo el Gobierno central, no puede seguir como hasta ahora y debe asumir el Plan de la Fresa como una prioridad”, sentido en el que considera que se empieza a caminar “en la buena dirección al reconocer que efectivamente este problema existe”.

El coordinador de Ecologistas en Acción en el Consejo de Participación, Juan Romero, también resalta que el Gobierno andaluz “ha reconocido las carencias” en la ejecución del Plan de la Fresa, para lo que hacen falta “un coordinador, medios y recursos económicos”. Esto provoca “asignaturas pendientes como el deslinde y amojonamiento de los montes” en la corona forestal de Doñana, para así detectar cultivos que se asientan en suelos forestales. Tampoco se han acometido los corredores ecológicos previstos, fundamentales para la fauna “en un territorio muy fragmentado por los invernaderos”.

¿Y hubo debate en el Consejo de Participación sobre la famosa proposición de ley para indultar regadíos ilegales? Pues sí, se puso sobre la mesa pero no hubo un posicionamiento expreso. “Se ha hablado con bastante franqueza y con el espíritu de mirar hacia adelante a partir de ahora y cooperar. Hay que lamentar lo ocurrido, pero confiar en que el nuevo año traiga brotes verdes”, señala Miguel Delibes, que ya en el Parlamento andaluz se mostró tajante en contra de esta propuesta. De hecho, el consejero de Medio Ambiente, Ramón Fernández-Pacheco, “ha insistido en que eso es algo de la legislatura pasada y que ahora lo que espera son grandes acuerdos por Doñana”, apostilla Juanjo Carmona.

“Respetar al Consejo de Participación”

Fernández-Pacheco, por su parte, ha expresado el “clima positivo y de absoluta normalidad” en el que se ha desarrollado este consejo, y como muestra ha puesto que “se han aprobado todos los puntos por unanimidad”, incluida la planificación de los trabajos para 2023. “El compromiso desde la Junta de Andalucía es respetar al Consejo de Participación, impulsarlo y celebrar todas las reuniones que sean necesarias para que todos los colectivos tengan voz”, a lo que ha añadido como “segundo compromiso fundamental” que el Ejecutivo andaluz “pondrá todo de nuestra parte para mantener una buena interlocución con el Gobierno de España que nos lleve a adoptar grandes acuerdos”.

“Se han sentado las bases para un acuerdo entre la Junta y el Gobierno, pero no se me ocultan las dificultades que habrá”, subraya Delibes, que se queda con lo positivo de un clima que debería concretarse en la reunión que, antes de que acabe el año, mantendrán ambos ejecutivos para consensuar medidas. “Se han sentado las bases para un entendimiento”, admite Juan Romero desde Ecologistas en Acción, mientras que desde WWF Juanjo Carmona reconoce esta aparente mejor sintonía entre ambas administraciones, aunque tiene claro que “el gran acuerdo que hace falta ya existe y es el Plan de la Fresa”. “Nació con un gran consenso, y los únicos que lo han roto han sido los regantes ilegales”.

En el consejo de este miércoles ha habido otras dos cuestiones sobre las que se incidió, la primera de las cuales es la insistencia por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el organismo encargado de conceder los derechos de agua, de que no se concederán nuevos permisos para regar. La segunda es que, pese a la intensidad de las precipitaciones de los últimos días, 2022 va a quedar como un año seco porque las lluvias siguen por debajo de la media de lo que debería ser normal. “Ha empezado a llover como los últimos años en diciembre”, recuerda Carmona, que insta a no confundir “lo coyuntural con lo estructural de los problemas a largo plazo”. La marisma presenta un mejor aspecto y algunas lagunas se empiezan a recargar, pero los problemas “no se resuelven” con unas lluvias que ni mucho menos significan que Doñana ha esquivado sus graves problemas con el agua, apostilla Delibes.

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