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Teruel pone su objetivo en las miradas del cine

Fotografía que retrata dos escenas de "Amanece que no es poco".

Elisa Alegre Saura

Teruel —

Ewan McGregor mira sin complejos a la cámara. O será la cámara la que mira sin complejos a McGregor. Ese tú a tú ilustra este año un pequeño festival que se hace grande con la imaginación, y que anima el mes de agosto de Teruel desde hace nueve años. Secuencias se apellida en su novena edición el Festival Internacional Teruel Punto Photo, organizado por la Sociedad Fotográfica Turolense, que dirige el objetivo al mundo del cine y muestra un año más las mil y una posibilidades de contar el mundo que nos ofrece la fotografía.

José Haro es este año el gran protagonista. Presta para el cartel promocional del festival una fotografía de McGregor retratado en su interpretación de la película de José Antonio Bayona Lo imposible. Es uno de los retratos de la exposición El sueño de Andrómina, que puede verse hasta el mes de septiembre en el Museo de Teruel, junto a otros grandes nombres del cine como Javier Bardem o Luis Tosar.

Casi todas las obras son retratos o imágenes tomadas en alguno de los rodajes en los que ha participado como fotógrafo, con directores como Almodóvar, Alejandro González Iñárritu o Juan Antonio Bayona, y en películas como Alatriste, El niño, Celda 211 o La piel que habito.

Con esta muestra el autor enseña que “la mágica mentira del cine muestra mundos desconocidos”, tal y como explicó durante la presentación, y ya desvela su intención en el nombre de la exposición, porque Andrómida, además de una constelación, también significa mentira y engaño.

“Esta exposición está llena de cosas que parecen reales y no lo son”, cuenta, algo que “no solo ocurre en el ámbito artístico, porque una imagen según cómo se maneje puede ser una cosa u otra”. Y eso quiere esta exposición, jugar con el espectador a través de rostros muchas veces reconocibles y guiños familiares que no siempre son lo que parecen.

Junto a la obra de Haro, otras seis muestras completan la terna expositiva de este festival, además de tres cursos, uno de ellos de retrato impartido por el propio Haro; una proyección gratuita de cortometrajes y una quedada fotográfica. Entre las exposiciones destaca la de Jessica Lange, que recoge instantáneas de su vida de cine a través de Unseen.

Llama la atención también el trabajo de Miguel Sebastián retratando la vida durante un año de un sin techo; y el de Mercedes Gaspar, con sorprendentes y coloristas imágenes de escenas relacionadas con la muerte que supuestamente ha tomado China, la protagonista de su última película, Huidas.

Desde sus orígenes, el festival muestra el fruto del trabajo de los fotógrafos a través de exposiciones, pero también el proceso que les lleva hasta allí, con talleres y cursos de técnicas variadas, como el taller de retrato del propio Haro.

Pero donde la imaginación engrandece el festival es con iniciativas como la que se muestra en Fotocine, un trabajo realizado por miembros de la Sociedad Fotográfica Turolense que resumen en una fotografía famosas películas. No es la primera vez que los miembros de la asociación se implican para crear arte a través de la fotografía, y en una edición anterior también colaboraron para retratar escenas de la literatura.

En esta ocasión, los escenarios de la tierra de cineastas universales, Luis Buñuel o Segundo de Chomón, sirven para recordar películas como Desayuno con diamantes o La naranja mecánica.

En la muestra puede verse el Aeropuerto de Teruel que sirve para retratar una escena inolvidable de la película Casablanca, o el fondo del viaducto del centro de la ciudad, marco para evocar la película Amanece que no es poco. Así, hasta 17 instantáneas con las que atrapar en un instante una parte de la historia del cine.

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