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El Gobierno de Aragón actuará en cien hectáreas de los Pirineos para lograr el mayor dominio esquiable de España

Grupos de ecologistas manifestándose en los ibones del Anayet.

Marimar Cabrera / Marimar Cabrera

Zaragoza —

El Gobierno de Aragón ha aprobado la Declaración de Interés General del Plan de Unión de las estaciones de esquí de los valles de Tena y del Aragón, lo que supondría actuar en una superficie natural de 106 hectáreas para conectar Formigal y Astún a través de Canal Roya, mediante una telecabina que recorrería 3.800 metros. Uniría también Astún y Candanchú con remontes por cable aéreo y, de igual forma, intervendría en Rioseta y Canfranc. Esto generaría la mayor superficie esquiable de España y una de las mayores del sur de Europa, “una catetada medioambiental”, según Ecologistas en Acción, porque destruiría el equilibrio de fauna y flora existente en una de las zonas más ricas del Pirineo, protegida por su diversidad geológica desde los años 60.

La Asociación Naturalista de Aragón, SEO/BirdLife, la Fundación Quebrantahuesos y Greenpeace han pedido en reiteradas ocasiones la declaración del Parque Natural del Anayet para preservar la zona del Canal Roya, un área natural que el Ejecutivo autonómico mantuvo durante años como Lugar de Interés Geológico y que salió en 2011 de la red de espacios naturales protegidos de la comunidad. Según la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón, el Gobierno excluyó este paraje de su red de espacios singulares con la intención de comenzar “a dar vía libre con este plan a una especulación urbanística y desarrollos salvajes que nada tienen que ver con la sostenibilidad”.

En este sentido, el consejero de Economía y Empleo del Gobierno de Aragón, Francisco Bono, ha explicado durante su última comparecencia esta legislatura en comisión que “cualquier estación del mundo entra en pérdidas” si no existe relación con proyectos de viviendas y servicios, por lo que pide que “una de dos: o no se critique esta cuestión o no se critiquen las pérdidas” de Aramón, el grupo al que pertenece la estación de Formigal. Para el Ejecutivo autonómico, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Canfranc, este Plan de Interés General para Aragón (PIGA) posibilitará un cambio en el modelo del esquí, pasando de las visitas de fin de semana a las de semana completa y abriendo Aragón al mercado europeo. El consejero de Economía, Francisco Bono, considera que con el PIGA “habrá que hacer temas urbanísticos”temas urbanísticos“ y que ”hay muchas maneras de hacer hoteles, cafeterías y autovías. Es cuestión de hacerlo bien“.

El portavoz de Ecologistas en Acción en Aragón, Mariano Polanco, asegura que “poner hierros en el monte es una ruina, más cuando la única manera de compensarlo es vender ladrillo”. Sostiene que el PIGA, que contará con una inversión aproximada de 60 millones de euros, es “una nueva burbuja insostenible que les va a explotar en las manos” y un “gigante con pies de barro” que terminará con un paraje de “una geodiversidad única en todo el Pirineo”. Además, desde la asociación afirman que ninguna administración ha presentado un estudio serio y argumentado respecto a la viabilidad económica del proyecto, del que critican que no ha dado a conocer el trazado concreto ni las características técnicas.

Esta zona, donde se da uno de los pocos fenómenos volcánicos del Pirineo, posee una singular posición geográfica que permite el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas entre los valles de Canfranc y de Tena y la conservación de especies silvestres. Es una reserva de fauna y flora con más de mil especies vegetales y presencia de quebrantahuesos, águila real, halcón peregrino, cernícalo, perdiz nival, perdiz pardilla, tritón pirenaico, trucha autóctona, marmota, sarrio y otros animales vulnerables como la nutria, los murciélagos y el desmán del Pirineo.

La construcción de miles de metros de telesillas y remontes en estos valles afectarían también al patrimonio geológico de los glaciares de Izas y Roya, según apuntan desde Ecologistas en Acción. Influirían negativamente en sus formaciones litológicas y en las morrenas (cordilleras), fundamentales para el mantenimiento de los valles, circos glaciares e ibones. La Plataforma en Defensa de las Montañas también ha denunciado que, hasta ahora, los diferentes mecanismos de protección de esta zona del Pirineo han sido paralizados o excluidos, como el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Anayet-Partacua y la creación de un Consejo consultivo y de participación.

Alto riesgo de aludes

Desde Ecologistas en Acción aseguran que este es “un punto rojo” en el mapa de riesgos del Instituto Geominero de España y que las características del terreno hacen que “el riesgo de accidente sea muy alto”. Su portavoz en Aragón afirma que no se explican cómo los sucesivos gobiernos autonómicos han hecho “caso omiso” de estos datos y no han realizado estudios de viabilidad.

En el manifiesto por el Anayet (la montaña central del Canal Roya), firmado ya en el 1999 por más de una treintena de federaciones de montañeros, asociaciones de conservación de la naturaleza y ecologistas, estas organizaciones alertaron de la falta de estudios rigurosos sobre los riesgos geológicos del valle: canales y plataformas de descargas e inestabilidades de formaciones, caídas de piedras, riesgos sísmicos y nivológicos.

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