El pueblo que más creció con la burbuja no tiene arquitecto municipal

El Ayuntamiento de Cuarte de Huerva (Zaragoza), el pueblo mediano que más creció en España en los años de la burbuja inmobiliaria, no tiene arquitecto en plantilla desde que comenzó la expansión que le llevó a cuadruplicar su padrón.

J. E. G. D., que cuenta con despacho en la casa consistorial, se encargó de esas tareas entre 2001 y 2008 encadenando contratos como autónomo por un servicio que nunca salía a licitación. Desde 2008, sigue prestando esos servicios sin contrato y compaginando esa labor con la realización de proyectos y la dirección de obras para el Consistorio, tareas por las que entre 2010 y 2016 le facturó 315.520 euros.

A lo largo de esos tres lustros, la jornada de J. E. G. D. fue creciendo hasta las 112 horas mensuales -28 semanales- al tiempo que el “importe líquido” que recibía al cabo del año se situaba por encima de los 31.000 euros.

Esta anomalía ha sido denunciada por el PSOE local, cuya portavoz, Merche Pérez, se muestra perpleja ante la postura del equipo de gobierno que dirige Jesús Pérez, del PAR, que en el Pleno del 26 de septiembre se comprometió, tras aprobar una moción en ese sentido la corporación y después de haberse tratado el tema en la junta de portavoces, a regularizar la plaza con un contrato menor o un puesto de interinidad como paso previo a que la plaza de arquitecto municipal saliera a concurso.

En el pleno del próximo 27 de marzo, seis meses después, el asunto volverá a ser objeto de debate, ya que, pese a haber sido creada la plaza de arquitecto superior en la plantilla desde el pasado 1 de enero, la situación sigue igual.

El requerimiento de la Dirección General de Administración Local del Gobierno de Aragón para regularizar la situación del arquitecto ha tenido, por ahora, el mismo efecto que las iniciativas de la oposición, en la que Ciudadanos y CHA apoyan al PSOE.

Más crecimiento, más juventud, más hipotecas

Cuarte de Huerva, situado unos kilómetros al sureste de Zaragoza y que supera los 12.000 vecinos, es uno de los municipios emblemáticos del desarrollo urbanístico en la época de la burbuja. Según el Censo de Vivienda del Instituto Nacional de Estadística (INE), fue el pueblo de más de 10.000 habitantes con mayor crecimiento porcentual de todo el país entre 2001 y 2011, cuando su padrón aumentó un 431%.

En esa época era también el tercero de su rango en juventud de la población -32 años, por 31 de Egüés (Navarra) y Arroyomolinos (Madrid)- y ocupaba el mismo puesto por la tasa de vecinos que no había acabado de pagar su casa: un 73,7% que solo superaban, con un 75,1% y un 79,8%, respectivamente, las otras dos localidades.

“El desarrollo urbanístico del municipio ha sido vertiginoso” desde 2004, indica en una respuesta al PSOE el alcalde, que añade que “el Ayuntamiento ha tenido que adaptarse a esa evolución”, algo de lo que la evolución de la contratación de los servicios del arquitecto “es un fiel reflejo”.

Pérez reconoce en su carta que las condiciones del arquitecto, con una jornada similar a la del resto del personal municipal, y que ocupa un espacio del Consistorio y trabaja con material facilitado por este, “se corresponden con los aspectos esenciales que determinan la existencia de relación laboral o, en su caso, funcionarial”. Ocurre lo mismo con las labores que tiene encomendadas, que incluyen la atención al público.