Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

El Prismático es el blog de opinión de elDiario.es/aragon. 

Las opiniones que aquí se expresan son las de quienes firman los artículos y no responden necesariamente a las de la redacción del diario.

¿Es posible con estas izquierdas?

Enrique Tordesillas

0

Lo que podía haber sido el inicio de un periodo de cooperación de la izquierda, se está convirtiendo en una enorme frustración para mucha gente progresista y para mucha gente necesitada de políticas progresistas. La desconfianza, la torpeza y la ambición desmedida de algunos dirigentes políticos hicieron naufragar un proyecto que, aunque hubiese salido a última hora y con fórceps, podía ser el punto de partida de un periodo en el que las diferentes izquierdas aceptasen la existencia de la pluralidad -en ese espectro político- y aprendiesen a convivir, aunque solo fuese por necesidad para su propia supervivencia.

La imposibilidad de llegar a un acuerdo los días previos a las sesiones de investidura fue un punto de inflexión en las relaciones, ya deterioradas, entre PSOE y UP y desde entonces la cosa ha ido a peor. Lo malo no es que no sean capaces de llegar a un acuerdo, el drama está en que PSOE y Unidas Podemos, en lugar de dar los pasos necesarios para aproximar posiciones, se dedican a desacreditar a su supuesto aliado. Lo sucedido en la sesión parlamentaria del día 29 de agosto es una buena muestra.

Es incomprensible el llamamiento reiterado del PSOE a la abstención de la derecha en pro de la responsabilidad. ¿Qué pretende el presidente en funciones? ¿De verdad cree Pedro Sánchez que PP y/o Ciudadanos se van a abstener o está preparando el recetario para las próximas elecciones? ¿En qué consiste considerar a UP aliado preferente? La estrategia socialista no crea más que confusión y desasosiego entre el electorado, además, ¿cómo va a gobernar, a aprobar los presupuestos o a legislar sin un apoyo parlamentario suficiente?

Es difícil de explicar la maniobra de retrasar las negociaciones con los grupos parlamentarios que tienen que conformar una mayoría, con la excusa de mantener conversaciones con distintas organizaciones sociales para elaborar un programa de gobierno. ¿Ya no vale el programa con el que se presentó el PSOE a las elecciones? Qué afán de intentar instrumentalizar a las organizaciones sociales; lo lógico es que se les consulte antes de elaborar el programa propio y que el de gobierno sea producto del acuerdo con los grupos que le van a apoyar. Cuanto más se retrase el comienza de las negociaciones, más difícil será el acuerdo.

Tampoco UP ha dado pasos que permitiesen aproximar posiciones, siguen exigiendo un gobierno de coalición y con más competencias que la última propuesta del PSOE en julio. Los dos se han planteado la negociación como una batalla de poder entre ellos en lugar pensar en el electorado de izquierdas, en las necesidades de la mayoría de la ciudadanía y en incrementar su poder restándoselo a la derecha, intentando consolidar y ampliar el apoyo social a las políticas que pactasen.

A estas alturas estoy convencido de que no es posible un gobierno de coalición, y Pablo Iglesias se engaña si cree que habrá presiones de sectores socialistas a favor de ese gobierno. En el PSOE, como ha pasado en UP, ante la confrontación todos cerraran filas con el líder. Tampoco me parece muy probable un acuerdo de legislatura, pero a esa tarea debería dedicarse UP con toda su energía –la propuesta que ha hecho Pedro Sánchez puede tener un recorrido interesante- dejando a un lado los posibles desencuentros y agravios del pasado. Las demás alternativas, elecciones o apoyo a la investidura de Sánchez sin compromiso político, son peores, tanto para los que están sufriendo las consecuencias de la gestión de la crisis como para socialistas y podemitas.

Si hay elecciones existe un riesgo no despreciable de que la suma de las derechas pueda gobernar. No creo que sea el mejor escenario para la recuperación de la izquierda, sobre todo después de ser responsable de la repetición electoral. El PSOE pagaría un coste pero el de UP, con escasa implantación territorial, limitada representación territorial y significativas fuerzas centrífugas, sería bastante mayor. También cabe la posibilidad de que PSOE y Ciudadanos sumen mayoría absoluta y, en un nuevo golpe de timón, el partido naranja aceptara pactar con Sánchez -lo que encantaría a muchos dirigentes socialistas- menudo negocio para las políticas progresistas. Si el resultado electoral es similar al actual, ¿qué nos van a decir a la ciudadanía? ¿Volvemos a empezar, pero con las relaciones entre las izquierdas más envenenadas?

La otra alternativa, permitir la investidura y pasar a la oposición, todavía es peor, porque llevaría a una situación de inestabilidad que obligaría a un adelanto electoral al poco tiempo. Y esto sí sería un gran descrédito para la izquierda.

En una coyuntura de avance de las políticas conservadoras, incluso de las de extrema derecha; con la aparición de líderes como Donal Trump, Boris Johnson, Jair Bolsonaro o Matteo Salvini que generan inestabilidad política y económica a nivel mundial; con la dificultad de los países democráticos para mantener las estructuras de cooperación y las políticas solidarias; con deterioro de los servicios públicos e incremento de las desigualdades en nuestro país; con riesgos de recesión económica a corto plazo… la izquierda española parece dedicarse a jugar a la ruleta rusa.

PSOE y UP tienen una asignatura pendiente para septiembre: lograr un acuerdo que nos permita avanzar en algunos de los retos que tiene la sociedad española. Si no es así, si con estas izquierdas no es posible, habrá que pensar que necesitamos otras o, por lo menos, otros dirigentes.

Sobre este blog

El Prismático es el blog de opinión de elDiario.es/aragon. 

Las opiniones que aquí se expresan son las de quienes firman los artículos y no responden necesariamente a las de la redacción del diario.

Etiquetas
stats