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El Albergue mejorará las salas de emergencias y de recepción para “dignificar” la atención a personas sin hogar

El actual albergue (a la derecha) y el antiguo cuartel de San Agustín (izquierda)

Óscar F. Civieta

Zaragoza —

El Albergue Municipal de Zaragoza lavará su cara. Gracias a la rehabilitación del antiguo cuartel de San Agustín, el centro, que acoge a personas sin hogar, se ampliará y modernizará. Se trata, ha dejado claro la vicealcaldesa y consejera de Derechos Sociales del Ayuntamiento de la capital aragonesa, Luisa Broto, de una mejora en la atención, “de dignificar la vida de estas personas”, por ello, no se ampliará el número de plazas, “ya que con la capacidad actual es más que suficiente”.

La reforma cuenta con un presupuesto de 3,3 millones de euros y un plazo de ejecución de 16 meses. Irá más allá, por tanto, de esta legislatura. Los dos aspectos principales de la transformación serán la regeneración de los espacios de emergencias, por ejemplo, por frío, que actualmente se atendían en barracones en muy mal estado; y la creación de una nueva recepción “para llevar un adecuado control y atención al usuario”, como explicó el director del Servicio de Arquitectura, Ricardo Usón.

Además, el rehabilitado cuartel también acogerá el Centro Municipal de Servicios Sociales de la Magdalena –actualmente en la calle Heroísmo– y se habilitarán salas polivalentes a las que podrán acceder los usuarios del albergue, del centro de servicios sociales y personas del barrio, “intentamos crear un espacio comunitario”, explicó Broto, que aseguró que las entidades del barrio estaban “muy ilusionadas” con el cambio.

La reforma, de igual modo, tenderá a hacer del albergue un centro accesible, se profundizará más en la prevención de riesgos y se instalarán sistemas de eficiencia energética, entre ellos, señaló Usón, la captación de agua del suelo, “que consigue efectos de eficiencia energética más baratos y económicos”.

Instalaciones obsoletas

El Albergue Municipal se puso en marcha, en su actual ubicación, en 1989. 29 años en los que, dijo Usón, “las instalaciones han quedado obsoletas”. Hay que mejorar, apuntó, la funcionalidad, “pero con la dificultad de que no se pueden cerrar las instalaciones”. Por eso, primero se acometerá la reforma del antiguo cuartel, se sacarán del albergue algunos de los usos actuales y, posteriormente, se actuará en el centro actual.

La reforma, asimismo, va acompañada del primer Plan Integral de Atención a las Personas sin Hogar, aprobado en el último Pleno del Consistorio zaragozano.

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