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Los impuestos, la concertada y el trasvase protagonizan los momentos más broncos de un debate escaso de propuestas

En Aragón TV se ha celebrado el debate a ocho entre los candidatos y la candidata a presidir el Gobierno de Aragón

Óscar F. Civieta

Zaragoza —

Aragón Televisión ha celebrado el debate a ocho entre los candidatos y la candidata a la Presidencia del Gobierno autonómico en las próximas elecciones del 26 de mayo. A pesar del encorsetado formato, hubo espacios de debate real, con varios encontronazos significativos. Esto, en parte, hizo que escasearan las propuestas y sirvió para delimitar más unos bloques (ideológicos) ya de por sí muy marcados.

La política fiscal, la educación concertada y el trasvase se erigieron como los temas que más minutos se llevaron. También los impuestos, el trasvase y, en este caso, el candidato de Ciudadanos en Escucha (Teruel), fueron los que provocaron los rifirrafes más sonados (porque los buscó o porque lo buscaron, en casi todos estuvo el candidato de Ciudadanos, Daniel Pérez).

Economía, industria y empleo

Tras un primer minuto de apertura, en el que el candidato del PP, Luis María Beamonte, se acordó de Catalunya (no volvió a hacerlo en el resto) y Maru Díaz (Podemos) destaco el “muy triste” hecho de que fuera la única mujer, se pasó a la parte de economía, industria y empleo.

Fue en este punto en el que los bloques derecha e izquierda más evidenciaron sus distancias. Pérez reconoció el crecimiento de Aragón en los últimos cuatro años, pero resaltó que la comunidad no es atractiva “por la presión fiscal”. Presentó a su partido como “salvavidas naranja” contra el sanchismo gracias a la aplicación de una política fiscal ajustada. La respuesta (en el primer cruce claro de opiniones) le llegó de Díaz: “Salvavidas naranja, que habla de salvar a las clases medias, pero para ellos las clases medias son los que cobran más de 130.000 euros”.

Beamonte, que achacó la recuperación económica de la comunidad a las políticas estatales del PP, anunció una revolución fiscal, “porque cuando se bajan impuestos hay más dinero en el bolsillo de los ciudadanos, se atrae a las empresas y se crea empleo”. Santiago Morón (Vox) defendió una baja de impuestos sin que afecte a los servicios públicos, “¿cómo?”, preguntó al unísono el bloque de izquierdas: “Gastando menos”, dijo el de la formación de extrema derecha, que, como en el debate de candidatos y candidatas a la Alcaldía de Zaragoza del lunes, trató de defender a su partido como una fuerza alejada de radicalismos.

El alegato pro bajada de impuestos fue contestado desde el otro espectro ideológico. “Cuando dicen que van a bajar impuestos, están diciendo que van a privatizar la educación, la sanidad y los servicios sociales”, apuntó el presidente de Aragón, Javier Lambán. Para José Luis Soro, de CHA, “la derecha nos toma a todos por idiotas con la matraca de bajar impuestos: si bajan los impuestos empeoran los servicios”.

Álvaro Sanz (IU) señaló que, en España, “las grandes sociedades pagan ahora la mitad de impuestos que hace 10 años. Su reforma fiscal –refiriéndose a Beamonte– echa todo el peso a las espaldas de las clases medias y bajas”. En la misma línea, Díaz indicó que lo importante no es cuánto se paga, sino “quién paga y a quién rescatamos”.

En lo referente a empleo, Soro marcó como primer objetivo acabar con la “brecha de género”; Lambán destacó que Aragón está en disposición de ser la “primera comunidad en recuperar el pleno empleo”; Díaz recordó también las dificultades de las mujeres para entrar en el mercado laboral y la necesidad de crear empleo de calidad, y Sanz apuntó que “solo se ha recuperado el 46 % del empleo destruido durante la crisis”.

Derechos sociales

El segundo tiempo estuvo protagonizado por algo a lo que ya se dedicó mucho tiempo durante la legislatura: la educación concertada. Morón reivindicó la libertad de enseñanza, la libre elección de centro y propuso que los padres elijan “el contenido moral, cívico y sexual” de lo que se enseñará a sus hijos. Díaz la educación pública de calidad, con una subida del 20 % del PIB, gratuidad de 0 a 3 años, gratuidad en la universidad y comedores de calidad.

Pérez volvió a la fiscalidad para asegurar que la educación se puede sufragar bajando los impuestos, si, a la vez, se gestiona mejor: “Más gasto social, menos gasto político”. Regresaron también al fisco Sanz y Lambán. El de IU espetó que es “imposible tener unos servicios públicos como Suecia con la presión fiscal de Bulgaria”; y el socialista recalcó que sin impuestos no se pueden financiar los servicios públicos y recordó la apuesta de su gobierno por la escuela rural, por la FP y por la construcción de escuelas en los barrios del sur de la capital.

Hasta aquí, relativa tranquilidad, que se descontroló cuando Beamonte repitió uno de sus habituales argumentos: “La izquierda ha desatado un ataque sin precedentes a la concertada. Quieren alumnos adoctrinados”. Pérez dijo que “se acabó la lucha entre la pública y la concertada. No son antagónicas, son complementarias”. Conciliador, Arturo Aliaga (PAR) pidió un gran pacto por la educación y resaltó que pública y concertada siempre habían convivido en paz. “100 aulas públicas cerradas en los peores años de la crisis”, matizó Díaz poniendo en duda esa teórica coexistencia serena. “No tienen sentido mantener la concertada”, concretó Sanz.

Y en medio de esta disparidad, uno de los momentos más tensos del debate. Salió a relucir poco a poco el enfrentamiento pasado (y, teóricamente, perdonado) entre Lambán y Pérez. Tras su primera intervención en este bloque, el presidente señaló que prefería esperar (antes de poner sobre la mesa el resto de sus argumentos) a escuchar al resto de participantes, y, sobre todo, lo que dice el candidato de Ciudadanos “que sabe de todo”. “Lo que sé -dijo Pérez- lo sé porque llevo 30 años trabajando en la empresa privada, no como usted, que lleva 30 años sin bajarse del coche oficial y viviendo de la política”. Respondió Lambán: “Tiene un antipoliticismo propio de la extrema derecha, no sé qué ha venido a hacer a la política”. “Cuando está perdido siempre recurre a los golpes bajos y la falta de respeto”, zanjó el candidato naranja.

También criticó Lambán el fichaje de José Luis Saz por parte de Ciudadanos. “Llevan como salvador de la Hacienda aragonesa a quien Rudi tuvo que echar”. Saz, contestó Pérez, “tuvo la decencia de dejar su cargo cuando no cumplió el objetivo de déficit”. 

Hubo otro roce en este bloque, y nació cuando Díaz le recordó a Pérez que, “en Andalucía, lo primero que han hecho ha sido concertar el Bachillerato”. “Me preocupa Aragón”, replicó el de Ciudadanos. Entró entonces Soro para decirle que se ponía “muy nervioso” cuando algo sonaba a Colón. “Yo defiendo la libertad en Colón, en Rentería y en Venezuela”, anotó Pérez.

Fuera de la educación, Morón propuso la creación de una Consejería de Familias, con medidas fiscales de apoyo a la maternidad y apostar “por la cultura de la vida, apoyando a las mujeres que quieran continuar con su embarazo”. Solo hubo una respuesta, de la candidata de Podemos: “Respetar a las mujeres que quieran abortar no entra en sus papeles, ¿no?”. Y una replica más del representante de Vox: “Apostamos por la vida y no por políticas que favorecen la muerte”.

Aragón en España y autogobierno

A cuenta del trasvase llegó el momento tenso del tercer cuarto. Sacó el tema Beamonte para decir, claramente, “no al trasvase”. Entonces Soro recordó cuando, tanto PP como Ciudadanos, “dicen lo contrario fuera de Aragón”. “Míreme”, le dijo Pérez, “no al trasvase, así de claro se lo digo”. Respondió de nuevo del de CHA: “No creo que sea tan ingenuo, cuando sus compañeros hablan de plan hidrológico y solidaridad hablan de trasvase”. Cerró el debate el de los naranjas: “Aparque ese rollito electoralista cuando hable de algo tan serio”. También se pronunció al respecto Morón, para mostrar su desconcierto con el hecho de que el resto no estuvieran “dispuestos a ceder el agua que nos sobra a nuestros hermanos de las comunidades vecinas”.

En cuanto al Estado de las Autonomías, Lambán abogó por “defender España desde las autonomías y defenderse estas junto a otras comunidades”, y lo ejemplificó con el encuentro en Zaragoza de seis comunidades de la España vacía. Rechazó el sistema autonómico el candidato de Vox y fue respondido por Aliaga: “Menos mal que hay autonomías. Hay que hablar y llegar a acuerdos siempre sobre el Estatuto de Autonomía”. También Lambán replicó: “Cuando no había autonomías, en este país solo le iba bien a Madrid, País Vasco y Catalunya. Gracias a ellas, regiones tradicionalmente postergadas han crecido y ha sido capaces de sacar la cabeza”. 

Enganchado con lo anterior se habló de financiación autonómica. Pérez señaló que la actual “es una estafa puesta en marcha por Zapatero para contentar a Catalunya y que el PP no hizo nada por modificarla por si necesitaba el apoyo de vascos y catalanes”. La financiación, dijo Lambán, será cambiada por el Gobierno del PSOE. “¿Estando Sánchez con Esquerra Republicana y el PNV usted cree que va a cambiar algo?”, pregunto irónicamente Daniel Pérez.

Aragón del futuro

De despoblación, uno de los temas estrella de la campaña, se habló en el último bloque. Abrió el melón Sanz al afirmar que la despoblación “es el resultado de un modelo económico que expulsa a la gente cuando no es rentable”. Soro recordó el trabajo realizado en esta legislatura desde su Consejería, valorizando, sobre todo, la Directriz de Política Demográfica y contra la Despoblación. En ese momento, Beamonte dio sus medicinas para atajar el problema: “Menos impuestos, banda ancha y mejores carreteras”. Cada una de las medidas era contestada por Soro con un sencillo: “Ya está en la directriz”. Para acabar, el aragonesista le dijo: “Léasela, le va a gustar”.

Lambán también destacó lo hecho por su Gobierno y resaltó que Europa ya incluye el criterio de la despoblación para el reparto de los FEDER y de los Fondos de Cohesión. Díaz se acordó de tantos jóvenes que tuvieron que emigrar: “Más de 10.000 jóvenes aragoneses residen fuera. Hay que conseguir que Aragón sea un sitio donde volver”.

Salió el tema de la regeneración democrática por boca de Pérez. “Hemos puesto en marcha esta legislatura una Ley de Integridad y Ética Públicas, llega usted cuatro años tarde”, apuntó Díaz. Después, Lambán refrendó que la comunidad tiene “la ley más avanzada que hay en regeneración democrática”.

A colación de esto vino el mayor cruce de pareceres de esta parte (quizás el más bronco de todo el debate). Llegó cuando Soro le recordó al candidato de Ciudadanos el hecho de que su número uno en Escucha (Teruel) sea un exalcalde del PSOE condenado por revelar datos médicos de un rival. “Les pedimos que lo retiraran y lo han mantenido. Usted no puede dar clases de ética y regeneración”. “¿Y usted no cree en el derecho de las personas a la reinserción?”, le dijo Pérez, “sí, ese señor tiene que estar en la calle, pero en unas listas electorales”, culminó Soro.

También se habló de pactos, y, otra vez, fue Pérez al que buscaron. “Con el PP está garantizado que no habrá un gobierno de izquierdas, ¿con sus votos lo permitirá?”,  le preguntó Beamonte al de Ciudadanos. “Yo no me refiero a con quién, sino para qué. Pero sí le digo una cosa, si Lambán no se desmarca del sanchismo, que está con los que quieren romper España, no voy con él ni a cobrar una herencia”.

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