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“Se da por sentado que el hombre es quien habrá pensado los guiones”

Marisol Aznar, actriz, guionista y cantante.

Ana Sánchez Borroy

Zaragoza —

A Marisol Aznar (Zaragoza, 1972) le pasa a menudo lo que denunció en Micromachismos otra aragonesa, Eva Amaral, que explicó que se siente ignorada en demasiadas reuniones cuando se habla de la composición de los temas o de la parte más técnica de los espectáculos. Marisol Aznar es una de las caras más conocidas del programa de humor de Aragón TV, Oregón Televisión. Pero también es una de los guionistas. Esta semana, ha participado en el acto central organizado por el Instituto Aragonés de la Mujer con motivo del 8 de marzo.

¿Por qué las mujeres directoras, productoras, actrices… siguen siendo minoritarias en el mundo del cine?

Porque hay un monopolio masculino muy grande en casi todo. Es un monopolio muy difícil de deshacer; hay que ir picando con pico, poco a poco. Es también una cuestión de costumbres y de dar por sentadas muchas cosas. A veces, es tan difícil visibilizar las cosas porque ni siquiera existen en el imaginario colectivo. Hablo, por ejemplo, de la importancia del guion y de que la gente, sin mala intención, da por sentado que algunos universos son siempre masculinos. Hay que ir rompiendo esos esquemas y esos tabúes.

Eva Amaral se ha quejado de que en algunas reuniones siempre se dirigen a Juan Aguirre cuando se habla, por ejemplo, de la composición. ¿Ha sentido algo parecido?

Sí, absolutamente. De hecho, yo ahora mismo hago el guion de Oregón Televisión junto al director, Samuel Zapatero, y a Jorge Asín. Los tres somos, por tanto, los guionistas. Pues bien, siempre se dirigen a él (Jorge Asín), siempre. Se da por sentado que, habiendo un hombre, será él quien habrá pensado los guiones. Digamos que en la parte visible, en la parte más actoral, sí se dirigen a mí, porque soy una mujer, soy actriz y eso sí se comprende. Pero en la parte no visible, en la parte que está detrás, que verdaderamente es la más importante, la de las ideas, se entiende que es sólo un universo masculino. Cuando alguien quiere contactar con la gente que hace guion, directamente se suele dirigir a Jorge o a Samuel, más bien a Jorge porque es más visible, es una cara más conocida. Me ha ocurrido en la televisión y me ha ocurrido en teatro toda la vida. Las obras siempre las he escrito yo, pero como tenía algún compañero masculino, siempre se ha dado por sentado que era él quien escribía. Para mí es una constante.

¿Cómo lleva esta situación?

Fatal. Es de las cosas que más me molestan porque, efectivamente, se te considera una ejecutora de cosas que te dan hechas y realmente hay muy poca conciencia de que soy una creadora de esas cosas, además, para todo el mundo. Creo que las mujeres, cuando creamos, lo hacemos de una manera mucho más general, para hombres y mujeres. Los hombres crean mucho más para hombres que para mujeres. Es sin querer, no digo que nada de esto sea con mala intención, pero de alguna manera natural sale así, por la cultura que hemos recibido.

¿Ha sufrido brecha salarial?

No he vivido eso porque nuestra empresa es sui generis, es muy particular. La hemos hecho nosotros a nuestra manera. Otra cosa es cómo la perciba la gente, que no entiendan que dentro de la propia productora hemos hecho nuestra empresa a nuestra imagen y semejanza y eso supone que estamos hombres y mujeres con jornadas iguales y sueldos iguales, según tu trabajo, ni más ni menos.

¿Crear un proyecto propio es ahora mismo la única vía para sortear la desigualdad?

A mí es la única vía que me ha quedado porque no voy a decir que la creación no exista para las mujeres, pero es mucho más desconocida y mucho más difícil de encontrar. Entonces, al final, puedes fabricártelo tú si no te lo ofrecen. No estoy esperando a que me den proyectos, me los invento yo. En ese sentido, tengo suerte, también por la gente que me acompaña y tiramos para adelante con lo que sea. Si no está, me lo invento.

¿En qué se nota si un guion está escrito por un hombre o por una mujer?

No quiero generalizar porque realmente creo que hay hombres y mujeres que escriben guiones maravillosos y hombres y mujeres que los hacen penosos. Tiene más que ver con si eres bueno o no en el aspecto creativo. Pero sí es cierto que el guion es el reflejo de la vida y pienso que nuestra naturaleza es, en cierto modo, más empática. No me gusta mucho decirlo así, pero sí que creo que nos damos más cuenta de las cosas emocionales; si hay un colectivo de gente, nosotras solemos estar más pendientes de si alguien está bien o no, es una cuestión práctica de la vida cotidiana. Entonces, sí, como trabajamos mucho con materiales humanos, las mujeres damos un toque mucho más completo, más diverso y más generoso, que tiene todo más en cuenta.

¿Que la mayoría de los personajes femeninos sean retratados por hombres provoca cierta distorsión en la imagen real de la mujer?

Sí, aunque esto también tiene mucho que ver con lo bueno o malo que sea el guionista, en si se conforma con lo superficial, con los tópicos, que es a lo que recurres cuando no conoces. Una mujer sabe mucho más del universo femenino y no necesitamos recurrir a los tópicos, sino a nuestras experiencias. Además, en muchos casos, los tópicos suelen ser negativos, hablan de las mujeres como malas, retorcidas…

Con todo, ¿algo está cambiando?

Quiero pensar que algo sí está cambiando, pero también está por cambiar. Hay que cambiar la educación. Si cada vez estamos más gente interesada en que la educación que se le da a nuestros hijos sea más igualitaria, aunque sea por imperativo, llegará un momento de una nueva generación donde la igualdad esté mucho más integrada que en la nuestra. Eso se conseguirá, quiero pensar eso y quiero que así sea.

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