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Sobre este blog

Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.

Ciudadanos y el espejo de las tres madrastras

Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias en un debate electoral

Arsenio Escolar

Pese a que no hay elecciones previstas hasta dentro de 15 meses –locales y europeas en toda España y autonómicas en 13 comunidades, previsiblemente el domingo 9 de junio de 2019–, seguimos en temporada alta de encuestas electorales, con muchas semanas de dos y hasta de tres sondeos diferentes. Así ha sido durante todo el invierno, y previsiblemente así será durante toda la primavera, ávidos todos de medir en la opinión pública la acción e inacción del Gobierno, la actividad de la oposición, los efectos de la crisis de Catalunya, los casos de corrupción, las movilizaciones de las mujeres o de los pensionistas, el debate sobre la prisión permanente revisable o la sociedad de la desigualdad con la que estamos saliendo de la crisis.

Las encuestas públicas del CIS, sus famosos Barómetros –cuatro al año con intención de voto–, se basan en trabajos de campo de unas 2.500 entrevistas, todas ellas presenciales, cara a cara encuestador y encuestado. Las encuestas privadas, hechas por otros institutos demoscópicos y generalmente por encargo de medios de comunicación, tienen muestras más pequeñas, en torno a las 1.000 entrevistas, y por lo general se realizan por teléfono o por internet. La diferencia de muestra y de método entre aquellas y estas no impide que unas y otras lleguen a parecida conclusión en las principales tendencias electorales: respecto a las últimas urnas generales (el 26 de junio de 2016), el PP se desploma, Ciudadanos se dispara hasta duplicar sus resultados, el PSOE aguanta a duras penas y Podemos cae. Si ahora hubiera elecciones y el resultado fuera el de la media de las encuestas recientes, Ciudadanos ganaría con cierta holgura, PP y PSOE se disputarían la segunda plaza, ambos con poco más del 20% de los votos, y Podemos sería cuarto, luchando por no caer por debajo del 15% del voto.

¿Son creíbles las encuestas, especialmente estas hechas tan lejos de la cita electoral real? En cuanto fotografías de un momento determinado de la opinión pública, sí lo son. Especialmente, por la enorme información y muchos matices que proporcionan sobre valoración de líderes, trasvase de votos, simpatías y rechazos de los ciudadanos con las diferentes marcas políticas, voto directo, etc. Otra cosa muy diferente es la credibilidad de la llamada ‘cocina’ de cada uno, los métodos internos de tratamiento de datos con que cada instituto demoscópico administra su propia fórmula para llegar a un resultado final de porcentaje de voto atribuido a cada formación, o incluso de escaños asignados.

Esto último, lo de asignar escaños, quizás sea una temeridad por parte sobre todo de aquellos institutos demoscópicos privados que con muestras pequeñas, de apenas 1.000 entrevistas en total, se atreven a calcular lo que pasaría al detalle en cada una de las 52 circunscripciones en que se divide España en las elecciones generales. En muchas de ellas, las medianas y pequeñas, el número de encuestas que se hacen es mínimo, irrelevante. Insuficiente como para aventurarse a asignar escaños.

De las encuestas suelen hablar mal, por lo general, quienes salen feos, poco favorecidos. Tras el seísmo electoral real de las urnas catalanas del pasado diciembre -en las que Ciudadanos logró un éxito rotundo en votos y escaños, aunque insuficiente para alcanzar el poder, y el resto de las formaciones de ámbito estatal recogieron una cosecha escasa o incluso paupérrima-, las encuestas de todo el invierno han ido en la misma línea: el PP sale muy feo; y el PSOE y Podemos, poco o nada agraciados. Solo Ciudadanos brilla.

Las reacciones de los afeados han sido las esperables: “La encuesta que nos interesa es la de jornada electoral, y eso está aún muy lejos”, dicen todos, al tiempo que añaden que Ciudadanos está sobrevalorado. “La gente está cabreada con el Gobierno, y tiene algunos motivos, y dice que votará a Ciudadanos para dar un toque de atención al PP, pero cuando lleguen las elecciones muchos de esos cabreados seguirán apoyándonos a nosotros”, comenta una veterana diputada del PP. “A Podemos siempre nos han dado las encuestas peor resultado que las urnas. Confiamos en remontar”, afirma un dirigente de la formación morada.

En el PSOE han ido recientemente más allá en la crítica o en el comentario sobre las encuestas. Este domingo pasado, en la clausura de su Escuela de Buen Gobierno, el secretario general socialista, Pedro Sánchez, sorprendía al afirmar en público que su partido “está tocando con la punta de los dedos ser la primera fuerza política del país”. Un día antes, el sábado, y en el mismo foro, un miembro de la dirección socialista de larga trayectoria como sociólogo, José Félix Tezanos, responsable del Área de Estudios y Programas del PSOE, arremetía contra las encuestas, especialmente contra las que encargan y publican los medios, y lo hacía con expresiones muy duras: “No son sociología sino parasociología”. Son “una especie de brujería”. “Un suflé que sube hasta la estratosfera”. Algunos medios “las falsean” y las publican “como quien publica un editorial”. Las encuestas se han convertido “en un instrumento de publicidad política”.

¿Tiene Pedro Sánchez informes solventes de sus asesores que avalen su afirmación o estaba simplemente animando a sus cuadros para que se olviden ahora de los sondeos y se centren en planificar al milímetro la batalla de las elecciones locales de 2019 porque “quien gana las municipales gana las generales”? ¿Es el hasta ahora moderado José Félix Tezanos la madrastra iracunda -más que la del PP o la de Podemos- que rompe el espejo porque se ve fea o tiene motivos sobrados para decir lo que dice tras constatar que las pocas simpatías que despierta en muchos de los principales medios de comunicación el PSOE de Pedro Sánchez se han trasladado también a las ‘cocinas’ de los institutos demoscópicos con los que esos medios trabajan?

Los datos del PSOE

La relación y la reacción del PSOE con las encuestas da para mucho debate. Es curioso ver cómo algunos datos que aparecen en las preguntas laterales de la encuesta con más muestra y más llena de matices, el Barómetro del CIS, son interpretados de manera radicalmente diferente dentro del todavía poco unido PSOE. Los datos son estos, todos del Barómetro de enero pasado, el más reciente con datos electorales y que, tras la 'cocina' del CIS daba ganador al PP con el 26,3% de los votos, seguido del PSOE con el 23,1%, Ciudadanos con el 20,7% y Unidos Podemos y sus confluencias, con el 19%.

-El PSOE es el partido que gana en voto directo: 15,9%, frente al 15,7% de Ciudadanos, el 15,5% del PP y el 9,2% de Unidos Podemos y sus confluencias.

-El PSOE es también el que más simpatía despierta en los encuestados: 17,9%, frente al 15,1% del PP, el 13,6% de Ciudadanos o el 10,6% de Unidos Podemos y sus confluencias.

-El PSOE es, además, el que menos rechazo provoca. Sólo el 36,9% de los encuestados dicen que, “con toda seguridad, no lo votaría nunca”, frente al 40,9% de Ciudadanos, el 53,2% del PP o el 58,8% de Podemos.

-El PSOE es, y con gran ventaja, el partido más cercano ideológicamente al conjunto de los españoles. El Barómetro tiene en sus encuestas electorales una pregunta en la que se le pide al encuestado que se coloque a sí mismo y coloque a los diferentes partidos en una escala ideológica en la que el 1 representa la extrema izquierda y el 10 la extrema derecha. En enero, la media de los encuestados se situaba en 4,73, y veían al PSOE muy cerca, en el 4,49, y a resto de partidos lejos o muy lejos: a Ciudadanos en el 6,76, al PP en el 8,13 y a Podemos en el 2,18.

Si salimos tan bien en todas esas preguntas y aun así no ganamos elecciones, ¿no será que fallan el líder, el equipo y las propuestas que le hacemos a la sociedad?, se preguntan algunos críticos internos de Pedro Sánchez.

Si salimos tan bien en todas esas preguntas y aún así no nos dan las encuestas como ganadores, ¿no será que las ‘cocinas’ sesgan en contra nuestra? ¿no será que la próxima vez sí vamos a ganar?, se dicen algunos sanchistas.

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Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.

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