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Sobre este blog

Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.

Gobierno y Govern tras el 10N se juegan en clave catalana

Una pancarta en la que puede leerse 'Freedom for Catalonia' ('Libertad para Catalunya') en la manifestación independentista en Barcelona.

Arsenio Escolar

Conforme a lo esperado, Cataluña está siendo el principal –e incluso a veces único– gran tema de la campaña electoral. El asunto que marca tendencias de voto, subidas y bajadas, remontadas y desplomes. Ni la inminente exhumación de Franco, ni los indicios de parón de la economía, ni el Brexit, ni ningún otro tema de actualidad muestran suficiente fuerza de arrastre de opinión pública como para que, en las menos de tres semanas que faltan para el 10 de noviembre, el debate sobre el conflicto catalán vaya a ser desplazado del lugar central que ocupa.

La cronificación de las protestas tras la sentencia del Supremo. Los abundantes y graves episodios de violencia callejera. Los división en el independentismo catalán, no sólo respecto a las actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, sino también y especialmente sobre la estrategia a seguir ahora. El errático desempeño de Quim Torra, más activista que gobernante, y cada vez más solo incluso entre sus propias filas. Las presiones de la derecha al Gobierno para que aplique mano dura. La posición al tiempo firme y moderada de Pedro Sánchez, que vigila en corto y mantiene a distancia a Torra, pero sin caer por ahora en medidas extraordinarias... Los factores en juego en el conflicto catalán son tantos que es difícil saber cómo van a evolucionar en los próximos días y en qué situación va a llegar cada contendiente a las urnas del 10N.

Lo que sí sabemos, por los sondeos y otros indicadores, es la situación actual de cada formación, tanto en el conjunto de España como en Cataluña.

En el conjunto de España, el PP, que en el Congreso recién disuelto tenía 66 diputados, ha experimentado en el último mes una notable escalada que le llevaría ahora al entorno de los 100 escaños. Vox, que en abril fue la quinta fuerza más votada, ha dado la vuelta a los pronósticos de hace pocas semanas, que le auguraban una leve caída, y aspira ahora a una fuerte subida y ser la tercera. El PSOE está estancado, sin registrar por ahora el impulso del papel institucional que le auguraban sus estrategas internos. Unidas Podemos experimenta una pequeña tendencia a la baja. Más País, que hace un mes apuntaba alto y en algún sondeo apuntaba al 8% de los votos, se está quedando ahora en los entornos del 3%-5%. Y Ciudadanos, pese a que Cataluña fue hace años su gran motor de crecimiento a nivel estatal, no logra taponar la sangría y se desploma tanto que ya hay encuestas que le pronostican que perderá dos tercios de los 57 escaños en el Congreso que tenía y se quedará por debajo de los 20.

El desplome de Ciudadanos es, en el fondo, lo que está alterando todo el mapa y activando las expectativas de casi todo el resto de partidos. De ahí vienen los crecimientos de PP y de Vox: especialmente, en las circunscripciones pequeñas, las que reparten siete o menos escaños. Los asientos logrados en abril por Ciudadanos en la España vaciada se van ahora a la formación de Santiago Abascal y, sobre todo, a la de Pablo Casado. El PSOE, con su estrategia de girar al centro y a jugar un papel de partido institucional que dé a los votantes garantías de estabilidad –“Ahora, Gobierno. Ahora, España”, dice su eslogan–, aspiraba a pescar, tanto en las provincias pequeñas como en las grandes, a muchos de los antiguos votantes de Albert Rivera que ahora se le están yendo. Pero la letra pequeña de las encuestas, los cruces, no indican que por ahora haya una corriente significativa de Ciudadanos a PSOE.

Si no hay trasferencias de votos entre bloques, el de derechas y el de izquierdas, ¿significa eso que Sánchez tiene garantizada la victoria y que a Pablo Casado, por mucho que sume, no le dará para lograr la investidura? Ni mucho menos. En el PSOE, temen a un factor más: la desmovilización, la abstención de antiguos votantes suyos que ahora se les queden en casa, sea por el cabreo de la repetición electoral, sea por el no pacto a la izquierda, sea por Cataluña o por otras cuestiones.

Si el conflicto catalán está marcando tendencias electorales en toda España, mucho más aún lo está haciendo en Cataluña. Los sismógrafos dicen que la CUP, que se presenta por primera vez a unas elecciones generales, va a irrumpir con fuerza, y que lo hará sobre todo a costa de la radicalizada Junts per Catalunya de Torra y Puigdemont. Que al PSC le irá bien solo si al PSOE le va bien a nivel estatal (y viceversa). Que los comunes andarán en registros similares a abril. Que las únicas expectativas de PP y de Vox de mejorar su pobre resultado de abril son a costa de Ciudadanos...

En Cataluña, el partido fundamental en clave local es el que enfrenta a las dos grandes formaciones independentistas, aún aliadas en el Govern catalán. En abril pasado, ERC logró 15 escaños en el Congreso y Junts consiguió 7, menos de la mitad. Si ahora esa proporción se confirma –y es posible que incluso aumente la distancia, y Esquerra pase de doblar a casi triplicar a Junts–, al conflicto catalán se le abrirán algunos caminos que hoy están cegados. ERC probablemente fuerce la caída de Torra y/o la convocatoria de elecciones autonómicas, e intente un Govern más abierto, probablemente con socialistas y comunes. Aunque para ello dependerá de quién gobierne en Madrid y con qué apoyos haya logrado el presidente del Gobierno la investidura.

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Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.

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