Saavedra pide apoyo para el “gran reto” de una Ley de Salud Mental autonómica
La consejera de Salud, Concepción Saavedra, ha planteado este jueves la necesidad de alcanzar un “pacto social y político” que permita que Asturias cuente con una Ley de Salud Mental, un “gran reto” para potenciar la respuesta que se está dando a los desafíos que se presentan en este ámbito.
Aunque la consejera ha asegurado que en Asturias los trastornos mentales severos o graves se mantienen estables en los últimos años, sí que están aumentando entre los más comunes, con los relacionados con la ansiedad, la depresión o la pérdida de sueño.
Asturias, según ha asegurado, dispone de una red que en “cantidad, calidad y distribución territorial puede valorarse como muy importante” y de un plan de Salud Mental que va acompañado de “importantes inversiones” para acabar con algunas situaciones de déficit y que será la base para abordar esa nueva ley.
Saavedra ha comparecido hoy ante la Comisión de Salud de la Junta General del Principado a petición propia para informar sobre el Plan de Salud Mental 2023-2030 aprobado en marzo por el Consejo de Gobierno con el objetivo destacado de disminuir las muertes y los intentos de suicidio, así como de la detección precoz y la atención a la conducta suicida.
El problema de la salud mental tiene que ver con el modelo de sociedad, no es cuestión de ideologías y para Asturias se ha convertido en una “prioridad”, ha firmado la titular de Salud al defender un modelo de “atención comunitaria, centrado en las personas, buscando su recuperación plena, evitando la sobremedicación e incidiendo en el ámbito infanto-juventil y en el del suicidio”
Tras asegurar que la salud mental debe ser vista “como una parte indivisible de la salud pública”, ha recordado que para mejorarla el plan contempla 240 acciones que reflejan el compromiso del Ejecutivo en este ámbito y plantea movilizar casi 37,5 millones de euros.
Para ello, se ahondará sobre todo en las acciones dirigidas a la población infanto-juvenil, los mayores, y los grupos vulnerables; igualmente, se trabajará en la prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida a través de una Agenda Única con la que se coordinan las actuaciones de los distintos ámbitos institucionales.
La consejera ha incidido en que el plan supone una “potente herramienta” que recoge realidades y es producto de una evaluación “muy profunda”, pero hay que dar un nuevo paso con la aprobación de una Ley Asturiana de Salud Mental.
Ese paso, ha añadido, debe darse “con el mayor consenso posible” por lo que ha tendido la mano a todos los grupos parlamentarios para que se sumen a este compromiso por la salud y pueda aprobarse una ley que permita cerrar los cambios que se están introduciendo en la atención de la salud mental.
La portavoz popular, Pilar Fernández, ha asegurado que desde el PP sí hay intención de consensuar esa ley, si bien ha advertido de que no comparten todo lo que plantea un plan que, en su opinión, no fue suficientemente consensuado, que no concreta cómo se van a conseguir nuevos profesionales o acometer las nuevas infraestructuras y que tiene “graves carencias”.
Desde IU, Xabel Vegas ha celebrado que la derecha haya entendido la importancia de la salud mental, pero también ha calificado de insuficiente el plan aprobado este año, por lo que ha apostado por una ley que garantice el derecho a la atención a la salud mental “con los más altos estándares de calidad”.
Para la portavoz de Vox, Sara Álvarez, la situación en este campo es “insostenible” y peor que hace cuatro años, con una tasa de mortalidad por suicidios que no deja de aumentar, sobre todo entre los jóvenes, lo que, en su opinión, demuestra que “algo no se está haciendo bien” y que es necesario “un giro radical”.
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