Colombia sigue avanzando hacia una paz duradera. Años de negociaciones han dado lugar a la firma de un acuerdo histórico el 23 de junio en La Habana entre el Estado y la guerrilla de las FARC, que implicaría la entrega definitiva de las armas y la implementación de un proceso de desmovilización de unos 10 mil combatientes guerrilleros bajo la observación permanente de las Naciones Unidas.
Sin embargo, no ha sido ratificado en el referéndum del pasado domingo. Posiblemente no era el acuerdo perfecto pero ha servido para poner en claro los límites y los consensos para la búsqueda de una solución sostenida. La sociedad colombiana ha pedido hacer una revisión de los términos suscritos. Habrá por tanto que retomar la negociación, lo cual no indica que el proceso se haya detenido. Es momento de seguir trabajando con la esperanza de que antes o después se alcance el cierre definitivo del conflicto.
Ayuda en Acción lleva 10 años comprometida con la mejora de las condiciones de vida de la población colombianamejora de las condiciones de vida de la población colombiana. Desde la región de Montes de María hasta Nariño, pasando por varias acciones en el Valle del Cauca o en el Chocó. En este periodo hemos tenido la oportunidad de contribuir, junto a instituciones y sociedad civil, a generar un escenario en el que las personas puedan desarrollar sus capacidades y encontrar oportunidades para lograr un futuro mejor. Hemos conocido los estragos del conflicto y hemos logrado sentirnos parte del proceso hacia una solución sostenida. En la actual coyuntura, vivimos con la misma intensidad que cada persona de este país la búsqueda de nuevo contexto nacional. Por ello, seguimos erre que erre peleando por una Colombia en paz.
Las “erres” están y estarán muy presentes en el camino que aún debe transitar la sociedad colombiana. Constituyen al mismo tiempo el freno y la solución de una paz que se resiste pero que está cerca. Por ello, son los aspectos en los que Ayuda en Acción centrará sus esfuerzos en los próximos años, perseverando en los lugares donde trabajamos.
Las primeras erres tienen que ver con la Responsabilidad y el Respeto. Ambas posiciones se han puesto de relieve en el tránsito hacia el acuerdo. Incluso en el momento de obtener un resultado adverso en el plebiscito popular del pasado 2 de octubre, se han mantenido los puentes que permiten augurar un resultado positivo. Ese es el acercamiento que tenemos como organización frente a la situación de Colombia, aprendiendo de la actitud de los ciudadanos y ciudadanas del país.
Las segundas erres marcan el sentido de nuestra intervención. Tienen que ver con Reintegración y Retorno, con la atención a parte de los 6,9 millones de desplazados por el conflicto armado que potencialmente retornarán a sus lugares de origen una vez que el éste ha terminado. La Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) estima que sólo el 3,2% de los desplazados en el mundo retorna. Sin embargo, una encuesta reciente en Colombia revela que un 20% de ellos están dispuestos a regresar a su sitio de origen dejando las zonas periurbanas de las grandes ciudades. Una diáspora en la que 2 millones son mujeres y niñas, y más de un 55% son menores de 15 años. Personas que han sido víctimas directas de la violencia solo por el hecho de ser vulnerables, y sobre las que todavía pesará el riesgo del Reclutamiento por parte de organizaciones delictivas que se encuentran operando en las zonas más afectadas.
La Reparación integral de niños, niñas y adolescentes víctimas del conflicto armado, realizada desde lo educativo, lo legal, lo comunitario, lo lúdico o lo social es una prioridad que debe cambiar la percepción de los contextos y de los hechos victimizantes que encontrarán al regresar junto a sus familias a lo que alguna vez fue su hogar. Solo basta recordar que el conflicto armado ha dejado un saldo de 220 mil asesinatos documentados, de los cuales más de 177 mil fueron perpetrados contra la población civil y otras casi 41 mil víctimas mortales se cuentan entre las partes combatientes, como indica el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) de Colombia. Un episodio de la historia que tardará mucho tiempo en cicatrizar.
Y todo ello en un contexto eminentemente Rural, donde se concentró el conflicto y donde se perpetúa la pobreza y la exclusión. En los lugares donde Ayuda en Acción ha centrado su apoyo. Territorios en los cuales el Estado ha estado ausente por décadas y donde va a ser necesaria una intensa Reconstrucción no solo de elementos materiales como vivienda, dotación de servicios, comunicaciones y conectividad, sino también de las propias relaciones interpersonales tras un enfrentamiento fratricida. La fuerte organización social que se constituyó para resistir a la violencia se debe convertir en la base sobre la que construir los planes de futuro. Un reto en el que los niños, las niñas y la adolescencia tienen un papel fundamental y a los que las instituciones públicas y las organizaciones privadas y de la sociedad civil deben proporcionar Rutas de atención integral si se espera alcanzar un resultado duradero.
En conclusión, un panorama con el que seguimos comprometidos. Un contexto en el que hay que luchar contra la estigmatización del que piensa de manera diferente, fomentando el diálogo, la tolerancia y la conversación en democracia como mecanismos para dirimir las diferencias. Es la búsqueda de la Reconciliación que necesita la sociedad colombiana para construir juntos un imaginario de paz sobre el que construir un nuevo futuro para el país.
Sobre este blog
Ayuda en Acción es una Organización No Gubernamental de Desarrollo independiente, aconfesional y apartidista que trabaja en América, África y Asia con programas de desarrollo integral a largo plazo en diferentes ámbitos para mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas, así como el de las familias y comunidades a través de proyectos autosostenibles y actividades de sensibilización.
