Bilbao se abre al mundo y se cierra a sus ciudadanos
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Bilbao ha vivido hoy la jornada inaugural de la IV edición del Foro mundial de alcaldes. Un evento cuya finalidad es la de compartir experiencias sobre las soluciones aportadas en diferentes ciudades del mundo a los problemas de sus habitantes. Sin embargo, son precisamente los ciudadanos los que se han quedado fuera de cualquier tipo de participación en el mismo. Las sesiones plenarias se desarrollarán a puerta cerrada y será difícil acceder al contenido de los debates para cualquiera que no pertenezca a las comitivas de las ciudades representadas. Los curiosos se han tenido que contentar con la observar desde detrás de los cordones de seguridad, y fuera del alcance auditivo, de las conversaciones de los 54 mandatarios mundiales reunidos en la Alhóndiga.
La escena vivida durante el cóctel de recepción de los representantes bien podría describir el conjunto de las jornadas. Las autoridades disfrutan de un suntuoso cóctel mientras admiran una exposición sobre la transformación de Bilbao y Singapur en el interior de un cordón de seguridad de unos 80 metros cuadrados situado en el atrio del antiguo almacén de vinos. Mientras tanto, fuera de este perímetro de seguridad la gente sigue con su vida diaria. Le llama la atención el evento, se acerca, observa y en la mayoría de los casos continúa su camino con indiferencia. Algunos se quedan a curiosear, pero si se arriman más de la cuenta el personal de seguridad rápidamente les pide que mantengan las distancias.
Es el caso de Mercedes, que a mediodía paseaba con su nieto por el interior de la Alhóndiga como suele hacer “siempre que llueve”. “Hemos intentado acercarnos para verlo todo de cerca, pero un señor nos ha pedido amablemente que nos marchemos”, detallaba. En su opinión “está bien que quieran traer más negocios, pero podrían abrir el cordón y dejarnos entrar y así conocerían cómo somos los de Bilbao de verdad”, criticaba.
Cerca suyo se encontraba Martín, burgalés afincado en la capital vizcaína “desde hace muchos años”, también observando con interés la degustación del cóctel por parte de los mandatarios internacionales. “Todavía está por demostrar si esto va a servir realmente para hacer negocios”, comentaba. “Me parece bien que hagan este tipo de cosas, pero siempre que sirvan par algo”, añadía. Loly, otra bilbaína situada a su lado era algo más crítica. “¡Se supone que no tenemos dinero para nada y nos lo gastamos en esto!”, exclamaba. Entre recado y recado, el evento de hoy a mediodía le había llamado la atención al cruzar la Alhóndiga. Aguantando el carrito de la compra se preguntaba desde detrás de la barrera: “Con los tiempos que corren, igual se podría haber hecho esto un poco más austero, ¿no? Sobre todo si se paga con dinero público”.
A escasos metros de ella, Antonio se lo tomaba con más filosofía: “Todo lo que sea atraer turismo y hacer mejoras a la ciudad me parece perfecto”. “Necesitamos que los de fuera nos traigan inversiones”, opinaba el bilbaíno. “Cuidar, ya les están cuidando bien, ahora hace falta que todos estos dejen algo aquí y ya lo habremos rentabilizado”, observaba.
“Alianzas estratégicas”
Al finalizar el cóctel de bienvenida los mandatarios internacionales han pasado a la sala de exposiciones de la AlhóndigaBilbao donde se ha celebrado la primera sesión plenaria, dedicada a analizar los desafíos comunes de las ciudades actuales. Salvo los discursos de bienvenida, a cargo de la teniente alcalde bilbaína, Ibone Bengoetxea, y del ministro de desarrollo nacional de Singapur, Khaw Boon Wan, el resto del acto se ha desarrollado a puerta cerrada. Tampoco se han hecho públicos los resultados ni las conclusiones de la misma, a pesar de la insistencia de los medios de comunicación allí reunidos.
Bengoetxea ha explicado que una de las metas es “fortalecer nuestras relaciones a través de nuevas alianzas estratégicas”. “Necesitamos debatir, pensar, explicar, compartir… necesitamos relacionarnos de manera más estrecha”, he añadido en referencia a los representantes de 54 ciudades mundiales reunidos en la sesión de trabajo de hoy. A lo largo de la misma, uno de los temas de exposición ha sido la reconversión de los entornos industriales de Bilbao en nuevos entornos urbanos, a cargo del concejal de urbanismo y alcalde de la villa en funciones, Ibon Areso.
La teniente alcalde de Bilbao ha hecho también referencia a una de las novedades de la edición de este año del Foro mundial de alcaldes, el encuentro internacional de empresas que se celebrará mañana. “Las ciudades debemos buscar también la competitividad económica. Vamos a tener la oportunidad por tanto de compartir reflexiones sobre la gestión de lo público, incorporando una dimensión económica que sirva de plataforma para abrir nuevas oportunidades de negocio y nuevos mercados al sector privado”, ha declarado.
Khaw Boon Wan, por su parte, ha hecho hincapié en la elección de Bilbao como escenario para la cumbre. En su corta historia, esta es la primera edición del foro que se celebra fuera de las fronteras de Singapur. “Ésta es una ciudad muy bonita y muy bien gobernada”, ha valorado el ministro de desarrollo nacional. A lo largo de su discurso, el mandatario oriental ha declarado que, “además de discutir ideas para mejorar el entorno físico de las ciudades, debemos garantizar un acceso equitativo a esa infraestructura y su impacto en las interacciones y comportamientos sociales”. “Por eso estoy muy contento al observar este fuerte enfoque sobre ‘la gente’ que tenemos en la agenda”, ha añadido.
Al término de ambas exposiciones ha dado comienzo la primera sesión plenaria. Aunque a partir de ese momento ya no ha habido más espacio para otra gente que no fueran los representantes de las comitivas participantes.
