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Sobre este blog

El Ojo izquierdo nació en El País en 2010 y prolongó su vida durante diez años en la cadena SER, con vivienda propia en el Programa Hoy por Hoy, primero con Carles Francino, después con Pepa Bueno y finalmente con Àngels Barceló.

Ahora se instala con comodidad en elDiario.es, donde es de esperar que se mantenga incólume la aviesa mirada de su autor, José María Izquierdo.

Hay elecciones; pero en toda España

Una papeleta de votación

José María Izquierdo

24 de abril de 2023 22:51 h

22

Seguro que Rudyard Kipling tiene escrito por alguna parte, quizá en algún poema, que sólo sabemos mirar al futuro más remoto y nos olvidamos de que lo más importante nos va a suceder mañana. Y si el británico de Bombay no lo escribió, debería haberlo hecho. Tenemos encima las elecciones municipales (unas 8.000 plazas) y autonómicas (12), millones de ciudadanos en todas las minúsculas y multitudinarias poblaciones depositando su voto, y se nos llena la boca con Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo, sin olvidarnos de Abascal y Díaz. Fíjense que de esas elecciones van a salir los dirigentes más próximos a nuestras preocupaciones, a nuestros problemas, a nuestras necesidades. Ahí es nada, los que se ocupan de los eventos consuetudinarios que acontecen en las rúas y constituyen nuestro pan del día a día. O sea, Manuela, Isabel, Alejandro o Sergio. Gentes del pueblo o la ciudad que habrán de cuidar de ciudadanos tan importantes como los madrileños o los barceloneses. Faltaría más.

Nos mata, además, otro desatino que nos nubla el entendimiento y limita el horizonte a una línea continua, sin las cordilleras y las nubes que tanto adornan los atardeceres. Madrid, sólo existe Madrid, y si me apuran, Barcelona. Para que los medios nacionales escriban Sevilla, Castellón, Logroño o Salamanca, por poner unos ejemplos obvios, tiene que haber ocurrido algún triste suceso, un asesinato múltiple, un incendio terrorífico, un choque de trenes, que abra la boca un García-Gallardo –¡gensanta qué personaje!– o que Moreno Bonilla quiera esquilmar Doñana. O sea, sucesos terribles, cuanto más horroroso más atención.

De los resultados del 28 de mayo todos los partidos harán su propia lectura, como ha ocurrido siempre y pasó en 2019. Recordemos, para guía de navegantes, que entonces, según datos de Raúl Sánchez en este mismo diario, el PSOE obtuvo 2.780 alcaldías, y el PP 2.829. Pero atención al dato, la población de las ciudades con alcalde socialista era de 19.584.052 ciudadanos, mientras que las del PP llegaban a los 12.820.119. ¿Es tan sencillo adjudicar la victoria a uno u otro partido? Esas dificultades en separar churras de merinas vamos a vivirlas, tal cual, siempre con la obvia variación en los datos, el 29 de mayo.

Decíamos del centralismo madrileño en cuanto a los medios de comunicación que se dicen de alcance nacional, otro tic del pasado, que podemos admirar en todo su esplendor con unos sencillos ejemplos. En nuestro país hay sólo seis ciudades de más de 500.000 habitantes: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza y Málaga. ¿Saben todos los lectores de este modestísimo Ojo que la candidata del PP a la alcaldía de Valencia, 800.000 habitantes, corramos un tupido velo sobre la Gürtel, se llama María José Catalá? ¿O que la aspirante a alcaldesa de Zaragoza por el PSOE es Lola Ranera? A partir de ahí jueguen ustedes en su casa con su familia y sus allegados, e incluso con sus seres queridos, a elegir ciudad y a aportar el nombre del candidato o la candidata. Unas risas.

(Van a permitir ustedes al Ojo que al citar a la llamada prensa de alcance nacional –mayoritariamente dominada por la caverna más feroz– se le hayan venido encima todas las vergüenzas que hay que soportar a sus ridículos articulistas y sus reaccionarios comentaristas. Viene a cuento la cita, además, a la vista del hecho de que Fox News, la enloquecida televisión ultraderechista de Rupert Murdoch, generoso empleador del mentiroso José María Aznar, tan autoconvencido de ser un dechado de virtudes sin tacha, haya tenido que soltar la bonita cifra de 787,5 millones de dólares –¿se imaginan qué montonera de billetes?– por haber mentido como bellacos respecto al inexistente fraude en las elecciones norteamericanas denunciado por el salvaje Donald Trump. Una pena que no se usara el mismo baremo en estas tierras patrias para sacar hasta los higadillos monetarios a los Pedro J. Ramírez y los Jiménez Losantos –hubo decenas de cómplices en aquel descalzaperros– por sus falsedades y embustes miserables en torno a los atentados del 11-M. Indecencia y ruindad sobre el dolor de las casi 200 víctimas. Aznar, el peor de aquellos farsantes).

De vuelta a nuestras cuitas políticas, nos enfrentamos a otra batalla de cuidado, las distintas estrategias ante estas elecciones y las generales de la izquierda más izquierda, entre Podemos y Sumar para decirlo en cristiano. En algunas comunidades, la formación de Belarra irá conjunta con la de Izquierda Unida, pero en otras no ha sido posible el acuerdo. Misma vaina en ayuntamientos, con alguno emblemático como el de Madrid, donde se presenta Más Madrid con Mónica García y Podemos con Alejandra Jacinto. Añadan, además, a Luis Cueto, ex de Manuela Carmena, con Recupera Madrid, que algo incordiará reuniendo un puñadito de votos para tirar a la papelera y que sólo favorecerán a la derecha. Unos artistas, somos unos artistas.

Ya saben que a partir de ahora nos van a freír con encuestas y encuestillas, o simplemente baboserías inventadas en el salón de algún demoscópico bien pagado en santa compaña con ese o aquel político falaz. Lo pasan mal los muñidores de estas cosas, porque ya se ve que son incapaces de tapar lo que dicta la evidencia y todos contemplamos con mayor o menor disgusto ante nuestra mismísima cara: Alberto Núñez Feijóo es flojo, flojísimo, y a pesar del apoyo de toda la derechona económica, mediática, académica, clerical, etcétera, etcétera, no acaba de despegar. Apenas ha salido de la base y está a punto de estallar. Como el Startship. 

Adenda. Anda por el norte gallego y vasco un tipo añoso, más bien alto, ya renqueante de los cuartos traseros, comisionista y defraudador millonario que tiene el descaro y la desvergüenza de reírse de todos nosotros, luciendo yates y aviones privados. Se supone que tanta exposición pública encubre la inútil pretensión de que olvidemos sus rapacidades. Vano intento, que su procacidad en el robo nunca podrá ser olvidada por los españoles. No queremos ni verlo por aquí, que siga con los desvergonzados y ostentosos jeques petroleros, a no ser que la justicia hubiera dado con sus huesos en la cárcel. Ese sí sería buen sitio para Juan Carlos I, el Emérito. Su Alteza Real. Puaf.

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El Ojo izquierdo nació en El País en 2010 y prolongó su vida durante diez años en la cadena SER, con vivienda propia en el Programa Hoy por Hoy, primero con Carles Francino, después con Pepa Bueno y finalmente con Àngels Barceló.

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