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Mosquetón Ceros Screwgate de DMM

Mosquetón Ceros Screwgate de DMM

Adriano M. Cófreces "Pincho"

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¡Una joya en el arnés! Esa es la impresión que tenemos nada más comenzar a usarlo, y hasta da pena darle caña, para no desgastarlo y que pierda “lustre”. Pero evidentemente, una vez que lo estrenas, ya no lo dejas en el montón del material sin darle uso. El hecho de que sea muy difícil que un aparato se te voltee en el mosquetón, y poder direccionarlo permanentemente, es un logro bastante notable, especialmente en situaciones y maniobras complejas.

La marca DMM, de origen “Moorhouse Engeneering”, y fundada en 1981 en Bethesda, localidad de Reino Unido, en el norte de Gales, basa su carisma en la escalada tradicional británica y el hielo escocés. Sólo oír esas dos especialidades ponen los pelos de punta a la inmensa mayoría de los escaladores…

En 1986, DMM cambió de sede a Llanberis, donde pasaron de los cuatro trabajadores iniciales a los más de 150 de hoy en día.

La innovación, y el reinventarse constantemente, le ha provisto de un prestigio a base de esfuerzo y trabajo bien hecho, algo que hace que DMM sea una marca mundialmente conocida y apreciada, con una personalidad propia que resumen de la siguiente manera: “siempre hemos pensado que no es suficiente con mantenerse y copiar; necesitábamos liderar nuestro campo de operaciones, y a lo largo de los años lo hemos hecho desde nuestra base en el norte de Gales. Tenemos una fuerza de trabajo muy bien preparada, y lo que es mejor, leal y comprometida con el proyecto, y hemos acumulado una gran cantidad de conocimiento y experiencia a lo largo de los años, lo que nos permite ser una marca líder en nuestro campo en todo el mundo.”

Pero volvamos a lo que nos ocupa hoy, es decir, el mosquetón Ceros Screwgate. Estas son sus especificaciones técnicas de fábrica:

- Resistencias L/T/A: 25 kN, 7 kN, 7 kN.

- Tipo de seguro: Manual Screwgate.

- Apertura de gatillo: 20 mm.

- Peso: 86 gramos.

- Homologaciones: EN 12275:2013 (B, H, T), EN 362:2004 (T).

Resistencia

Lo primero es comentar que estamos ante un mosquetón de corte fino y muy elaborado. Las resistencias que nos ofrece el Ceros son las normales para un conector de este tipo, es decir:

- 2.500 kg en resistencia longitudinal. Para que nos hagamos una idea, podríamos colgar de él una furgoneta de nueve plazas con todas ocupadas, y colgarnos en el vacío con total tranquilidad.

- 700kg en resistencia del eje menor, o sea, transversal. Probado de todas las formas que os podáis imaginar, no hemos conseguido que se quede en esa posición con nada. Y ello se debe en gran medida a la rebaba del sistema anti-giro, complementado con el sistema direccional.

- 700 kg con el gatillo abierto. Al ser de cierre tipo “keylock”, las únicas formas de que se quede abierto el Ceros son porque algo impida que cierre el gatillo o que el seguro esté girado y no encaje bien el cierre. Esto significa, si se diese el caso, que sería por error “humano” y no por fallo del material. Solo queda recomendar supervisar todas las maniobras, y ser conscientes de que aun así, podríamos colgarnos nosotros con 8 amigos sin que pasase nada.

Homologaciones

En el tema homologaciones, el Ceros se lleva la palma, sin duda. Certificado como conector deportivo tipos Básico (B), HMS (H) y Terminal (T), además de certificado como conector profesional tipo Terminal (T).

Evidentemente podremos usarlo con garantías tanto en el ámbito deportivo como el profesional al tratarse de un EPI totalmente garantizado y certificado.

Seguro y gatillo

El Ceros monta un sistema clásico de seguro de rosca manual, modelo Screwgate de giro excepcionalmente suave. Perfecto para usarlo en escalada y alpinismo, ya que no se quedará bloqueado con facilidad, ni costará manejarlo con guantes. Con guantes gruesos, incluso manoplas, se manipula muy bien.

El gatillo, fuerte y robusto, se cierra con una fuerza considerable que nos avisa de que está en su sitio al dejarlo cerrar como si de un arma al acerrojarse se tratase.

Diseño y ergonomía

Los dos aspectos más importantes de este mosquetón son la doble idea con que lo han diseñado:

- Anti-giro.

- Direccional

Cabe bien en la palma de una mano pequeña-media, y se maneja perfectamente, sin escurrirse.

La estructura de “pera” es de tipo clásico, consiguiendo que no haya cargas transversales gracias a la rebaba del sistema anti-giro.

El resorte interior, fuerte y de apertura hacia el interior, facilita la direccionalidad del mosquetón. Es fuerte, y de uso sencillo, bastando un par de veces para hacernos con su manejo.

La parte de “rozamiento”, ligeramente curvada, evita en gran medida las cargas triaxiales, tan críticas en este tipo de mosquetones, tendiendo a ir las cargas hacia el centro del mismo en este modelo.

Nada más cogerlo, y ya dándole uso en el medio natural se puede comprobar, sin duda alguna, que está diseñado por gente que lo usa en el monte principalmente, y desde nuestro punto de vista, con la idea de usarlo sobre todo en escalada deportiva, “guiado profesional” y escalada clásica.

La apertura, un poco justa, quizás sea el único “pero” que le hemos encontrado. Con 20mm se queda un poco justo a la hora de introducir determinadas cuerdas si van anudadas en doble, o con guante grueso y doble cuerda.

Durante su uso

Casi todo lo que vamos a contar ahora ya lo hemos escrito en las líneas anteriores, pero queremos recordarlo nuevamente ya que creemos son detalles muy importantes.

- Manejo con guantes gruesos muy bueno, y aceptable con manoplas de expedición.

- Perfecto para manejarlo con una mano.

- Apertura normal, a tener en cuenta si intentamos introducir nudos muy aparatosos.

- Gran zona de rozamiento que lo hace perfecto para el uso del nudo dinámico, en el que se debe poder abarcar una gran superficie.

- Así mismo, al ser la zona de rozamiento amplia y curvada, hace que los nudos dinámicos se centren a la perfección en ella.

- Una vez “direccionado”, nos podemos olvidar de mirarlo para ver si se ha cruzado, ya que es poco menos que imposible.

Peso y durabilidad

Con solo 86 gramos podemos decir que el Ceros está entre los mosquetones más ligeros de su estilo, y eso, dependiendo de las situaciones, es de agradecer.

En cuanto a su durabilidad, como de costumbre, es algo siempre difícil de calcular puesto que la vida de uso es ilimitada mientras no haya factores externos determinantes, pero nos aventuramos a decir que puede ser que este mosquetón nos jubile a poco cuidado del gatillo que tengamos, y claro, siempre sin que reciba golpes fuertes en zonas de polvo, barro o salitre.

Por ahora, y tras varios miles de metros de uso en escalada de largos, deportiva, rápeles y maniobras de rescate y espeleo-socorro, a duras penas se ha marcado por el paso de la cuerda.

Conclusiones

Por lo tanto, y como ya hemos ido dejando entrever con anterioridad, el Ceros de DMM es un mosquetón excelente para llevar siempre en el arnés. Para el guiado profesional, donde un mosquetón direccional es de uso obligatorio, es totalmente recomendable. Tiene presencia y funcionalidad, y todo suma…

Es robusto, con gatillo de fácil apertura y seguro de rosca suave y precisa con guante grueso, y con la zona de rozamiento amplia y curvada… Nos ha encantado.

Pero no finalizaremos el test sin remarcar las dos características principales que nos han convencido desde un principio:

- La rebaba anti-giro para evitar las cargas transversales y volteo de aparatos.

- El sistema direccional que evita cargas transversales también y nos facilita las maniobras de cuerda.

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