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Primera ascensión al Rungofarka (6.495 metros) en el Himalaya

Alan Rousseau en el Rungofarka.

Los alpinistas norteamericanos Tino Villanueva y Alan Rousseau ascendían entre finales de septiembre y principio de octubre el pico Rungofarka (6.495 metros), en el Himalaya indio, lo que supone la primera a esta cima de la región de Zanskar. La ascensión, que les llevó cinco días, la realizaron en estilo alpino.

En un primer momento probaron suerte por la cara norte siguiendo una línea directa y aprovechando una pequeña ventana de buen tiempo. Con el base a 3.900 metros, vivaquearon justo debajo de la rimaya la primera noche y continuaron al día siguiente hasta casi los 6.000 metros antes de verse obligados a descender en medio de la noche totalmente exhaustos.

Tras cuatro días de descanso, Villanueva y Rousseau no querían regresar a casa con las manos vacías, así que decidieron cambiar de plan y dirigirse a la arista norte. Ascendieron 1.000 metros e hicieron noche en el campo base avanzado. La jornada siguiente escalaron nueve largos de AI3 en hielo hasta alcanzar un collado donde vivaquearon.

Al día siguiente solo pudieron escalar nueve largos en total debido a la dificultad mantenida del terreno (M6). Por suerte encontraron una pequeña cueva que les permitió vivaquear resguardados y con espacio suficiente para montar la tienda e incluso estirar las piernas. Este vivac sería posiblemente la clave en el éxito posterior de la ascensión ya que les permitió relajarse y recuperar fuerzas de cara a lo que estaba por venir.

Al tercer día, Villanueva y Rousseau siguieron junto a la arista por terreno que alternaba entre chimeneas y fisuras de dedos muy verticales e incluso offwidths sin posibilidad de protección. Tras unos veinte largos, a las 19.00 horas, alcanzaban los 6.100 metros donde adecuaron una expuesta repisa para hacer noche. Tras limpiarla, solo la mitad de la tienda entraba en dicha repisa, por lo que tuvieron que hacer turnos para dormir.

El cuarto día amanecería con un sol radiante. Sin viento y con cielos despejados, la pareja se dispuso a completar la parte final. Un último tramo, que les obligaría a realizar una escalada bastante delicada en ensamble superando las cornisas de la arista, les permitiría alcanzar la cima. El descenso lo harían por la vertiente oeste. Una gran ascensión que graduaron VI M6 WI4+ 1.200m.

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