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Alí Sadpara, los porteadores de altura y las ampollas de la invisibilidad

Ali ‘Sadpara’ en el campo del Nanga Parbat (© Alex Txikon).

José Luis Mendieta

Tal vez la invisibilidad que sufren los porteadores de altitud, los llamados genéricamente sherpas –sean sherpas, gurungs o tamangs– en Nepal, o los paquistaníes termine provocando más ampollas que las congelaciones. Sin duda han formado parte de los todavía recientes conflictos del Everest, allí donde los contratadores se llevan la fama y los porteadores-guías locales hacen el trabajo.

Parecía que ahora esto ocurría sólo en las expediciones de tipo comercial, pero no es así según explica el paquistaní Alí Sadpara, compañero de cordada en esta ocasión de igual a igual, de Alex Txikon en la expedición invernal al Nanga Parbat. También en importantes expediciones tradicionales o no-comerciales, algunas pasarán a la historia, siguen haciendo un trabajo vital y después pasan a la ignorancia cuando no a la indiferencia, explica en la entrevista realizada por Igone Mariezkurrena y publicada en la página web de la expedición. “En 2008 y 2010, en invierno, en el Broad Peak, fijé la mayor parte de la ruta, hasta el C3, pero nadie habló de mí, ni aparecí en las películas que allí se grabaron, nadie supo más allá de la hazaña de los polacos. Lo mismo ocurrió en 2012, cuando fijé el Couloir de los Japoneses en el G1 invernal, entre el C2 y el C3; después se me congelaron los diez dedos de los pies y tuve que renunciar, justo cuando ellos marcharon para cumbre. ¿Acaso alguien reconoció mi trabajo? Desde luego, esta cara de la gente europea me enfada mucho. No pido más que respeto a la verdad”.

Hace ya años, ante una información de unos momentos de dificultad meteorológica y condiciones que llegaba de una expedición española en un ochomil de Nepal, la situación resultó cuando menos curiosa. Estaban en plenas labores de preparación de la ruta, e iba a resultar imposible a los expedicionarios llegar hasta determinado campamento. ¿Y los sherpas? Resulta que los sherpas ya estaban allí. Seguramente, hay numerosas razones que explican esta situación, generalmente basadas en los cambios de la méteo y las condiciones de la montaña a lo que se suma otra constante: los sherpas van por delante.

En esta entrevista, Ali Sadpara –a quien Alex considera el verdadero jefe de la expedición invernal al Nanga Parbat ya que lo ha escalado en cuatro ocasiones– también alude al problema laboral entre sherpas y paquistaníes. Progresivamente, los sherpas van cada vez más a trabajar a Pakistán, ahora ya se encargan del 80 por ciento y Ali vaticina que pronto será el 100% debido a su mayor motivación, compromiso y cuidado que procuran a los clientes. “Muchas veces me enfada la actitud de algunos compañeros, muchos, que muestran pereza ante el trabajo, falta de motivación y compromiso, solo ganas de que la expedición de turno termine para cobrar y volver a casa, a sentarse… Creo que nos deja en muy mal lugar al resto de los escaladores y porteadores de altura paquistaníes, por supuesto cierra las puertas a las generaciones jóvenes y hace que los himalayistas y amantes de la montaña que nos visitan se lleven una mala imagen de Pakistán y de los del norte en particular, como gente no válida para el trabajo que de nosotros se espera”.

Alí Sadpara vive la pasión por las montañas de un alpinista desde que las conoció cuando un amigo le habló de ellas como una oferta de trabajo. Ahora tiene toda la voz y el voto en la que puede ser la primera invernal del Nanga, formando parte de una extraña expedición, que se ha formado con la fusión de varios grupos: los iranís Mahmood Hashemi, Iraj Maani y Reza Bahadorani–, el italiano Daniele Nardi que quedó solo después de la retirada de Elisabeth Revol y Tomasz Mackiewicz, y Alex Txikon con Ali ‘Sadpara’ y Muhammad Kan trabajan como grupo con un calendario organizado en función de la méteo. Pero, de cara a la siguiente incursión que sería el intento a cumbre, señala que no todos partirán “en igualdad de condiciones: Daniele, Alex y yo pasamos dos noches en el C2 (6.100m) y una en el C3 (6.700m). Los iraníes tan solo han llegado al C2. De todas formas, inhala –si Dios quiere–, la expedición será exitosa y llegaremos a la cima”.

Entrevista completa

http://alextxikon.com/ali-sadpara-mi-labor-es-siempre-invisible/

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