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Cerro Torre: La metamorfosis de David Lama

Cerro Torre.

José Luis Mendieta

La película que nos muestra la escalada en libre de David Lama en la Ruta del Compresor del Cerro Torre, y que ganó el premio a la mejor película de montaña en el pasado Bilbao Mendi FilmFestival, sirvió de presentación en Madrid para la próxima edición que se va a celebrar del 12 al 21 de diciembre (www.mendifilmfestival.com). Antes de comenzar, su director Javier Baraiazarra dejó una primicia: en la próxima edición un representante de The National Geographic formará parte del Jurado y explicará las becas de exploración y aventura que la célebre entidad ofrece a los jóvenes.

Hablan los guías Toni Ponholzer y Markus Pucher, se apagan las luces y comienza Cerro Torre: snowballs chance in hell son 100 minutos por algunos de los momentos calientes de la historia de la montaña más bella del mundo, para algunos, y para otros también la más difícil.

La acción que nos cuenta en forma de documental tuvo su final feliz en 2012, cuando finalmente el austriaco David Lama encarnó al héroe Sigfrido que 40 años antes Reinhold Messner reclamaba para vencer al dragón del Cerro Torre en noble lid, no con el veneno de los cerca de 400 clavos de presión que Cesare Maestri había colocado en 1970. “Lo imposible ya no existe. El dragón ha muerto envenenado y el héroe Sigfrido está sin trabajo” escribió Messner en 1971 mientras se recuperaba de las amputaciones en los dedos de sus pies congelados en el Nanga Parbat, su primer ochomil, en ese trágico descenso en el que falleció su hermano. Su época de ejemplo como escalador de roca enemigo de las buriladas se había acabado, ya no podría volver a escalar rutas tan difíciles y audaces como su célebre Messner de 1968 en el Sasso Della Croce, pero no así su influencia que perdura. Ese artículo, hoy muy olvidado, se titulaba El asesinato de lo imposible y aparecía en una revista Mountain con esta frase en portada: Cerro Torre, a mountain desecrated.

Cuarenta años después, y muchas discusiones sobre el siempre polémico papel de Maestri en el Cerro Torre (la pretendida vía de 1959 terminó siendo dada por imposible en 2005 cuando, después de numerosos intentos previos se consiguió llegar a la cumbre por esa deseada línea sin encontrar ningún rastro en un terreno donde algo tendría que haber permanecido, y la burilada de la Ruta del Compresor siempre fue objeto de controversia ética), un nuevo Sigfrido forjaba su espada en el terreno de la escalada deportiva de dificultad y quiso ir a por ese dragón de la antigua poética “messneriana”.

En 2010, cuando acude por primera vez, David Lama tenía 19 años y era el rey del mambo de la escalada deportiva: ¡el único que ha ganado las competiciones de búlder y cuerda el mismo año! El propio documental se ríe de su estrella al relatar las consecuencias del primer encuentro con el Torre. Inmerso ya en una producción cinematográfica, habían comenzado por añadir una treintena de expansiones para las tareas de grabación. Como protagonista, tuvo la nobleza de asumir las culpas que, al menos, debían repartirse en parte con el equipo de guías responsable de la producción, y quedaba como un nuevo Maestri que, queriendo liberarla, mancillaba la ruta con más clavos, volviendo a caer en el error de que el fin justifica los medios. Por su actitud de ese año –y también por sus pretensiones en 2011 de rapelar y preproteger una línea en el headwall desde arriba no mencionado en el documental– le llovieron los insultos –como la película recoge– pero también le rodearon reflexiones públicas bien argumentadas como las de Colin Haley en su blog, o privadas como las de Zack Smith quien le advirtió de que la gente se iba a enfadar mucho de llevar a cabo su plan.

En 2011 a David Lama ya le quedaba menos en su metamorfosis alpina para convertirse en ese cazadragones. A la base técnica de la escalada deportiva y un valor casi genético, le faltaba todavía un poco de espíritu. El momento de la catarsis llegó ese año cuando consiguió escalar hasta la cima, acerando por los clavos de Maestri a toda velocidad y renunciando a ese rápel para preproteger una línea nueva por el “headwall”.

Por eso, en 2012, incluso cuando los americanos Hayden Kennedy y Jason Kruk escalaron una variante “con medios limpios” a la Ruta del Compresor y al bajar rompieron un primer centenar largo de clavos que propició otra nueva y agria polémica con paso por comisaría incluido, David Lama ni se inmuta cuando el director de la película le despierta con la noticia para conocer su reacción sin trampantojos cinematográficos. Lo haría sin ellos. Y lo hizo. Recogió lo mejor que le podía aportar la escalada deportiva y renunció a lo que era incompatible con el alpinismo para llevar a cabo una escalada histórica en el mejor estilo posible. Como reconoce en el documental fue un aprendizaje duro, pero al final la historia de la escalada tuvo en el Cerro Torre eso que Messner quería, a su buen Sigfrido.

Cerro Torre: snowballs chance in hell estará disponible en la tienda de Itunes desde el 1 de noviembre.

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