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Hansjörg Auer y Much Mayr, primera a un pico virgen en Alaska

Hansjörg Auer y Much Mayr durante la ascensión al Monte Reaper en Alaska (© Hansjörg Auer).

El pasado 17 de mayo, Hansjörg Auer, acompañado por Much Mayr, lograban la primera ascensión al hasta entonces virgen Monte Reaper en Alaska. La cordada austriaca ascendía por la cara Norte a través de una línea que han bautizado como Sugar Man (M7, 85°, A1, 750m).

Este ha sido sin duda un viaje muy positivo para Hansjörg Auer y Much Mayr, pese a que para el primero esta era su primera visita a Alaska, y tan solo la segunda para Mayr tras viajar hasta el Monte Mckinley el año pasado.

En esta ocasión, Auer y Mayr posaban la mirada en una montaña en la Cordillera Neacola, supuestamente virgen y sin nombre. El pico, al que han llamado Monte Reaper, se encuentra en el glaciar Pitchfork, entre el Monte Citadel y el Monte Berseker.

Auer y Mayr partían de Anchorage, la capital de Alaska, el 11 de mayo. No tardaron en identificar una línea que se ajustaba a lo que buscaban en la cara norte del citado pico. El 17 de mayo, después de 12 horas de escalada desde el base y vuelta al mismo, nacía Sugar Man (partían a las 4 de la madrugada, hacían cima las 13.30 y descendían rápidamente por la arista oeste para llegar al campamento a las 4 de la tarde). “El tiempo fue algo inestable, solo disfrutamos de un día de cielos despejados. Además, las temperaturas fueron más altas de lo esperado, por lo que nuestro objetivo se mostraba un tanto complicado, aunque decidimos intentarlo. Es por esto que decidimos escalar cuando el tiempo no era perfecto, para evitar las altas temperaturas, lo que nos llevo a hacer una ascensión súper rápida. Al final fueron 12 horas desde l campamento hasta la cima y volver. Estuvimos en la cima menos de cinco minutos porque se acercaban nubes muy negras. En la parte alta fueron constantes los remolinos de nueve y nos enfrentamos a largos muy técnicos y verticales difíciles de proteger, sobre todo el largo clave donde una caída hubiese sido fatal”, comentaba Auer.

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