De Ceuta y Melilla a Canarias para defender los derechos humanos en la frontera sur de España

Julia Trías Jurado y Andrés García Berrio.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

Andrés García Berrio y Julia Trías Jurado (miembros de Iridia - Centro para la defensa de Derechos Humanos) llegaron el pasado jueves a Las Palmas Gran Canaria para presentar al Archipiélago este viernes a las 18:00 horas el informe Derechos Humanos: Frontera Sur, hacia el restablecimiento de la legalidad en la Biblioteca Insular; un proyecto audiovisual hecho a caballo entre Barcelona, Ceuta y Melilla que retrata la la excepcionalidad jurídica y de derechos que existe en la línea terrestre que separa España de Marruecos y propone soluciones para cambiar la política migratoria.

En colaboración entre Iridia, Novact y Fotomovimiento, el informe fue adelantado antes de su presentación por eldiario.es en abril de este año y, según García Berrio, “ha sido una herramienta que ha abierto un telediario a las tres de la tarde en TV3 y a la vez ha servido para que un profesor lo use para explicarle a sus alumnos de instituto qué es la Frontera Sur”.

Doce días repartidos en dos viajes a Ceuta y Melilla, colaboración con personas y colectivos sociales que trabajan en el terreno, contexto, Marruecos, vallas, CETI, menores, porteadoras. A pesar de que “hay muchísimos informes sobre este tema”, explica Trías Jurado, “es difícil que llegue a un público amplio. La idea es que cualquier persona, en cualquier momento en el que tenga más o menos tiempo, pueda acceder a esa información, que entendemos fundamental, a través de vídeos muy cortitos, de tres minutos. Y, si quiere profundizar, también elaboramos un documento más extenso con datos más actuales”.

Este informe es un paso más de la organización catalana nacida en 2015 en su lucha en la defensa de los derechos humanos y que en casi sus dos años de vida (cumplen su segundo aniversario en octubre de 2017) han pasado de cinco a casi 40 personas y de un área de actuación (Servicio de Atención y Denuncia ante situaciones de Violencia Institucional) a cinco (migraciones, prisiones, género, derecho a reunión y manifestación y espacio público).

La creación de Iridia respondía una pregunta: ¿Era una necesidad real? La respuesta llegó en forma de crowfounding de 12.000 euros que, en palabras de García Berrio, “constataba nuestra hipótesis de que la idea era necesaria” y Trías Jurado añade: “Yo creo que hay que entender Iridia como una entidad de nueva generación, un híbrido de lo que vendría a ser una entidad clásica y un movimiento social adaptada a la época actual que se centra en los derechos civiles y políticos”.

“Uno de los ejemplos más ilustrativos fue un caso que llevamos sobre aislamiento penitenciario a través del que, y después de todo un debate público que fuimos marcando juntos con otras entidades, se logró cambiar la normativa de aislamiento penitenciario de Cataluña, que no se había cambiado en muchísimo tiempo”, explica García Berrio.

En otras palabras: “Entendemos que los mecanismos existentes no son suficientes, creemos en mecanismos complementarios, que no pretenden sustituir lo que se debería estar haciendo. Es una herramienta comunitaria colectiva para poner las cosas en su sitio. Y es en lo que estamos trabajando: en generar un plan institucional estratégico para asumir políticas efectivas contra la violencia institucional. Sabemos que es un camino a largo plazo, pero no vamos a parar hasta saber que se lleva a cabo en cada municipio, en cada comunidad autónoma y en el conjunto del Estado español, porque hay una desprotección absoluta de la ciudadanía.

Próximo proyecto: Canarias y las fronteras marítimas

La presentación del informe no es el único motivo que ha traído a Canarias a García Berrio y a Trías Jurado. Su estancia es una especie de toma de contacto para elaborar su próximo proyecto: las fronteras marítimas.

“Estamos en una fase inicial de conocimiento de la situación, tanto en Canarias como en Andalucía o en Murcia. En el proyecto intentaremos explicar la realidad de las personas que llegan en pateras y la situación que viven después”, explica Trías Jurado.

La asociación Migrando, que está dando sus primeros pasos en el Archipiélago, ha sido la encargada de traer a los dos miembros de Iridia, con la que se mantienen en contacto y al que desde Iridia ya consideran “un aliado fundamental”, según García Berrio. A pesar de que “acaba de nacer” está seguro de que “se va a hacer escuchar en Canarias y tendrá un largo recorrido”.

A su juicio, las organizaciones sociales “como CEAR” están haciendo “un buen trabajo” y considera que la hoja de ruta a trazar debe ir encaminada hacia un mayor esfuerzo para “generar trabajos en común”. “Nuestra intención es, desde lo que se puede hacer aquí, llevar ese trabajo, quizá invisibilizado, a la península para actuar como altavoz de todo el trabajo que se está haciendo”, concluye Trías Jurado.

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