El CD Tenerife juega a empatar y pierde en Oviedo

Pobre imagen del CD Tenerife en el Carlos Tartiere.

José Miguel Galarza

Santa Cruz de Tenerife —

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El CD Tenerife cayó en Oviedo mientras buscaba un empate rentable que hiciera la ley de cuatro puntos cada dos partidos, pero un penalti detectado por el VAR cuando se asomaba el tiempo de prolongación permitió el gol de Rodri, que da oxígeno a un equipo casi desahuciado.

El 1-0 en el Carlos Tartiere acabó con una racha de imbatibilidad de seis jornadas (ocho si se incluye la Copa del Rey) y mostró la cara negativa de la propuesta de Baraja, plana cuando pudo ir a buscar una victoria ante un rival sin medio juego. Los blanquiazules jugaron a lo mismo de los últimos dos meses, pero el único detalle con valor de gol lo tuvo el equipo del Kuko Ziganda.

Hasta llegar a la acción revisada por el VAR —una mano de Luis Pérez cuando quiso tapar un centro en el área con el brazo arriba— el Tenerife había hecho lo más difícil. Aguantó a los carballones casi setenta minutos fiado a la solvencia de Alberto en la pelea con Rodri y Ortuño mientras vivía cómodo frente a un rival asustado que esperaba en su campo la salida con balón del representativo.

El Oviedo era el reflejo de su situación en la tabla. Espeso con la pelota, desaparecida la incisividad que tuvo con Mossa en otro tiempo, quiso encontrar la puerta de Ortolá con las caídas de Saúl Berjón por su banda o los espacios que abrían Ortuño y Rodri tratando de sacar de la zona de confort a Alberto y Sipcic. Por ahí tuvo más llegada que el CD Tenerife y algún remate franco, pero estéril.

Los de Baraja tuvieron algún destello de creatividad las veces, pocas, en las que Javi Muñoz o Milla pusieron criterio en la salida jugada. Arriba, Dani Gómez se vació en su pela con Arribas, pero no cazó ninguna en ventaja. El Tenerife no pudo jugar a la espalda de su goleador y cuando pudo se topó con una tarde insípida de Nahuel y Moore, el uno incapaz de desbordar y el otro fuera de ritmo en un encuentro que no era suyo.

Con todo, el Tenerife llegó al último tercio de partido con todo de cara hasta que Ziganda dio paso a Borja Sánchez. Su entrada, y la siguiente de Ibra, colocó el balón más cerca del área. Baraja, mientras, fue fiel al guion que hasta ahora había sido más que productivo. De haber apostado por Suso habría tenido la asociación por la banda que hoy no halló con Moore, pero tiró de Lasure para volver a acabar con dos laterales convertidos en extremos de cobertura y Bermejo de segundo punta.

La fórmula no llama a la sorpresa, pero ante este Oviedo puede que se quedase corta. El CD Tenerife siguió jugando a lo mismo y acabó cazado en su área por una acción que el arbitraje español, ayudado por el VAR, considera siempre penalti. Los siete minutos de añadido no ofrecieron otra cosa que frustración. Antes de la Navidad, el recurso de Jorge Padilla habría dado para otra cosa que la insulsa aportación de Miérez, que relevó a Dani Gómez para conducir el ataque blanquiazul a la nada.

La estación astur era decisiva para los locales y solo importante para el CD Tenerife, pero puede que sea el de hoy un punto de inflexión. Bermejo llama a la titularidad, el valor de Suso es mucho más que animar desde el banquillo y no se le caerá el entramado, ni la propuesta, a Baraja si su tercer delantero es un muchacho canterano de dieciocho años.

REAL OVIEDO (1) Lunin; Nieto, Carlos Hernández, Arribas, Mossa; Sangalli, Luismi, Tejera; Berjón (Borja Sánchez, min 60); Ortuño (Ibra, min 65) y Rodri (Lolo, min 90).

CD TENERIFE (0) Ortolá; Luis Pérez, Alberto, Sipcic, Álex Muñoz; Shaq Moore, Milla, Aitor Sanz, Javi Muñoz (Lasure, min 74); Nahuel (Bermejo, min 66) y Dani Gómez (Miérez, min 82).

GOL: 1-0 min 88: Rodri, de penalti.

ÁRBITRO: Moreno Aragón (Comité Madrileño). Amonestó a los locales Arribas (min 35), Carlos Hernández (77) y Tejera (96), y, por el CD Tenerife, a Álex Muñoz (min 25), Moore (29), Sipcic (54), Aitor Sanz (58), Luis Pérez (86) y Milla (89).

INCIDENCIAS: Partido de la 30ª jornada de Liga disputado en el estadio Carlos Tartiere ante 16.731 espectadores.

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