El derbi no pasa del empate, pese a jugar Las Palmas con uno más desde el 22

Aitor Sanz y Tana disputan el balón

José Miguel Galarza

Las Palmas de Gran Canaria —

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El segundo derbi del fútbol canario de la temporada 19-20 acabó este sábado su segunda cita como en la primera vuelta: un empate sin goles el que una decisión arbitral —no viendo un fuera de juego de Rubén Castro, antes de que Carlos Ruiz se ganara la tarjeta roja derribando al delantero local— condicionó el partido cuando solo había consumido un cuarto.

A las cinco y veintidós, consumada la expulsión del central granadino, puede decirse que se acabó el derbi que esperaban las dos parroquias. El CD Tenerife se conjuró para aguantar 70 minutos sin encajar mientras esperaba una contra salvadora y Las Palmas trató a adaptarse, sin éxito, a un guion que le obligó a fiarse al hallazgo de otro pase —como el que cortó Carlos Ruiz agarrando al Moña— que habilitara un remate franco ante Dani Hernández.

Hasta el momento que apagó las expectativas iniciales de los técnicos, hubo campo para que cada uno mostrara sus armas. Baraja, que había prescindido de los canteranos Elliot y Jorge para montar un once de hombres, acompañó a Dani Gómez con Joselu y dijó en el carril izquierdo de la línea de medios a Nahuel. De resto, lo esperado que este enero ha hecho crecer en solidez a los suyos.

Enfrente, Pepe Mel cumplió lo apuntado. Colocó de salida a Tana para que hiciera de Viera y dio las bandas del trío ofensivo a Pedro y Benito Ramírez. Arriba, como se dijo, un Rubén Castro incrustado entre Alberto y Carlos Ruiz (luego Sipcic) para caer por detrás, un ejercicio que tanto intentó como nunca logró.

Con todo, la primera de las cinco oportunidades claras que hubo fue para el inagotable Dani Gómez, que sacó en el minuto 4 un remate venenoso cortado por Aythami con Álvaro Vallés casi vencido. Las otras dos claras del Tenerife también fueron obra del madrileño, primero con una llegada parada a bocajarro y luego, justo cuando amanecía la reanudación (min. 46), con un tiro seco bien rechazado por el portero sevillano. La Unión Deportiva tuvo el gol en cada tiempo. Un tiro lejano de Pedro que rechazó Dani a córner y, especialmente, otro disparo desde fuera de Benito Ramírez que hizo volar al portero visitante.

No hubo más chicha. El clásico se fue apagando, mientras ataba de sobrevivir con la sola incertidumbre del resultado y los entrenadores iban moviendo fichas, Mel buscando marcar por acumulación y Baraja haciendo cambios que no rompieran la solidez del 4-4-1 con el que si blindó tras la expulsión de Carlos Ruiz.

El preparador amarillo fue a poquitos. Por orden, sacó a Srnic por Lemos para meter darle toda la banda mientras Ramírez caía más al centro; a Fede Varela para relevar a un Tana sin fluidez después de año sin competir —aunque el argentino se perdió en el pase corto— y, finalmente, a Pekart para fijarlo como segundo delantero centro mientras Varela acompaña a un Javi Castellano omnipresente.

Fue todo un ejercicio estéril el de Mel porque a Pedri acabó por hacérsele enorme la responsabilidad —tan enorme es la sombra que deja este equipo sin Viera— y porque agotados los pases verticales —siempre bien tapados por la línea del Tenerife—, desde los flancos no cayó nunca nada con pinta de renta franco.

Baraja, entre tanto, siguió a lo suyo. Pidió y pidió espíritu combativo y ocupar espacios para espesar el medio juego amarillo y esperó en vano a la contra mágica. Tuvo una (min. 85) en la que Dani Gómez quiso hacer de héroe solitario el pase limpio para Milla, que llegaba solo por el callejón del 10. Y volvió a aparecérsele una postrera (min. 91) disuelta en un rematito del debutante Lasure.

Las conclusiones de esta tarde de enero sin goles son las esperables. Las Palmas tendrá que reinventarse sin Viera. Salvo que vuelva, le queda la bala del retorno de Rubén Castro, la solidez de Álvaro Vallés y el talento de sus volantes, hoy sin fruto, pero talento al cabio. El Tenerife está en otra dimensión: gana el oficio perdido desde Cervera, pero mientras busca puntos que lo saquen del pozo debe atender, casi sin respiro, el caramelo de la Copa y el Athletic Club.

UD LAS PALMAS: (0) Álvaro Vallés; Erick Curbelo, Aythami, Lemos (Srnic, min. 57), De la Bella; Ruiz de Galarreta (Pehkart, min. 75), Javi Castellano; Pedri, Tana (Fede Varela, min. 63), Benito Ramírez, y Rubén Castro.

CD TENERIFE: (0) Dani Hernández; Luis Pérez, Carlos Ruiz, Alberto, Álex Muñoz; Suso (Moore, min. 55), Milla, Aitor Sanz, Nahuel (Lasure, min. 80); Joselu (Sipcic, min. 27) y Dani Gómez.

GOLES: no hubo.

ÁRBITRO: José Antonio López Toca (Comité Cántabro). Amonestó a Ramírez (min. 29), De la Bella (min. 42), Castellano (min. 76); y a los visitantes Aitor Sanz (min. 17), Suso (min. 45), Dani Gómez (min. 58) y Alberto (min. 83). Expulsó a Carlos Ruiz (min. 22).

INCIDENCIAS: Partido de la 25ª jornada de la Liga Smart Bank, disputado en el estadio de Gran Canaria ante 21.474 espectadores, incluidos unos 1.200 seguidores del CD Tenerife. Realizó el saque de honor el grancanario Antomi Ramos, campeón del mundo de tenis playa. El defensa local Deivid recibió una camiseta por sus 100 partidos oficiales con la UD Las Palmas.

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