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El Gran Canaria se deshace del Madrid para defender su título

Los jugadores del Herbalife Gran Canaria celebran su victoria sobre el Real Madrid. EFE/Ángel Medina G.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

El silencio invadía al Gran Canaria Arena. Lleno tras la victoria del Valencia Basket frente al Unicaja Málaga, el pabellón se ponía en pie por la víctima del incendio sucedido en la cumbre grancanaria desde el miércoles.

Fue el único momento en el que se pudo escuchar al silencio. Desde que ganara la primera bola el conjunto claretiano, el público no paró de rugir y los suyos respondían con una exhibición coral desde el exterior.

Hasta en seis ocasiones, cinco jugadores distintos sumaron de tres en tres (Seeley repetió). Ni mucho menos el Madrid se quedaba rezagado en el marcador: Ayón se encargaba de impedirlo desde la pintura no sin dificultad ante la agresiva defensa local.

Pablo Lasso sentía el peligro y llegó a pedir varios tiempos muertos en los primeros 10 minutos de juego. En el último dio entrada a Doncic, a pesar de estar tocado físicamente. El joven jugador esloveno imprimió calma y un ritmo más pausado a un Madrid nervioso.

El juego entró en una fase más defensiva en ambos conjuntos y el Granca, que ganaba de siete al final del primer cuarto, exhibía un juego coral rápido, variando el tiro exterior a jugadas elaboradas en las que buscaban al pívot bajo el aro. La ventaja se quedaba estancada en los nueve de diferencia, lo que permitía al equipo de Lasso seguir en el partido a pesar de estar muy, muy pero que muy lejos de su mejor versión.

Con la ventaja de nueve puntos en el marcador llegaba el Granca al tercer cuarto, el que suele marcar el destino de los partidos. El capitán, el que le dio los tres primeros puntos del encuentro a los suyos, ponía los diez de ventaja desde los tiros libres (38-28).

Si ha existido algún momento en el que el Gran Canaria ha podido machacar al Real Madrid, hacer sangre, ha sido en la semifinal de la Supercopa del viernes 22 de septiembre de 2017. Asistencia de Merkel a Pasecniks: mate. Error de Randolph. Rebote de Pasecniks: de dos McKissic. (Lasso vuelve a meter a Doncic por un horrible Rudy). Y redondea el mejor momento del encuentro de los locales McKissic con un triple: 46 a 30. 

Si la ventaja no siguió creciendo fue porque el árbitro intervino para pitar una dudosa antideportiva de Fisher a Doncic. El esloveno metió los dos tiros libres y Carroll remató con una canasta que ponía los 11 de diferencia. 

La indignación ensordecedora del público pasó en segundos al júbilo con un triple de Paulí que volvía a los +14 y, de nuevo Carroll, lo dejaba 51 a 39 para los diez minutos finales.

El rumbo hacia la victoria seguía marcado hasta que Pablo Lasso, a siete del final, pedía tiempo muerto 15 abajo en el marcador. Quitaba a Kuzmic y a Randolph y metía a Ayon y Thompkins. Esta vez el Madrid reaccionó como solo lo hacen los equipos acostumbrados a ganar: un 0 a 10 y a cinco de distancia. Quedaban cinco eternos minutos.

Pero aparecieron Pasecniks y Merkel para cortar la sangría. A dos del final, en un ataque del Real Madrid, Doncic empujaba a Báez mientras conducía, el público protestaba con más miedo que indignación, y el esloveno se preparaba, solo y sin oposición, a tirar de tres con todo el tiempo del mundo. Pero fallaba y el rebote era amarillo. En la transición al ataque, Pasecniks la hundía con toda la rabia de la presión que acumulaban los de Casimiro: 65 a 59.

A un minuto y medio del final, la cuesta era demasiado empinada para los blancos a pesar de los esfuerzos de Campazzo y Carroll y los claretianos consiguieron mantener la ventaja y dejar la victoria en casa para luchar este sábado a las 18.30 horas contra el Valencia por defender su título.

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