La portada de mañana
Acceder
La alcaldesa de Marbella cancela en Luxemburgo la hipoteca de tres millones
La última entrega de MAR confirma el fraude fiscal de la pareja de Ayuso
Opinión - El problema de los tres gorros. Por Elisa Beni

Laura Herrera: inteligencia desde las alturas (2009-2016)

Laura Herrera, tercera jugadora por la izquierda en la fila superior, celebra el bronce logrado en el Eurobásket 2015 junto a Astou Ndour, Laura Gil, Anna Cruz, Laia Palau, Luci Pascua (fila superior); el seleccionador Lucas Mondelo, Nuria Martínez, Silvia Domínguez (fila intermedia); Alba Torrens, Leticia Romero, Marta Xargay y Laura Nicholls.

Canarias Ahora Deportes

Santa Cruz de Tenerife —

0

Biografía

BiografíaLaura Herrera Boxo (Santa Cruz de Tenerife, 11-7-1989)

Selección española: 16-5-2009 / 6-6-2016 (Debut / despedida)

Veces internacional: 30 (29-1 victorias / derrotas)

Puntos: 60

Torneos oficiales:

  • Eurobásket Hungría-Rumanía 15 (Bronce)

Inteligencia desde las alturas

Inteligencia desde las alturasJugar once temporadas en la máxima categoría y sumar treinta internacionalidades absolutas con la mejor selección femenina de la historia, de la que formó parte durante un lustro y a la que no ha renunciado a volver, no se consiguen sólo con 190 centímetros. Detrás de una figura interminable hay mucho trabajo, un notable conocimiento del juego y un uso impecable de sus virtudes deportivas. Y es que Laura Herrera, no se puede obviar, se hizo baloncestista por su altura... pero se mantiene en la élite por su inteligencia. Y también por el amor que le ha tenido siempre a este juego.

Ese cariño al baloncesto le ha permitido participar durante una década en Primera División, perdiéndose apenas una decena de encuentros en este período. Y ha sobrevivido a la presión que tiene cualquier actividad en la élite y que ella sufre y disfruta desde que era una niña. Camino de los treinta años, lleva tres lustros como jugadora de referencia en sus equipos. Un ejemplo: con trece años, sumó 29 puntos y llevó al Symel Tenerife al título nacional en el Campeonato de España Infantil de Oviedo tras una dramática final ante el Cornellá (72-70) en la que capturó un rebote vital y anotó los tiros libres decisivos a falta de ocho segundos.

“Fue increíble. Mi primer título importante y de aquella forma tan emocionante. Ahí me dije que igual se me daba bien jugar al baloncesto, pero lo mejor fue ganar al lado de jugadoras que más que mis compañeras de equipo eran y son mis amigas”, señala una ala-pívot que, desde entonces, quince años hace ya, comparte cada verano una cena con aquellas campeonas. Semanas después de aquel título nacional con el Symel, Herrera ganaría con España la Copa BAM 2003 de Londres junto a Torrens, Abalde o Nicholls, con quienes lograría el oro en los europeos sub 16 de Italia 2004 o de Polonia 2005, aquí junto a su inseparable Laura Fernández.

Fija en las selecciones inferiores, donde algunos veranos doblaba “con el equipo de mi edad y el de un año más”, Herrera obtuvo una medalla de oro “muy especial” en el europeo sub 18 de 2006 disputado ¡en Tenerife! “El baloncesto me ha dado buenos momentos, pero si tengo que elegir uno sería ése. Sabía que Tenerife iba a responder, porque respira baloncesto, pero jamás imaginé lo que vivimos”, explica Herrera, autora de 14 tantos y seis rebotes en la final disputada contra Serbia (78-74) ante más de tres mil aficionados en el Santiago Martín, con protagonismo también para las habituales Abalde (23), Torrens (12) o Nicholls (4).

Protagonista en su día del mercado de fichajes local, Laura se formó en La Salle con Toño Palenzuela, José Carlos Rivero, José Barreto o Susma Rodríguez, “el entrenador que más me ha marcado y que aún hoy me ayuda a mejorar en mi preparación cada verano”. Luego creció en el Isla de Tenerife con Paco Apeles, Miriam Díaz y Alberto González, firmó por el Uni Tenerife de Esther Herrero y José Luis Román, donde logró un campeonato de España cadete (2004)... y regresó al Isla de Tenerife, con el que debutó en Liga Femenina 2 con 16 años y promedios de americana: 11,1 puntos y 6,8 rebotes en casi treinta minutos por partido.

Un año más tarde, aún con 17 años, ofreció cifras de figura durante el curso (12,1 puntos y 7,4 rebotes) y dos exhibiciones en el playout final, en especial en la cita decisiva en Majadahonda, donde llevó a su equipo a una victoria agónica (82-83) con 21 puntos y siete tiros libres sin fallo. Fue su despedida del baloncesto insular, pues al curso siguiente fue a estudiar a Madrid y fichó por el Estudiantes, con el que primero asciendió a la máxima categoría y en la campaña 08-09 logró una agónica permanencia en la élite tras ganar en la última jornada al Zaragoza (75-50). Además, Laura exhibió números dignos para una debutante de 19 años: 6,8 puntos y 3,6 rebotes.

Méritos suficientes para que el seleccionador Evaristo Pérez la incluyera en la lista inicial para el Eurobásket de Letonia 09, aunque Laura Nicholls ocupó su lugar en la relación definitiva. Eso sí, Herrera debutó como internacional absoluta en dos amistosos ante Cuba en Santiago de Compostela, “en los que estaba muy nerviosa, aunque tuve la suerte de tener a mis padres en la grada. Es un sentimiento difícil de explicar porque has trabajado para eso muchos años, pero yo lo disfruté porque ser internacional absoluta es un premio. Representar a tu país es algo mágico y hacerlo en una selección con tanto nivel y que cada año cosecha éxitos hace que lo valores más”.

Después de tres cursos en Estudiantes con protagonismo creciente, Herrera dio un salto al fichar en la campaña 10-11 por un Rivas Ecópolis que aspiraba a todo con Anna Cruz, Valdemoro, Aguilar, Nicholls... A la sombra de una crack como Dewanna Bonner, la ala-pívot tinerfeña jugó once minutos por partido, pero disfrutó del título de Copa de la Reina tras vencer a los favoritos Perfumerías Avenida y Ros Casares. “Tuve menos minutos, pero la valoración es buena. Plantillas así no creo que se vuelvan a ver en España. Tuve la suerte de jugar en los mejores años de la Liga Femenina y compartir cancha y aprender de jugadoras de ese nivel”, explica.

“Ellas eran estrellas y yo una niña que disfrutaba a su lado. Y encima ganamos una Copa de la Reina que ha sido de las más mediáticas y con más nivel”, señala una Laura que contó para el nuevo seleccionador José Ignacio Hernández de cara al Eurobásket de Polonia 11. Así, disputó media docena de amistosos, viajó al torneo de Estambul (Turquía)... y fue descartada para dejar hueco a la indiscutible Sancho Lyttle, incorporada a última hora al jugar en la WNBA. “Es duro, pero sé que entrar en la selección es muy complicado. Hay mucho nivel y cuando te llaman sabes que pueden pasar estas cosas y a la larga lo valoras”, apunta.

“Al principio hasta casi te da igual porque eres muy joven, estás con las mejores jugadoras del país y piensas que es lógico que prescindan de mí, pero a medida que te haces mayor y ves que puedes estar a su nivel... pues te acaba dando más pena y más rabia. Aunque también hay que quedarse con que hay mucha competencia y que año a año, de una manera o de otra, siguen contando contigo”, explica una licenciada en Periodismo que peregrinó por conjuntos notables como Burgos o Navarra, donde en el ejercicio 12-13 firmó quizás su mejor curso en la élite: más de once puntos y cinco rebotes por partido, con un 62% de acierto en el tiro.

Reclamada por el Mann Filter Zaragoza, en el curso 13-14 se recuperó la rutina Herrera: tras una buena temporada, regresó a la selección española que ya dirigía Lucas Mondelo. Y el final fue idéntico a los anteriores: participó en los amistosos de preparación y hasta anotó once puntos contra Angola, pero no fue al Mundial de Turquía. ¿Argumentos para rendirse? No para Herrera, que en la campaña 14-15 volvió a brillar en Zaragoza (10,4 puntos y cinco rebotes) y tuvo premio con la selección española: tras cuatro fases preparatorias, Mondelo la incluyó en la lista definitiva y acudió al Eurobásket de Hungría y Rumanía.

Lo hizo para cumplir un papel secundario en el juego interior y dar relevo a Nicholls, Astou Ndour y Laura Gil... pero cumplió muy por encima de las expectativas cuando el técnico la reclamó. Su momento llegó ante Eslovaquia, cuando Nicholls y Ndour se cargaron de faltas y Herrera aportó una buena defensa, forzó un par de faltas y sumó cuatro puntos sin fallo en 17 minutos, claves en la remontada española (82-81). “Por el nivel que hay, poder entrar en la lista definitiva de doce fue un reto conseguido. A partir de ahí, tienes que estar preparada para lo que te pidan y cuando el equipo me necesitó, hice lo que debía”, valora Herrera.

“Siempre quieres jugar más, pero sentí que podía competir al más alto nivel y que me lo había trabajado mucho, porque nunca me regalaron nada”, agrega Herrera, que contó con minutos en los partidos ante Hungría, Suecia o Croacia y también tuvo una mínima presencia en el decisivo cruce de cuartos de final frente a Montenegro (75-74) que abrió el camino al podio. De aquel Eurobásket, Laura guarda una medalla de bronce “que para mí es como si fuera de oro” y la sensación de que la cita le sirvió para consolidarse como una interior de referencia en la máxima categoría, donde suma 1.674 puntos en los 240 partidos jugados en la fase regular.

Con buena mano para el tiro a tres-cuatro metros, capacidad reboteadora, notable juego de pies, efectiva defensa y una extraña capacidad para forzar faltas a sus defensoras, Laura destacó en el Bembibre 15-16 y regresó a la selección española para disputar cuatro amistosos de preparación de cara a los Juegos Olímpicos de Río. Y volvió a quedar descartada. Y le volvió a doler. Y esta vez, mucho más: “Yo me veía en Río. Llamaba a mis padres y les decía que buscaran billetes, que podía entrar. Me sentía bien entrenando, jugué buenos partidos y Lucas [Mondelo, el seleccionador] me comentaba que contaba conmigo, pero...”.

Al final las elegidas fueron la veterana Luci Pascua como cuarta pívot y se optó por añadir una exterior como la joven (20 años) Laura Quevedo. Pero Herrera no se rinde: “Unos Juegos Olímpicos son algo único, pero ya lo superé; y aunque no me han vuelto a llamar, no pierdo la ilusión. Ahí está el caso de Tamara Abalde [de la generación del 89, como Laura], que llevaba nueve años sin ir y la han vuelto a convocar”. Eso sí, para ello debe rendir al mejor nivel en el Bembibre 18-19, aunque antes espera disfrutar del Mundobásket de Tenerife, “un acontecimiento histórico y más en un sitio en el que se vive el baloncesto con especial ilusión”.

“Desde que se confirmó la noticia se ha notado la respuesta positiva de la gente y sé que hay muchas ganas de presenciar un evento así, en el que además la Isla puede darse a conocer ya no sólo en el ámbito deportivo, sino también a nivel mundial en su faceta turística, cultural... Todo esto debe aprovecharse”, añade Herrera, quien cree que “para las niñas que empiezan a dar sus primeros pasos en este deporte o en otro, tener a jugadoras de este nivel deportivo y humano es todo un lujo y un ejemplo a seguir”. “Al final”, agrega, “más allá de las medallas, también hay que valorar la cercanía, el cariño y el esfuerzo que se emplea en todo lo que hacen”.

En su análisis deportivo de lo que puede deparar el Mundobásket de Tenerife para la selección española, Herrera habla desde la perspectiva de haber compartido concentraciones y partidos con muchas de las componentes del equipo nacional. “Está claro que el gran favorito es Estados Unidos, no vamos a engañarnos, pero si alguien puede sorprenderlas es España. Conozco a las jugadoras, he tenido la suerte de estar ahí no hace mucho tiempo y sé que es un grupo que engancha, que divierte... y que confío que hará un gran papel. Mantengo una muy buena relación con muchas de ellas y me consta que están especialmente motivadas”, expone.

“Ojalá que la gente de Tenerife se vuelque con ellas, porque sus partidos serán un espectáculo digno de ver”, agrega Laura en referencia a las protagonistas de los mayores éxitos del baloncesto femenino español a lo largo de su historia, con quienes mantiene una amistad que no se ha roto ni con los años... ni con los descartes sufridos en muchas convocatorias. “Claro que me gustaría estar ahí, pero yo esta temporada no he estado a su nivel”, dice una jugadora que reza por poder ver algún partido en vivo, antes de tenerse que ir a Bembibre a preparar la pretemporada con su equipo.

Etiquetas
stats