Juani, el ‘crack’ que no fue estrella por culpa de una lesión

Juani recibe la insignia de oro y brillantes de la UD Las Palmas

ACAN

Las Palmas de Gran Canaria —

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Juan José Castillo Barreto (Las Palmas de Gran Canaria, 1955) era la promesa más rutilante del fútbol canario en la segunda mitad de los años setenta. Iba para crack, y llamaba a las puertas de la internacionalidad absoluta, hasta que una gravísima lesión sufrida durante un entrenamiento con la selección española le tuvo un año parado y cortó su trayectoria. Pese a todo, puede presumir de haber sido olímpico en Montreal 76 y de haber jugado una docena de años en Primera División, donde sumó 309 partidos y 62 goles.

Formado en la cantera del Unión Chile, debutó con la UD Las Palmas en Primera División con sólo 19 años. Y muy pronto se hizo con un hueco como titular en un equipo plagado de veteranos ilustres como Martín, Castellano, Germán, Trona, Estévez o Hernández, a los que se habían unido una serie de futbolistas argentinos que fueron llegando a cuentagotas: Carnevali, Wolff , Morete… Delantero veloz, podía jugar como segundo punta o como extremo.

En el verano de 1976, y con sólo un año de experiencia en la máxima categoría, Juani acudió a Montreal con una selección olímpica en la que había media docena de jugadores que entonces tenían poco más de veinte años, aunque luego serían fi guras nacionales: Arconada (Real Sociedad), Isidoro San José (Real Madrid), Juanito (Real Madrid), Saura (Valencia), Olmo (Barcelona), Esteban Vigo (Barcelona), Sánchez (Barcelona) o Cundi (Sporting).

España no tuvo suerte en el sorteo y quedó encuadrada en el mismo grupo que la República Democrática Alemana y Brasil, que al final del torneo serían medalla de oro y cuarto clasificado, respectivamente. Los germanos acudieron con un equipo similar al que llegó a cuartos de final en el Mundial de Alemania celebrado dos años antes. “España no tenía mal conjunto, pero ellos eran hombres y nosotros unos niños”, resume Juani en el libro Los 32 futbolistas canarios de la selección española (1920-2010), editado en 2010 por la Federación Canaria de Fútbol, el Gobierno de Canarias y AyB Editorial .

El delantero grancanario no jugó en la derrota (2-1) ante Brasil, que caería en la final de consolación ante la URSS de Oleg Blokhin, Balón de Oro 1975. Sí lo hizo ante la RDA al relevar a Cundi a falta de media hora, cuando los alemanes ganaban por el definitivo 1-0. “Tenían un equipazo y en la final le ganaron a Polonia, tercera en el Mundial 74 y que a Montreal acudió con todos los titulares (Tomaszewski, Szimanowski, Zmuda, Deyna, Kasperczak, Szarmach o Lato, por ejemplo)”, apunta el delantero.

Para Juani, acudir a unos Juegos Olímpicos “es un orgullo y una satisfacción. Lo tengo como un recuerdo inolvidable porque no acudes como deportista individual. Al menos, yo me sentía representante del fútbol canario, lo que es un honor, pero también una responsabilidad. ”Y luego“, agrega, ”está la convivencia en la Villa Olímpica, con gente de otros países y otros deportes en un ambiente de camaradería muy sano y de amistad que no se da tanto en el fútbol profesional“.

“Es algo que me pilló quizás muy joven y que he aprendido a valorar con el tiempo”, recuerda Juani, quien en Montreal, al intentar explicar a unas azafatas olímpicas su procedencia, se dio cuenta de que “en el mapamundi no aparecía Canarias. Así que cogí un bolígrafo y las dibujé… y aquellas chicas partidas de la risa, diciendo que allí sólo había agua. Y yo diciéndoles que había islas. Y ellas, que no estaban en el mapa. Creo que se fueron pensando que vivía en el agua”.

De regreso a casa, Juani se convierte en pieza fundamental de la UD Las Palmas 76/77 a la que llega un nuevo argentino: Miguel Ángel Brindisi. Los amarillos acaban el campeonato en la cuarta plaza y Juani forma una dupla letal con Morete (32 goles entre ambos), que deja para el recuerdo una goleada (4-2) ante el Real Madrid de Miljanic. Y el curso siguiente se inicia bajo las mismas premisas. Se va Wolf (al Real Madrid), pero llega Maciel y se crea un tridente de lujo: Maciel, Morete, Juani

Y como los interiores, Jorge y Brindisi, no eran unos tuercebotas, Las Palmas llega a la novena jornada en la tercera plaza, tras golear (3-0) en el Insular al campeón vigente, el Atlético de Madrid. Con 22 años recién cumplidos, Juani es fijo en la selección sub 21 y Kubala ve “muy próximo” su salto a la absoluta. Y el 9 de noviembre de 1977 acude a la Ciudad Deportiva del Real Madrid para una concentración que acaba con un amistoso entre los A y los sub 21.

Entre los mayores, que preparan el decisivo partido de Belgrado que daría a España la clasificación para el Mundial 78 (gol con la espinilla de Rubén Cano) figuran Arconada, San José, Olmo, Migueli, Camacho, Asensi, Leal, Cardeñosa, Dani, Juanito o Satrústegui. Y entre los sub 21, que al final se imponen por 2-3, hay promesas que acabarían siendo internacionales absolutos: Buyo, Goikoetxea, Sánchez, Joaquín o López Ufarte.

Al minuto de juego, Juani recibe un balón, se escapa por la banda derecha y le sale al paso Camacho. El encontronazo con el lateral del Real Madrid es fuerte y, ya sobre el mismo césped, Ángel Mur observa la gravedad de la lesión. El delantero grancanario es trasladado a la cercana Clínica La Paz, donde se le diagnostica una fractura de peroné y es escayolado. Tardará un año en volver a jugar al fútbol y no estará en la final de Copa del Rey que la UD jugará meses más tarde ante el Barça.

“Pudo ser una entrada dura para ser un partido amistoso, pero no hubo mala intención. Sólo fue mala suerte. Son gajes del oficio.

El propio Camacho se lesionó de gravedad un par de meses después“, analiza Juani con la perspectiva que dan tanto el paso del tiempo como la pelea contra otros contratiempos (en forma de enfermedad) aún más graves. ”Siempre hay que valorar muchísimo lo que se tiene en cada momento“, sentencia ahora.

Recuperado de la lesión, Miguel Muñoz lo introduce poco a poco en el equipo, para acabar el campeonato 78/79 como titular. Las Palmas finaliza sexta y se le escapa en el último momento una plaza UEFA. Los amarillos están en plena transición. En sólo doce meses abandonaron el equipo Martín, Castellano, Germán, Brindisi y Carnevali. La UD perdía a sus estrellas argentinas y a los últimos componentes de su época dorada. Y además se fue Muñoz.

El curso 79/80, con Antonio Ruiz en el banquillo, era una incógnita. Además, Morete deja de ver puerta y Maciel se lesiona (nueve goles entre ambos en todo el curso). La lesión de Gerardo Miranda parecía la puntilla. Pero Juani fue uno de los que se echó el equipo a la espalda (31 partidos y siete goles) junto a Felipe, Noly o el portero Pérez. El equipo era cuarto a falta de siete jornadas, hasta que entró “en una crisis inexplicable”: seis derrotas y un empate, con sólo un gol a favor, para cerrar el campeonato.

A partir de ahí, Las Palmas no dejaría de coquetear con el descenso. Juani fue el máximo goleador amarillo en los cursos 80/81 y 81/82. En este último ejercicio, Heriberto Herrera logró la permanencia tras sustituir a José Manuel León, pero el futuro se adivinaba gris. No se acertaba con los extranjeros (Fortunato, Luisinho…), se traspasaba a los que destacaban (Gerardo Miranda) y el relevo generacional no llegaba. Lo que llegó al año siguiente fue el descenso.

“Es el palo más duro que he vivido como futbolista”, resume Juani, presente en el Insular la tarde del 1 de mayo de 1983 que puso fin a casi dos décadas de presencia ininterrumpida de la UD Las Palmas en Primera División. El delantero marcharía al Mallorca y al Málaga y regresaría a casa para jugar dos temporadas más en la élite, despidiéndose como futbolista un 20 de junio de 1987, con un gol al Athletic en el Insular en aquella liga de los play off.

Convertido en entrenador y en presidente de los veteranos de la UD Las Palmas, Juani Castillo dirigió luego al filial amarillo formando parte de una entidad que siente como suya.

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