Las Palmas se impone por la mínima al Cádiz y jugará la final del Carranza
La UD Las Palmas se impuso 0-1 al Cádiz en la primera semifinal del LXIII Trofeo Ramón de Carranza, con lo que disputará el sábado la final en su debut en el torneo gaditano, en el que se medirá al ganador del Málaga-Villarreal, segunda semifinal que también se disputa este viernes.
El conjunto canario hizo valer el gol anotado por el argentino Jonathan Calleri en la primera parte, pues en la segunda los anfitriones apretaron mucho pero no dieron con la meta rival.
El Cádiz salió fuerte desde el primer minuto, que es cuando tuvo el primer acercamiento peligroso. Rubén Cruz no pudo llegar a un balón bien colocado en el interior del área canaria.
En el minuto 6, el Cádiz pidió penalti por un posible empujón del defensa David García a Cruz y dos minutos después Daniel Romera lo intentó también para lo locales, pero su disparo fue detenido por el portero Raúl Lizoain.
Tras estos minutos, Las Palmas se hizo con el control del balón, dominando el encuentro, aunque sin acercamientos claros hasta que a los 26 minutos sí generó peligro, al aprovechar Calleri un centro lateral del conjunto canario para inaugurar el marcador (0-1).
Tras el gol, el Cádiz intentó tomar de nuevo el mando y con intensidad volvió a crear peligro ante la meta rival. En el minuto 39 lo intentó Romera de espaldas a puerta y su envío se marcha fuera.
En la segunda parte, Las Palmas salió controlando el juego con un ritmo pausado de circulación acorde a sus intereses, dentro de la intención de conservar la pelota.
El primer acercamiento claro fue para Las Palmas, pero el argentino Hernán Toledo se encontró con el portero cadista David Gil (m.54).
El Cádiz, después de un primer cuarto de hora en el que no consiguió engarzar con su ataque, recuperó poco a poco terreno a base de presionar al rival.
A los 65 minutos, en los mejores momentos del Cádiz en la reanudación, el franco-comorense Rafidine Abdullah lo intentó con un disparo duro que Lizoain desvió en una gran intervención.
Diez minutos después, el roteño José Mari, nada más entrar al terreno de juego, gozó de una ocasión desbaratada por Lizoain, y ya en los últimos minutos, los locales redoblaron su ganas, pero la falta de frescura debido al cansancio impidió atosigar a su adversario de una manera más continua.
