Mueren Antoñito Jorge y Gilberto I, dos referentes históricos de la UD Las Palmas
La UD Las Palmas perdió este pasado martes a dos referentes históricos. A última hora de la tarde fallecía, a los 91 años, Antoñito Jorge, el hombre que marcó el primer gol oficial de la entidad el 9 de octubre de 1949 y horas más tarde se conocía la muerte de Gilberto Rodríguez Pérez (Gilberto I), el mítico extremo zurdo de la mejor época del club amarillo. El tinerfeño, que defendió la elástica grancanaria durante once temporadas, tenía 76 años de edad. Así, de golpe, la UD pierde a dos pilares fundamentales de su historia: el hombre que escenificó el nacimiento del club en 1949 y uno de los nombres indispensables del once que todos los aficionados recitan de memoria. Descansen en paz. Los jugadores del plantel profesional lucirán brazaletes negros en el Torneo Carranza el próximo viernes (Cádiz – UD Las Palmas).
Como señala EFE, Antoñito Jorge, nacido el 9 de octubre de 1926 en Las Palmas de Gran Canaria, actuaba como interior derecho y se formó en los clubes del Unión Betis, Artesano y Gran Canaria. En 1949 pasó a formar parte de la UD Las Palmas, club que defendió durante tres campañas, y posteriormente se marchó al Córdoba. A su regreso a Gran Canaria volvió a jugar en el Artesano, y se retiró a la edad de 33 años.
Para la historia queda el 9 de octubre de 1949. Fue la fecha en la que la UD jugó su primer partido oficial aún como proyecto en una liga compuesta en exclusiva por equipos de la isla. El rival era el Marino y Antoñito Jorge fue el primero en mover el marcador en favor de los amarillos. El partido terminó con victoria por 2-1 para Las Palmas e inauguró ese camino triunfal que catapultó a la recién nacida hasta la Primera División en la temporada 50/51. Antoñito Jorge vistió de amarillo tres temporadas y anotó once dianas.
Gilberto I, por su parte, fue uno de los representantes de la época dorada de la entidad. Procedente de Tenerife, disputó 303 partidos oficiales en once campañas adueñándose del carril izquierdo y formando parte de un ataque de leyenda que, entre otros méritos, aupó a la UD al olimpo de la Liga española con un subcampeonato de Liga y dos participaciones en competiciones europeas. Marcó 73 goles y recibió, en 2016, la insignia de oro y brillantes del club.
