El debutante Brais Méndez da la victoria a España en el Estadio de Gran Canaria
La selección española de fútbol despidió el año 2018 con un mínimo triunfo ante Bosnia y Herzegovina en el Estadio de Gran Canaria (1-0), gracias a un gol de Brais Méndez, uno de los tres debutantes este domingo en el equipo nacional.
Una buena jugada entre Fornals y Gayá acabó con un disparo de Isco Alarcón que rechazó el guardameta bosnio, y el futbolista del Celta de Vigo aprovechó el balón suelto para resolver un amistoso anodino en el que España fue de menos a más.
El combinado español afrontó el choque con muchas novedades, pocas horas después de conocer la victoria de Inglaterra ante Croacia (2-1), en la Liga de Naciones, que le impedía definitivamente acceder a la fase final de esta competición.
Luis Enrique, como había adelantado el día anterior, dio oportunidad a muchos jugadores con escasa experiencia, entre ellos al primero de los debutantes de la noche, Mario Hermoso, central del Espanyol, como titular.
Tal fue la regeneración del equipo inicial que los once jugadores que saltaron de inicio sumaban 96 entorchados internacionales.
La defensa fue la línea más retocada. Con la baja de Sergio Ramos, el técnico asturiano situó a Diego Llorente como pareja de Hermoso, flanqueados ambos por Jonny -se retiró lesionado durante el segundo tiempo- y Gayà en los laterales.
Los bosnios, reforzados por sus últimos resultados, llegaban invictos, desde que Robert Prosineki tomó las riendas, y fueron los primeros en avisar, con una llegada de Visca a los 21 segundos y un disparo raso que atrapó Kepa Arrizagalaga, titular esta vez bajo los palos en lugar del cuestionado David de Gea.
España comenzó a asomarse por el área rival a partir del primer cuarto de hora, con disparos de los madridistas Asensio e Isco, en los minutos 16 y 19, que no encontraron portería; el primero lo rozó Zukanovic y acabó en córner, y el segundo se fue directamente por encima del travesaño.
Sin embargo, en casi todas las acciones faltó una mayor velocidad de balón, como la que sí imprimió el equipo nacional tras salir bien de una presión alta de los bosnios, y acabar la jugada con un disparo enroscado de Suso desde fuera del área que también se marchó alto, en el minuto 27.
Una indecisión defensiva de Jonny la resolvió Diego Llorente enviando a córner en el minuto 38, y dos después fue Isco quien finalizó una acción individual con un disparo flojo por el primer palo que detuvo Sehic sin mayores complicaciones.
Un tiro de Dzeko, con poco ángulo, que se marchó desviado, y un cabezazo algo forzado de Marco Asensio, a centro de Gayà desde la izquierda, pusieron el colofón a un primer tiempo de escasos sobresaltos en las áreas.
Con el transcurrir del juego y el desgaste de unos y otros aparecieron los espacios, y Bosnia tuvo su ocasión en un centro raso de Visca al que no llegó por poco Krunic en el segundo palo.
Sin embargo, la mejor oportunidad la tuvo otra vez Morata, pero envió el balón fuera de forma inverosímil tras un rechace del portero a disparo de Asensio.
España, por insistencia, estaba mereciendo premio, y lo logró en el minuto 78 por mediación de Brais Méndez, quien apenas llevaba veinte minutos sobre el verde, aprovechando un rechace del portero a disparo de Isco.
El céltico, debutante junto a Mario Hermoso y Pau López, guardameta del Betis, resolvió así un anodino encuentro en el que La Roja fue de menos a más, para lograr un triunfo que le sirve para seguir invicta en Gran Canaria, donde regresaba once años después.
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